Que
por nosotros los hombres
y por nuestra salvación, bajó del Cielo (I)
Reanudamos los comentarios al Credo en el año de la fe. Hoy incluyo una reflexión apasionada y certera de una asidua del blog, que no quiere revelar su nombre ni su nick. Como veis, escribe muy bien y con fuerza.
Dios me quiere. Antes de que naciera, Dios me imaginó, me soñó, me quiso. Exactamente como soy, con mis defectos, con mis virtudes. Con mi carácter y mi genio. Imaginó mis ojos, mis manos, mi voz.
Y antes de nacer yo, me quiso tanto (a mí, sí, a mí) que se hizo Hombre, y pasó por el mundo haciendo el bien, y pagó por mi derecho a la vida eterna con su Cuerpo y su Sangre. Sabiendo lo que yo iba a hacer, se entregó a la muerte para darme vida. Y lo hizo solo por mí.
―Por todos, ¿no?
―No. Lo hizo solo por mí, y solo por tí y solo por tu jefe. Por todos, pero de una forma individual, no colectiva. Por todos, no. Por cada uno.
Y, según Dios había previsto, nací. Tal y como Dios me imaginó, hasta en el más pequeño detalle. Me dio ojos para mirar con ternura, manos para acariciar, labios para reír y para besar, voz para cantar nanas y decir te quiero. Y un cuerpo para amar y servirle. Y puso un trozo de Sí mismo dentro de mí, y yo le llamé Amor. Y me quiso tanto (sí, sí, a mí) que me dio la libertad para amarle o no. Y decidí no amarle, porque... No sé por qué. Y entonces utilicé sus dones para ser "libre": usé las manos para abofetear, los ojos para mirar con ira, la voz para insultar, y mentir, y el cuerpo para comprar sucedáneos de amor. Y durante todo ese tiempo, Él siguió mirándome, y deseando, activamente, que yo le quisiera. Y si por un momento hubiera dejado de quererme, yo no habría existido nunca. Y Él me siguió queriendo. Y me llamó. Por mi nombre, y me dijo: te amo, a tí, tal y como eres.
No tienes que fingir, no tienes que ser diferente. Es a ti a quien quiero. Déjate querer. Y descansa.
16 comentarios:
Al leer este comentario me han venido a la cabeza mis hijos mayores y tanta gente joven ,que se van apartando muchas veces por dejadez de la fé,me hace pensar sino habremos sabido impregnarlos de esa "luz de luz" que hace días comentabamos,y no descanso ,me entra angustia y pienso que algún día el Señor en el camino de sus vidas se les hará presentes.
Me encanta lo que ha esrito!!
Está genial explicado, es lo que todos sentimos pero no sabemos expresar...
gracias
Precioso!. Lo más bonito, el final: "dejate querer.Y descansa". En ese momento es cuando encuentras la paz.
Para meditar cada frase. ¡Gracias!
Precioso. Gracias.
Gracias
Gracias, amiga. Es bueno saber que vamos juntas mirando la Luz.
Gracias "anónima" por escribir esas palabras. Las comparto y rezo cada una de ellas dando gracias a Dios y pidiéndole perdón, y una vez mas, como tantas veces al día, recomenzando...
Está bien, si, me quedo con déjate querer y descansa. ¡Muy bueno! yo tambien recibo muestras de cariño cada dia de Dios y de sus criaturas y te juro que se me saltan lágrimas. me cuidan demasiado, es verdad que yo tampoco me ahorro esfuerzos, me doi al trabajo que es lo que llena el dia, eso tambien me descansa, me llena, me hace sentirme util. pero si no fuera así me conformaria con su voluntad? que sea lo que Dios quiera como El. Adiosle
Queridísima anónima me ha encantado tu espontánea oración. Siempre supe que escribías estupendamente (sorry, pero tu estilo te delata…). Y ese final me suena y mucho. En realidad es suyo, D.Henry, y lo sé porque es algo que se me quedó grabado en mis “correrías” por su globo allá en mis inicios por estos lares. Justamente por estas fechas, para contrarrestar Halloween.
“Santo es precisamente aquel que no se disfraza, el que se deja amar por Dios en todos los momentos de su vida y corresponde con generosidad a ese amor” (http://pensarporlibre.blogspot.com.es/2010/10/halloween.html)
Gracias anónima!! pero hazme un favor y escribe otra aportación al Credo usando tu nick, ¿vale?.
precioso texto, dulce y con fuerza a la vez.
¡Que gozada! "Es a ti a quien quiero" ¿a mi?. Me pongo roja y todo...
Impresionante, me he quedado sin habla. Para llevarlo a la oración, y paladear cada frase. Y rezar para que, de verdad, nos lo Cre-a-mos.
Lo acabo de leer y...sinceramente me ha encantado!! Algo que sabemos tan bien pero curiosamente muchas veces se nos olvida...muchísimas gracias!
dejate querer y descansa.
eso estoy esperando hace tiempo.
me encantaría.
adelante
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