En
Madrid, naturalmente. El regreso tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre
los inconvenientes, el calor que aprieta de nuevo y la constatación de que
el tráfico sigue siendo la gran pesadilla de los urbanitas, a pesar de que se
ha diluido un poco.
Hoy, visita de
enfermos. Ellos son los más necesitados.
—Siempre habla
de sus mendigos —me reprocha Mariano—. Pues sepa que yo también le pido limosna
a mi manera.
—No me
fastidies. Somos amigos desde hace cuarenta años. ¿Y sigues con el "usted"?
A Mariano le
llevaré la Comunión mañana. Hoy, sólo he podido darle un poco de compañía.
—¿Y Marisa?
—La he mandado a
la Sierra con los chicos. Yo me arreglo bien solo. Mientras funcione la wifi y
el teléfono...
A Mariano se le
ha escapado una lágrima sin querer.
—En este maldito
piso uno no para de sudar... Ven antes de las doce, si puedes. Si no, me
llamas y dejamos la Comunión para otro día.
5 comentarios:
Estoy de guardia, vaya por sus enfermos. Un abrazo desde aquí a Mariano.
Preparando una corta escapada al Puerto. Encomendamos a Mariano, sin duda. Los enfermos sí que son los más cercanos al Señor. Un abrazo para usted!
Me alegro que esté en casa unos días y, perdone que me atreva a decirlo, pero me ha conmovido que así lo haya puesto en el lateral del tiempo.
Disfrute y hasta cuando usted quiera.
No me extraña que llorase, la comunion es la visita de Dios a nuestro alma, y eso es lo mas grande ,lo mas inmenso que le puede ocurrir a una criatura. Si fuesemos siempre conscientes de que Dios se mete en nuestro alma en cada comunion, pasariamos el dia dando gracias.
Cuando se tiene a Dios dentro ¿ a que se puede temer? absolutamente a nada.
estas pinceladas que nos enseñan "el valor Divino de lo Humano" encogen el alma y cambian la tarde...
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