domingo, 8 de mayo de 2011

No dejes que la realidad...

 



“No dejes que la realidad te estropee una gran noticia”.
Como es sabido, se trata de un refrán desvergonzado que se enseña en todas las facultades de periodismo como ejemplo de lo que nunca debe hacer un buen informador. Una “gran noticia” no será grande ni será noticia si no retrata la pura realidad.
¿Y sí la realidad te malogra una metáfora, una imagen brillante, un sutil juego de palabras o un retruécano ingenioso?
Un conocido escritor español se me cayó del pedestal cuando declaró en una entrevista:
―Lo confieso; por una buena metáfora sería capaz de renunciar a todas mis convicciones.
Seguramente exageraba; pero tengo que recordar siempre que las palabras son damas engañosas que seducen y entontecen al que las maneja con demasiados miramientos. Debo utilizarlas sólo como herramientas para expresar exactamente lo que pienso o lo que veo, nunca para mirarme en ellas ni hacer ejercicios malabares.  
Mentiría si dijera que no he sentido esa tentación más de una vez.

9 comentarios:

LAH dijo...

Cuanta sabiduria encierra esta entrada! me encanta venir por aqui!

Antuan dijo...

Pues añado que no cambio una metafora por la realidad. las cosas como son. Me gusta escribir sobre la vida misma. Es más acabo de escribir sobre lo que vi escrito en un panel en la zona del ave: EL TIEMPO NO EXISTE... NO TENGAS PRISA. Adiosle

Bernardo dijo...

No me gusta el cinismo. Cada vez menos.

Anónimo dijo...

No nos dejemos engañar, de las argucias y engaños literarios retóricos periódisticas, a nosotros los cristianos Jesús nos dice:(j.8 32)"la Verdad os Hará Libres".
Me viene a la memoria un dicho filosófico,entiendo actualemte en bastante deshuso que dice como tenemos que exprsar las cosas dice: "debemos contemplar causas como causas y las cosas como Son"
Elpidio

Relicary dijo...

Pienso que la descripción de la realidad no debe precisamente modificarla, si hago uso de una metáfora, es para expresar con mayor profundidad la realidad de un sentimiento. Tiene su parte buena y su parte menos bena, y hay que usarlas con sabiduría, pero entre esas condiciones no está seguramente la de tergiversar la vardad o romper pilares morales :)

Anónimo dijo...

y ¡qué maravilla cuando consigues expresar lo que piensas o, más difícil todavía, lo que sientes! A mí me pasó una vez, cuando tenía unos 15 años (allá por el principio de los tiempos), que tenía la tristeza tontaina de los 15 años (por un chico, claro) y me puse a escribir y escribir lo que me iba saliendo y después de no sé cuánto tiempo, me sentí liberada, como si hubiera volcado en el papel todo. Y eso que eran como frases cortadas que todas empezaban por "y", menos la primera que era "Por eso, porque yo no soy como tú, te pido algo que tú no puedes darme..." Y no sigo, pero todavía me lo sé de memoria. ¡Qué invento, las palabras!
Y aunque no venga al caso, tengo un hijo que hace parkour, y como poca gente sabe lo que es eso, tiene un vídeo en YouTube que se llama "El parcour es duro.. Santi y Dave" por si queréis verlo. Mi chico es Santi, el de la camiseta verde, en un momento dado. Mercedes

Anónimo dijo...

Y lo del vídeo de parcour es para que si véis a alguien haciendo eso, que sepáis que no son unos gamberros, sino que están haciendo deporte. Yo tampoco lo veo muy claro, pero mi hijo se enfada mucho cuando le digo que lo de trepar por el mobiliario urbano, no me acaba de convencer. Mercedes

Papathoma dijo...

Me ha encantado el video de tu chico, Mercedes...y no sabes cómo me tranquiliza saber que lo que hacen mis hijas desde enanas, tiene nombre y encima es un deporte!!!

(La próxima vez que alguien me diga eso de "señoraaa,¿pero no ve que se van a hacer daño?", diré que son especialistas en parkour y están entrenando.Lo que hace el saber el nombre de las cosas!!!)
:)

Anónimo dijo...

La metáfora y la analogía son dos de los argumentos más débiles que hay, aún cuando resulten inteligentes y/o oportunas. Siempre cabe encontar un contrario igual de ingenioso que desmonte el argumento. Prefiero la racionalidad y desde luego, una buena convicción.
Como las mías en relación a algunos creadores de opinión y escritores de éxito. Pero prefiero no seguir...
Buenas noches, búhas y búhos.

Romano