Panamá es un País,
un Estrecho y un sombrero. Del País sé
poco y del Estrecho menos, pero empiezo a saber algo del sombrero, sobre todo
desde que me regaló uno en Canarias mi amigo Álvaro.
El Sombrero Panamá,
o jipijapa, es un tradicional sombrero con ala, flexible y ligero, elaborado a
mano con hojas de palmera trenzadas.
A pesar de su
nombre, los primeros “panamá” se fabricaron en Ecuador. Su nombre viene de la
construcción del Canal. En aquellos años se importaron de Ecuador millares de
sombreros de este tipo para que se protegieran del sol los trabajadores. El
mismísimo Theodore Roosevelt lo usó cuando
fue a visitar las obras.
Pero esto ahora
importa poco. Lo que resulta sorprendente es que ha vuelto a ponerse de moda.
Ayer mismo salí por Madrid a hacer unas compras y pude contar dieciocho
“panamás” en el barrio. Algunos eran manifiestamente pequeños para el cráneo en
el que se encasquetaban; otros, por el contrario, estaban clavados casi hasta
las cejas del usuario.
Como yo también
llevaba mi panamá, decidí abordar al primero que se me pusiese a tiro. Fue
sencillo: en el autobús había un asiento libre al lado de un sujeto de rostro
amable que portaba con cierta dignidad un panamá blanco.
─Perdone la
indiscreción ─comencé─, ¿le importaría decirme desde cuándo usa ese sombrero?
El interpelado
sonrió:
─Desde que me lo
mandó el dermatólogo. El mío es un sombrero con receta médica.
─ ¿Y le recetó
también el tipo de sombrero que debía llevar?
─Sí… Ya veo que
usted tiene el mismo modelo. Un “panamá”.
Los dermatólogos parecen haberse puesto de acuerdo. Seguro que usted
también lo lleva por prescripción facultativa.
─En efecto,
amigo. Y estoy de acuerdo con usted. Y añadiré más: para mí que los
dermatólogos se llevan una comisión por las ventas.
─No sea malpensado…
Ellos velan por nuestra epidermis.
─Claro que podríamos
aprovechar la epidemia panameña para aprender de nuevo a llevarlo como se debe,
a desprendernos de él al entrar en un lugar cerrado y por supuesto en la iglesia, a saludar a los conocidos poniendo
la mano diestra a la altura del sombrero como si fuéramos a descubrirnos,
inclinando levísimamente la testa…
─ ¿Usted cree?
─Sí, amigo. En
otro tiempo había todo un lenguaje de signos basado en los sombreros, igual
al que empleaban las damas con los abanicos. Y ahora que las normas de cortesía
han desaparecido engullidas por el feísmo y el hedonismo indumentario, tal vez
recuperemos el gusto por la urbanidad.
Charlando,
charlando, mi compañero llegó a su parada y se puso en pie.
─He tenido mucho
gusto, y casi me ha convencido, señor…
─Enrique
Monasterio…
─Ah. Ya veo...Mi nombre
es Heinz Kloster ─concluyó mientras nos despedíamos cada uno con la mano derecha en su Panamá─.
8 comentarios:
Menos mal que su dermatólogo no les ha recetado a ambos un sombrero tirolés. No pega mucho con la sotana...
Conforme iba leyendo su relato, iba pensando en lo bien que había reaccionado su interlocutor ante su pregunta y sus comentarios. Al final, al leer que se trataba de Kloster, me ha arrancado una sonrisa. No podía ser otro que el adorado Kloster.
Desde hoy me fijaré en los sombreros que llevan los demás, a ver si también me cruzo con él, jejeje.
Mi padre nos compraba sombreros de paja para el verano que nos los pasábamos ayudando en las tareas del campo. Casi siempre estrenábamos, debe ser que les dábamos buen tute. Era divertido. Adiosle
Yo nací en Panamá!! Y estoy totalmente de acuerdo en que los antiguos gestos con el sombrero deberían volver a usarse, porque son de lo más elegantes... mucho más que un "qué tal tronco??" :)
Sabía que era Kloster!!!!
yo el día que me casé me dejé la gorra de marino puesta hasta casi llegar al Altar, cuando un amigo me hizo señas, que vergüenza...
Claro, solo Heinz Kloster no quedaría convencido con su dialéctica...
Pater, el mejor sombrero del mundo antes de que lo decidieran los dermatologos.Y si es el autentico es caro aunque te acompaña en la testa toda la vida.
Vivo en Panama y lo mas gracioso es q aqui nadie lleva ese sombrero! Es mas si alguien lo lleva por la calle, esta claro q es un turista!!!
Publicar un comentario