miércoles, 14 de noviembre de 2012

En el año de la fe (22)


…y resucitó al tercer día, según las Escrituras.



¡Ha resucitado, sí! Jesús ha resucitado.
―Pero entonces, ¿por qué no se incendian las estrellas para celebrar el triunfo de la vida sobre la muerte? ¿Cómo es posible que aún no suene la gran sinfonía de la resurrección?
―¡Mares, ríos, montañas, desiertos, océanos, huracanes todos, reuníos bajo la batuta del Creador! ¡Pájaros del cielo, borricos, pastores, estrellas de oriente!, ¿por qué os escondéis?
Jesús resucita en silencio en la noche más triste de la humanidad. Mientras los apóstoles rumian su dolor y su vergüenza, unas pobres mujeres enamoradas que no tienen miedo a los soldados ni a la gran piedra que ciega la puerta de la tumba, caminan decididas para ser los primeros testigos del triunfo de Cristo.
―¿Testigos, las mujeres? ¡Qué patraña! ¿Acaso no sabéis que las mujeres no son aptas para declarar en juicio? Ni siquiera los tribunales de Roma las escucharán.
Lo dirá el propio Cleofás unas horas más tarde mientras huye con su compañero camino de Emaús:
―”Algunas mujeres de las nuestras nos alborotaron, porque fueron muy temprano al sepulcro, y al no hallar su cuerpo, regresaron diciendo que habían visto visiones de ángeles… Pero, ya sabes cómo son las mujeres.
Tienen que pasar los días para que los apóstoles asimilen por completo la verdad; el hecho histórico que es fundamento de toda nuestra fe. Jesús ha resucitado y ya no volverá a morir.
Han pasado más de veinte siglos y los cristianos no tenemos un mensaje más grande ni más definitivo que éste: el Señor vive. Ya no podrán matarlo sus enemigos. Es Eucaristía en el Pan y en el Vino consagrados; es Palabra en su Palabra proclamada; es Amigo que escucha y habla si nos dirigimos a Él en la oración; es Pobre entre los pobres del mundo. Aún resucita muertos, sana enfermos y atraviesa el mar caminando sobre las olas. Sigue expulsando demonios y curando a los tristes.
Es verdad que hoy, como entonces, se esconde para no imponer su presencia a los que no quieren verlo. Pero sigue llamando, buscando amigos, esperando una mirada limpia que pueda reconocerlo.
 

13 comentarios:

yomisma dijo...

Pero cómo que se esconde? Si está en casi todo lo que vemos, oímos, tocamos: en esa puesta de sol, en el mar encabritado, en la luna llena, en la risa de una niña, en el huracán Sandy, en las lágrimas de un padre, en el bocadillo de chorizo, en las ocho horas de sueño, en los pájaros (sobre todo en los pájaros), en la amistad, incluso en el wassap. Y sobre tod esta en el sagrario, y si nos quedamos quietos y callados nos chorrea de gracias y de amor.

Mercedes dijo...

Precioso Don Enrique:
Muchas gracias
Mer

pacita dijo...

Si ,es verdad que a veces parece que se esconde ,o por lo menos no lo encuentras con tanta claridad como lo expone yomisma.

pacita dijo...

Nos está dando tanta materia que yo no doy a basto a leerlos todos con profundidad

Miriam dijo...

Sí, es mucho a meditar, mucho a pensar y a rezar.
gracias¡¡
(aunque comente poco, gracias a todos)

Anónimo dijo...

Pacita ssss
ya lo leerás otro día pero no te quejes no vaya a cambiar el ritmo.

Vila dijo...

Y exactamente esta es la razón por la que no es vana nuestra Fe. (No lo digo yo, ya lo dijo S.Pablo)

Un día hablando con Ignacio, el muchacho me sorprendió, porque cuando hablábamos sobre la muerte de Jesús él me puntualizó: "murió y RESUCITO". Y pensé: cierto, lo importante es que resucitó.

Bien sabe usted que esta entrada es el broche de oro a las secuencias de la Pasión.
Si acepta una sugerencia, hable con su editor para incluirla en "Relatos a la sombra de la Cruz" y no nos deje rezando sólo a los pies de la Cruz, pues como me recordó mi hijo: lo importante es que resucitó.
Bueno, es solo una sugerencia tal vez escrita en un lugar poco apropiado.

pacita dijo...

vale no me quejaré

Antuán dijo...

Si yomisma ¡Jesús vive! yo tambien aprendí a tratarlo con mi padre que me llevaba a rezar a su manera cuando volvia de la mina o del campo. Después hice mis oraciones aunque a veces no se me ocurre nada escribo unos renglones y me aconsejan que ¡muy bien! que siga y que se lo repita todo el rato. Que a Él le gusta. Adiosle

Cordelia dijo...

Túmisma, me ha encantado lo de las 8 horas de sueño. El día que las pille no me lo creo.

Ayer el trabajo fue muy duro. Largo, difícil, triste, agotador. Y encontrar a Jesús en la Eucaristía, cinco minutos de paz. Y las locas del wassap, claro. Esas también. Deo gratias

Asumpta dijo...

Dios no se esconde.No se puede esconder.Sería horrible si lo hicíera.


Papathoma dijo...

Pues conmigo juega al escondite que no veas...Tardé en cogerle el tranquillo al jueguecito.

Chari dijo...

Todo esto que decis ayuda mucho, es la primera vez que entro. Gracias