viernes, 19 de noviembre de 2010

La primera bofetada

Cuando los guardias del Templo fueron al Huerto de los olivos para detener a Jesús, temblaban de espanto. A saber lo que podría hacerles aquel hombre. Decían de él que había resucitado muertos y aplacado tempestades. Sin duda era un mago peligroso capaz de defenderse utilizando sus malas artes. 
Caifás les había ordenado que lo condujesen al Sanedrín bien atado, pero, al llegar a Getsemaní, le vieron curar la oreja herida de Malco y ellos mismos cayeron en tierra como fulminados por la palabra del Galileo. Si no se hubiese entregado sin oponer resistencia, los guardias habrían sido incapaces de cumplir su misión.
Ya en casa de Anás, el viejo sacerdote tampoco perdió el respeto a Jesús. Probablemente temblaba ante la posibilidad de que el prisionero hiciera algún hechizo perverso. Pero entonces ocurrió algo inesperado: uno de los guardias, el más servil y cobarde, pensando que el detenido respondía al juez de forma impertinente, exclamó:
-¿Así contestas al Pontífice?
Y, sin pensárselo dos veces, le dio una bofetada. 
Se hizo silencio en la sala. Todos miraron con horror el rostro abofeteado de Cristo. El sirviente fijó la vista en su propia mano, como si ya no le perteneciera, y pensó: 
-Ahora se me caerá a pedazos. ¡Dios mío, qué he hecho: he golpeado al Nazareno!
Sin embargo no ocurrió nada. Pasado el primer momento de pánico, al guardia le invadió una extraña euforia. ¡Jesús se dejaba pegar! Podría escupirle si quería. Al parecer, los poderes del prisionero se habían evaporado.
La primera bofetada había roto el tabú. Desde ese momento, cualquiera podría torturar impunemente al Hijo de Dios. Una orgía de sangre estaba a punto de empezar.
*    *    *
He pensado en esta escena muchas veces. Me la he imaginado de cien formas diferentes, y siempre he terminado recordando lo mismo: mi primera ofensa al Señor, la primera bofetada que ―ay de mí― yo también di a mi Dios.
No creo faltar al pudor. ¿Es que no recordáis vuestro primer pecado grave, el horror y la alegría amarga de aquel desgraciado estreno; el miedo inicial a cruzar la frontera de lo prohibido y la sensación de libertad, la falsa euforia que nos produjo el creernos diosecillos autónomos? Pronto comprendimos que ese primer error abría una puerta imposible de cerrar. 
Hoy, sin embargo, al leer el pasaje evangélico he pensado en la Iglesia. 
Es verdad que la Iglesia ha sido abofeteada en todas las épocas. Es cierto también que, con demasiada frecuencia, los eclesiásticos no han sabido estar a la altura de su misión y se han hecho acreedores a las críticas y también al escándalo de muchos buenos cristianos. Sin embargo las ofensas, insultos y salivazos van más allá. No tratan de castigar al delincuente, sino de borrar el rostro del Maestro. Por eso escupen directamente al Santo Padre, al Vicario de Cristo, cuya sola presencia, llena de paz, humildad y sabiduría, les resulta insoportable.  
Pronto comprueban que golpear al Papa sale gratis, que el Romano Pontífice no acude a sus abogados ni se querella: sigue acogiendo también a los que pretenden ofenderle. Quizá por eso ahora sus enemigos han decidido apuntar más alto. Primero, a los símbolos cristianos: a los crucifijos, que se multiplican como las amapolas por todos los pueblos de Europa; a las imágenes de la Virgen, que son como un signo de identidad católica; al culto cristiano.
Alguien, como aquel sirviente del Sanedrín, se ha atrevido a dar un paso más y hacer añicos el último tabú ¿Pensabais que no sería capaz? Era preciso dar la primera bofetada directamente a Jesucristo, para hacer posible una nueva orgía de odio. Vídeos, chistes gráficos, blasfemias… No voy a describir lo que todos conocen.
Ahora sólo pienso en la Navidad, tan cercana. Yo sé que Herodes intentará de nuevo matar a Jesús. Habrá que impedírselo: haremos guardia día y noche frente al Portal para que no lo ensucien con su presencia los sembradores impuros del odio.
La Virgen Inmaculada, con su Hijo en brazos les recordará que a los niños no se les pega.






20 comentarios:

Relicary dijo...

Me gusta. Ante todo, tener humildad y temple para que lo que otros dicen que es ahora la Navidad no se contagie a nosotros. La Navidad no es lo que dice la mayoría, sino lo que es en Esencia y Concepto. Depende de cada uno vivirla como tal.

pazvalldosera dijo...

Bueno Don Enrique que pasada¡¡¡ hoy el Espiritu Santo le ha inspirado a base de bien¡ojalá sepamos preparar la Navidad en nuestras casas (la mia esta llena de 7 hijos )con el sentido profundo de estas fiestas yno agobiados ya pensando que pondremos para cenar en la Nochebuena.

Luis y Mª Jesús dijo...

este relato pide una segunda parte

gosspi dijo...

Me encanta su entrada D Enrique..Viene bien acordarse de la primera bofetada a Jesus que le pegué y que cuando me la han devuelto..como me defendía!!.ahora puedo ver el significado, porque no se puede ver la culpa en uno mismo sin la gracia..y mucho menos con alegria interior!!Preparo mi Casa con los 9 que la formamos para una Tierna navidad.

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

Pues yo no entiendo de bofetadas porque no se darlas y tampoco se defenderme cuando me las llevo, pero tenemos que aprender a defendernos porque Cristo dijo despues de eso: ¿si he hablado mal demuestra donde y si no porque me pegas?...no podemos callarnos.

Nuevepornueve dijo...

Jo! Cómo me ayuda leerle.
GRACIAS, D. Enrique: Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Hola D. Enrique, claro que a los niños no se les pega, se les educa.

No habló mal, no había porqué abofetear a mi Señor. No era un bofetón de corrección por mentir, era de humillación. Por eso le pregunta ¿en qué he faltado a la verdad? A un niño que dice una mentira una buena bofetada y al cuarto a reflexionar es un gran sacramental, por el que el dolor físico, le despierte y mueva a sentir el dolor que hacemos al pecar contra el que es la Verdad, el Camino, la Vida y un día llevó la Cruz. San José nos ayude en la educación y gobierno de la familia.

Miriam dijo...

Todo un Dios que se deja abofetear
Y a la vez todo un Dios que se deja decir te quiero.

Me uno a la guardia, día y noche, frente al portal. Y espero, deseo que los sembradores de odio, destruyan sus semillas , y se queden mirndo al Niño
Me ha encantado la entrada. Duele, pero me encanta

Juana la loca dijo...

Me acuerdo de una paliza que recibí de pequeña , pero no recuerdo por que....

Historias del Metro dijo...

A mí lo que más me alucina de Dios, no es que se dejara abofetear. Es su paciencia con nosotros. Es algo incomprensible. Pero claro, mi corazón es muy pequeño.
Una entrada preciosa.

Anónimo dijo...

Gracis, despierta mi corazon,para estar mas cerca del Señor.

Vila dijo...

Si sigue escribiendo así no vamos a terminar nunca la selección... Siga por favor, secundo que procede una segunda parte.

Gracias, me ha ayudado a rezar y a desagraviar.

Anónimo dijo...

A mí me han echado de la farmacia donde trabajaba sin previo aviso sin corregirme nunca nada durante el año y medio que he estado creo que porque no he vendido nunca la pildora del dia de después y le he explicado a cada niña de lo que se trataba, además ha debido de descubrir mi exjefa que soy del Opus Dei, nunca me lo había preguntado y nunca se lo dije, pero se veía de lejos y todo lo ha maquinado durante los 5 días que he estado de curso de retiro, y al volver zas, bofetón. Lo he intentado llevar con serenidad, le pregunté las causas del despido y no me dijo ni mu. Le dije que no le tenía rencor, que si le podía dar dos besos para despedirme.. pero eso sí tengo todos los papeles en el abogado para reclamar mis derechos. Buena sí pero tonta no. Echarme un recico, más que para que encuentre trabajo, que es casi imposible, para que no me hunda, que después de tres días de entereza ha empezado a invadirme un poco la depre. Con 36 años no es tan facil colocarse... en fin confio en las oraciones del globo para mantener la serenidad y salud mental. Gracias.

GAZTELU dijo...

Querida Maisa, si te sirve de consuelo, yo te digo públicamente que me he sentido orgullosa al leer tu comentario de ayer, (no porque yo sea también miembro del opus dei, de lo cual me siento feliz y orgullosa)sino por la valentía que has demostrado en el cumplimiento de tu trabajo.

No permitas ni un solo pensamiento que "conjugue" la palabra DEPRESION y cuando llegue el desánimo piensa en todas esa adolescentes a las que has aconsejado e incluso has podido sacar del infierno al cual se dirigían directamente sin atajos.

Dios premia a los buenos como tú.
Recibe LA BOFETADA de tu jefa con la misma humildad con la que la recibió Jesucristo y confía en la sabiduria de tu abogado para defender tus derechos.

La coherencia y una conciencia tranquila te ayudarán a llevar mejor la cruz de la injusticia que Dios te está pidiendo en estos momentos.

Cuenta con mi más sincera oración y te uno a mis intenciones en la misa de hoy.

Si necesitas ayuda para tu "salud mental", no dudes ni un segundo en pedirla cuanto antes,te lo dice una servidora con experiencia en esos temas; no caigas en la soberbia de que tu sola puedes sobrellevar el tema. Un abrazo fuerte y ya nos irás contando como va tu tema.

GRACIAS

Vila dijo...

Maisa, ánimo, ya estas dentro del gestor de oraciones. Que como dice el globero mayor "tan buenos frutos da".

Anónimo dijo...

Fue una pena que Jesus no tuviera abogados a los que acudir... La bofetada hubiera sido menos dolorosa entonces.....

Papathoma dijo...

Tengo tres hijas y es un alivio pensar que hay gente como tú, que no les va a dar la PDD sin más, sin explicarles nada.

Ánimo, el bajón es normal, pero se te pasará. Además creo que en este globo hay algún tipo de enchufe celestial... No sé por qué me da que no vas a estar mucho tiempo sin trabajo.

(Personalmente te pediría que, cuando te dé el bajón, te acuerdes de Asia Bibi, de Pakistán, que por defender su fe se ha jugado la vida. Me siento orgullosa de gente como vosotras. Mucho ánimo!)

Historias del Metro dijo...

Maisa, ten por sentado que rezaremos. Pero por favor, no olvides que el Señor siempre premia, no se va a dejar ganar en generosidad. Antes de que te lo esperes, conseguirás un trabajo nuevo. Tú has dado la cara por tu fe ¿no la va a dar el Señor por ti? Hazme caso, ¡eh! Nada de bajones. ¿Tú tienes 36? Yo 32 y acabo de conseguir trabajo. Además, ¡ni que fueras una anciana! Si yo fuera empresaria siempre cogería a una persona adulta con la cabeza bien amuebladita. Ale, pero a Dios rogando y con el mazo dando. Concéntrate en buscar trabajo y luego el Señor hará bien el suyo. ¡De verdad! Tengo la experiencia muy, muy cercana...

Anónimo dijo...

Gracias, Muchas gracias a todos y a D. Enrique que aunque está mudo segura estoy de que me encomendará. Os pondré al día de los posibles empleos y mi éxito con la abogado.

Anónimo dijo...

Un fortísimo abrazo Maisa. ¡Adelante!