sábado, 10 de noviembre de 2012

En el año de la fe (18)


Se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre

Tu Encarnación, Señor, no fue un disfraz ni un maquillaje. Te tomaste en serio nuestra condición terrena. Fuiste carne y sangre, inteligencia y voluntad humanas. Lloraste con lágrimas de hombre y aprendiste a reír con cada centímetro de tu piel, como sólo saben reír los niños. Tu corazón empezó a latir igual que el mío, como un sismógrafo capaz de medir con precisión la intensidad y el ritmo de tus emociones. Aprendiste incluso a aprender, porque en este mundo nadie nace sabiéndolo todo. Tu Madre te enseñó a usar los cubiertos, a lavarte y a peinarte; a ser cortés, recio, valiente, generoso…
Eras Dios, pero aprendiste a obedecer como una criatura. Supiste cansarte en el trabajo y te enseñaron a descansar para rendir más al día siguiente. Hablabas igual que tu padre José. Sin darte cuenta imitabas sus expresiones sus gestos, su acento galileo…
Fuiste débil, porque fuiste Hombre. ¡Cuántas veces te vi caer derrengado y dormir en el suelo después de muchas horas de camino!
Y en el colmo de tu humanidad, te hiciste mortal. Tu cuerpo, como el mío, traía inscrita bajo la piel su fecha de caducidad. Por eso pudieron matarte. Semetipsum exinanivit formam servi accipiens (…) «oboediens usque ad mortem. Así lo dijo San Pablo: “se anonadó a sí mismo tomando naturaleza de siervo (…) obediente hasta la muerte.”
Ahora, a la derecha del Padre, tu cuerpo glorioso resplandece para siempre, vencedor del pecado, de la muerte y de la corrupción. Pero yo sé ―lo creo firmemente― que también allí, en el Cielo, Dios tiene un corazón que late como el mío.
Ojala pudiera acompasar mis latidos a los suyos.
 

13 comentarios:

pacita dijo...

Como quiere que escribamos algo medianamente bien despues de estas Maravillas??????'ojalá supieramos transmotirlo así con nuestro modo de vivir a nuestras familias ,vecinos .......yo creo que eso ya es una forma de acercar a la gente a Dios .verdad?

pacita dijo...

como va el frio yomisma?

Almudena dijo...

Bueno...¡Pedazo de explicación! y se lo agradezco en el alma, porque llevo una racha que sólo puedo pensar tonterías. Me he podido zambullir de cabeza en esa Humanidad

Cordelia dijo...

Jo
Gracias
Voy a por clínex

Miguel Navarro dijo...

Además fuiste palabra que se derramó fecunda sobre los corazones marchitos.

Blanca Elena dijo...

Padre Enrique, cordial saludo. desde hace varios dias he tenido la gran oportunidad de leer este Blog y es como un remanso de paz donde se mezclan tantos asuntos pero todos relacionados con DIOS. Los mensajes del Año de la Fe excelentes!. Muchas gracias.

Vila dijo...

Tal vez digo una burrada, pero con este texto, y sus últimaa frases,ha conseguido que me acerque mas al misterio de la Santísima Trinidad.

Anónimo dijo...

Don Enrique ¿ usted tiene pensado hacer o publicar un libro con estos comentarios sobre el año de la fe? La verdad son grandes temas para hablar con el Señor en la oracion.
Gracias

Enrique Monasterio dijo...

No tengo pensado nada. Son pensamientos escritos deprisa. Ya veremos.

pacita dijo...

Deprisa dice? vamos ,vamos que me voy sintiendo gusano.

Antuán dijo...

Esto es la introducción de un relato que tengo empezado aunque pienso que nadie va a retroceder, ahí pega... "Ni encuentro el amor que falta…
Para completar el día.
¡Ni aunque fuera mediodía!
O al atardecer o medianoche.
Una canción no basta para hacer…
Eco en las montañas.
Ni un rio para aliviar la sed de los sedientos.
¿Cuándo aprenderé que no soy yo bastante?
Que no soy nada.
¡Si no fuera por ti!
Ni siquiera promesa.
Y aún así tengo el valor de…
Ofrecerte mi vida". Adiosle

Enrique Monasterio dijo...

Antuan, es muy bonito eso que has escrito.

yomisma dijo...

Pero que muy bonito.