martes, 12 de noviembre de 2013

Molinoviejo, mi casa

Molinoviejo me recibe con un cielo azul que se va poblando de estrellas a partir de las 7 de la tarde, y un frío seco, estimulante, que me cura el catarro de golpe, sin más trámites.
Otoñean los árboles del jardín. Hay hojas de oro puro, que  parecen de fiesta, y hojas bronceadas que esperan la llegada de una brisa compasiva que las deposite en el suelo. La gama de los verdes es infinita, y como hay pocos pájaros, cada uno de ellos se constituye en rey de su pequeño territorio.
He venido a predicar un curso de retiro ―uno más― a veintisiete numerarias auxiliares. Comienzo, como siempre, a las diez de la noche.
Hemos hablado de Zaqueo, aquel publicano pequeñajo que no tuvo inconveniente en hacer el ridículo subiéndose a un árbol, a pesar de ser un personaje importante en Jericó, para ver a Jesús que pasaba. Ésa es una buena actitud al comienzo de un retiro: salir de la multitud, asomar la nariz entre la gente o subirse a una farola para que el Señor nos llame por nuestro nombre como a Zaqueo, y charlar con él a solas, invitarle a nuestra casa y correr el riesgo de que se nos ocurra renunciar a todo lo que nos impide ser felices.
 

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Joroba D.Enri viene usted fuerte de las vascongadas !!

Pedazo de anónimo dijo...

Fijese por donde que Zaqueo es muy amigo mio.

Antuán dijo...

Para un artista eso de los colores está bien, no hace falta cámara de fotos aunque yo la use algunas veces pero reconozco que la mejor es la memoria, la vista. Y sobre Zaqueo es un buen personaje para lanzarse y salir de la multitud. Gracias, es una buena idea. Adiosle

Pilar dijo...

Jo, qué buena introducción: el paisaje otoñal y Zaqueo. "Y Zaqueo salta y salta por ver al Redentor...", decía una canción que aprendí en mi catequesis de niña

pacita dijo...

también pasa q a veces tu Le invitas y parece q no viene

Maite Zgz. dijo...

Buenas tardes.
La historia de Zaqueo,es la esperanza de muchos.
La fotografía es preciosa,tiene significado.

Patty dijo...

Me encanta Molinoviejo, sobre todo cuando voy con mis amigas del cole. Y el relato de Zaqueo también, da que pensar.

Vila dijo...

Y tanto que es su casa...seguro que el año pasado pasó mas tiempo allí que en su casa "oficial"; de hecho debería de pedir un cambio de llaves: que le den las de Molino y deja las otras (por escaso uso).

Ya que está por allí ya sabe lo que le pido siempre, porfa.