Me ha conmovido Guillermo, el blasfemo.
—Yo soy un bufón —ha declarado en una emisora de radio—.
No le he visto la cara ni el gesto, pero sospecho que quería disculparse. Es sabido que a los bufones de la corte se les perdona casi todo cuando son ingeniosos y hacen reír a los reyes. Guillermo, en cambio, no parece muy gracioso. Tal vez si se entrenara… Así, al menos, serviría para algo.
3 comentarios:
Lo mejor que podemos hacer es rezar y pedirle al Señor que nos ayude a perdonar a este tipo de gente, seguidores del Mal. Casos peores se han visto.Pero qué dificil se nos hace a veces encontrar a Jesús en gente así. Admitir que el Señor vino a redimir a todos, incluyendo al bocazas este del Willy.
Vaya, ya me he calentado...;-(
No deja de sorprenderme que en el siglo en el que parece que hemos erigido como valor supremo la tolerancia, haya cada vez más voces ofendiendo desde su posición de poder -politicos sobre todo- a la Iglesia, la Religión, los creyentes...y a todo aquel que no piense como ellos en determinadas cuestiones. ¿Es tolerancia lo que defienden o pensamiento único?
¡¡Feliz día de San Juan Pablo II!! Ahí queda esto (es que le tengo muchísima devoción).
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