sábado, 30 de mayo de 2015

La décimas de la final (y III)


Entre euforias y alirones
el día 30 del mes
se lanzaron los culés
al foso de los leones.
Los de Bilbao, fanfarrones,
con fiereza y arrebato,
lucharon como jabatos
llenos de garra y pasión.
Lo malo es que el Rey León
al final sólo era un gato.

H. Kloster

4 comentarios:

Adaldrida dijo...

Lo siento mucho...

Anónimo dijo...

Yo también: no puedo pagar los tragos bilbaínos que aposté

Vila dijo...

Yo pongo un 0 a las dos aficiones. Menudo espectáculo bochornoso han dado. Y a mi nadie me puede tachar de promonarquica, pero al menos respecto a las instituciones y sobre todo: amo a mi país y me siento orgullosa de èl (y por tanto del himno que lo representa)

caminando dijo...

Lo q da rabia, es a q silban? Para q juegan, por dinero.... Es una contradicción difícil de entender, claro, como cualquier contradicción ;-)