miércoles, 24 de julio de 2013

Y tú, ¿de qué estás harto?

He aquí un refrito. Escribí este artículo en MC hace diez o doce años. Hace unos días oí a un orondo y sudoroso ciudadano de mi pueblo que estaba "harto de los hombres del tiempo" y recordé entonces haber dedicado unas líneas a esta historia. Nunca las había colgado en el globo.


Es sabido que la mayor parte de los adolescentes son de natural quejicas. Lo comenté con Elena, que anda rondando los 19, y aunque se puso hecha una fiera, acabó por darme la razón.
La tribu Danone —mi querida tribu, de la que tanto he hablado en esta página― tiende al lloriqueo y a la melancolía. Lo malo es que la epidemia quejumbrosa ha alcanzado de lleno a los adultos tal vez porque la adolescencia se prolonga.
Veamos algunos ejemplos:
Una cadena de radio ha habilitado un “protestador automático” para que los irritados oyentes vociferen sus quejas por teléfono. Apostaría un brazo de cualquiera de mis lectores a que el éxito ha sido clamoroso: necesitábamos algo así para descargar adrenalina periódicamente.
—¿Y usted de qué está harto?, preguntaba otra imaginativa locutora.
En este caso las respuestas se recogían en directo: “estoy harta de los que sacan a pasear el perro por mi calle y lo dejan todo asqueroso”. “Estoy harta de la vecina del quinto, que tiende la ropa encima de mi tendedero”. “Estoy harto de la campaña antitabaco”. “Estoy harto del humo”. “Pues yo estoy harto de los niños del vecino del quinto, que se mean en el ascen­sor”.
Por un momento estuve tentado de telefonear a la emisora para decir que yo también estaba harto de tanta hartura, pero me contuve a tiempo. Tampoco se trataba de que la presentadora acabara harta de mí por estropearle la idea.
Hoy he puesto la radio del coche a esa hora temprana en que florecen las tertulias-gallinero. Como es lunes, los contertulios andan más irrita­dos que de costumbre, y uno de ellos, que acaba de regresar de vacaciones (“su mere­cido descanso” las llama), se queja de los atascos en la autovía de Valencia, y da por supuesto que la culpa es del gobierno, que no planea las cosas para que un millón de madrileños pueda salir a la vez del mismo semáforo, por la misma carretera.
El tema encuentra eco inmediato en los demás, que se unen enardecidos a las quejas del colega.
Cambio de emisora. Una corresponsal se lamenta de que el servicio meteorológico no acertara en sus pronósticos sobre la gota fría.
—¡Dijeron que caerían entre 30 y 60 litros, y cayeron 200!, clama indignada.
Los italianos dicen lo mismo, pero con más gracia: Piove?: governo ladro!
A continuación otro prestigioso periodista dice estar harto (emplea otra expresión) de que algunos obispos no piensen como él, lo cual los convierte en seres intolerantes. Luego llega el llamado “turno de los oyentes”…, y, como sigue siendo lunes, para qué os voy a contar.
Todo esto se veía venir: el virus del pavo, que hasta ahora se nos antojaba exclusivo de una edad, ha mutado y se ha hecho contagioso. La adolescencia se transmite de forma galopante entre los adultos y se ha convertido en epidemia.
Durante las últimas décadas hemos vivido arropados por un Estado paterno y materno, superprotector y empalagoso, que nos llenó de juguetes, de mimos y de derechos (reales o imaginarios) hasta hacernos creer que éramos los reyes y los pichurrines de la casa. Nació así, según la acertada expresión de H. Kloster, la generación das Recht um glücklich zu sein, o “del derecho a ser feliz”, una tribu de adultos inmaduros que va por el mundo exigiendo lo imposible y quejándose hasta de sus propias indigestiones.
Creo que ya hablamos de esto hace un par de meses; pero hoy he querido volver sobre el tema después de leer hace algunas semanas en La Vanguardia una entrevista con un catalán ex millonario, ex directivo de banca y ex agnóstico, que un día decidió dejarlo todo para irse a trabajar en la India con la Madre Teresa de Calcuta.
Decía el entrevistado que necesitaba un milagro para creer en Dios, y lo encontró en el amor de aquellas monjas por los enfermos. Luego hace balance de lo ganado y de lo perdido en su aventura: “En realidad tenía 8.000 necesidades y cubría 7.950. Siempre me faltaba satisfacer 50 para sentirme plenamente feliz. Ahora tengo tres necesidades y cubro las tres”.
A punto de mandar este artículo, entra en mi despacho Luis, que es quejica por edad y por afición. Le enseño la entrevista de La Vanguardia, y dejo que la lea con detenimiento.
―¿Qué opinas?
―Jo… ―responde lacónicamente―.
―Yo pienso lo mismo ―le contesto―.
 

26 comentarios:

caminando dijo...

Frases.... Me jugaría el brazo d cualquier de mis lectores, virus del pavo, pichurrines.... Siempre consigue la sonrisa y accionar el mecanismo d la taladradora del alma para profundizar un poco más.. Me quedo con las tres necesidades para ser feliz, y a ver si presiono ctrl supr para eliminar del todo las que no son necesarias!! Buenos días!!

Anónimo dijo...

Querido D.Enrique a mis 43 tacos he aprendido una cosa,sencilla y a la vez muy dificil de aprender, la unica felicidad en esta tierra esta en estar cerca de Dios y darse al projimo,cuando era mas joven, tenia muchas ambiciones nobles pero soberbias, por ejemplo hacerme rico, influir en mi pais,tener una buena posicion social, viajar por el mundo....
veinte años despues estoy al frente de mi empresa familiar, arruinandome,sin influir en nadie, mas bien intentando que los malos no influyan en mi, llevo veinte años sufriendo y sin vacaciones y haciendo numeros imposibles para salir adelante,desgastandome a tope.
Pero aqui esta el lado positivo, esto me ha permitido madurar, hacerme fuerte, rezar, disculpar los errores de los demas, estar muy atento a las necesidades de los demas y viendo la cara de Cristo en la cruz. Si me hubiera ido mejor os aseguro que no rezaria nada ,que mi soberbia creceria de forma exponencial y tendria los billetes para el infierno eso si en clase business.
Queridos amigos hay que aprovechar las dificultades para ser mejores, esta vida se nos va y si hacemos las cosas bien nos vamos al cielo.
Queridos jovenes amar a Dios Y al projimo y encontrareis felicidad.
GOYO

Pentamamá dijo...

Tiene razón, podría haber escrito esto ayer mismo y seguiría estando de plena actualidad.
Ya se lo digo yo a mis padres: no hay nada nuevo bajo el sol... Los mayores llevan diciendo eso de "O tempora! O mores!" desde por lo menos Cicerón (y seguro que antes).

Anónimo dijo...

Jo
Lucía

Anónimo dijo...

Generación de mantequilla es mi expresión habitual para la mayor parte de los adolescentes actuales. Lo peor es el contagio y que una vez derretida es muy complicado solidificar. Aviso a navegantes no tan jóvenes ya que es un proceso vírico, jajjajajaja..............

Doublebassist dijo...

Contraofensiva del adolescente o apología del adolescente:

Es en la adolescencia dónde de se forjan las personas y su futuro. Siendo adolescente se toman las primeras decisiones que afectarán a nuestra vida por siempre. Elegimos el rumbo inicial de nuestra vida. Ahí es dónde surgen los bomberos, médicos, ingenieros y artistas.

Es en la adolescencia dónde nos formamos. Aprendemos a apreciar el mundo, dándonos cuenta que nosotros no somos más que una mota de polvo en un mundo infinito.

Es en la adolescencia dónde todavía tenemos la ilusión de poder marcar la diferencia, de aspirar a lo excelente y de cambiar el mundo.

Es en la adolescencia dónde nos confirmamos y adquirimos un compromiso con la fe.

Es en la adolescencia dónde amamos por primera vez. Abrimos el corazón para dejar de pensar en nosotros mismos y darnos a los demás.

En el fondo, son unos años maravillosos dónde podemos hacer locuras que siempre recordaremos.

Todoslosnombres dijo...

Qué sensación más agradable deja leer un buen pedazo de prosa como el de hoy.

Pues sí, parece que nuestra civilización está a la deriva hacia no se sabe dónde, después de haber habitado el mundo del "chachipiruli", donde por el sólo hecho de nacer adquiríamos el derecho a "tener" y ser felices. Pues tendremos que levantarlo todo con energías renovadas, imaginación, buena voluntad y sobre todo, recuperando valores que desechamos.

Hace unos días también me contaron una historia. Una barcelonesa, viuda, jubilada, ni ex ni millonaria, con hijos y nietos, entregó sus ahorros de toda una vida a una institución religiosa, y decidió que con su pensión iba a vivir ella y las familias de una aldea africana, colaborando con una orden religiosa dedicada a la labor misionera. Y allí se fue.
Y me dije, ¡jo!, que no sé si es una burricie o si quiere decir muchas cosas.

Mi frase preferida del Papa Francisco hoy, es:

"La fe no es un refugio para gente pusilánime, sino que ensancha la vida"

Gracias por su delicioso refrito de letritas.

yomisma dijo...

Que buen articulo, don Kloster. Recomiendo lectura de "Cinco panes y dos peces" del cardenal Van Thuan, para hacerse idea de lo de una cosa solo es necesaria, que decía Jesús a Marta.

Merche dijo...

Gracias Goyo.

caminando dijo...

no tiene nada que ver don Enrique,bueno o a lo mejor si... pero sabe si estará el obispo emérito de Brasil don Rafael Llano Cifuentes estará con el Papa?? gacias mil

Anónimo dijo...

Y yo ¿de qué estoy harto?...uff me callo,me callo...

Papathoma dijo...

Hoy el Globo y sus tripulantes están "sembraos".
No me voy a poner a repartir elogios pero sí deciros que me habéis hecho pensar todos.

Y -con permiso del Capitán-: coincido al 100% contigo, Doublebassist... aunque quizás todo eso se produzca en el tránsito de la adolescencia a la juventud (=inicio de la vida adulta); precisamente tomando esas decisiones y poniendo "patas" a las grandes ilusiones, el adolescente deja de serlo, empieza a madurar.

Anónimo dijo...

Anónimo de las 7:48: Yo no estoy cerca de Dios (al menos, que yo sepa) y soy feliz. Ya lo decía alguno en el mundo antiguo, que mas tiene el que menos necesita.

Ateniense

Anónimo dijo...

Un importante estudio cuantitativo llevado a cabo en los EEUU ha concluido que la felicidad manifestada por la mayoria de la gente tiene dos facetas fundamentales:

A) El bienestar emocional consecuencia de unas relaciones personales satisfactorias.

B) El logro de metas profesionales y económicas.

Por mi experiencia personal, estoy de acuerdo con dicho estudio.

Ateniense





Ana dijo...

FELICITACIONES Goyo !!!!!! por tu opinión: me encantó... El secreto de la Verdadera Felicidad se resume en el primer mandamiento "Amar a Dios sobre todas las cosas, y también al prójimo..." Cuanta riqueza en tan pocas palabras, pero que difícil es cumplirlo plenamente... Con la Ayuda Divina podremos intentarlo y cumplirlo siempre...

Ana dijo...

Sinceramente estoy harta de tanta Corrupción ( y chorizos...) en el Mundo entero... Me pregunto sirve de algo quejarnos siempre?? Sería una actitud adolescente, no es cierto?? Que puedo hacer yo para cambiar el Mundo día a día?? Cumplir mis obligaciones lo mejor posible, rezar mucho y encomendarnos a DIOS QUE TODO LO PUEDE !!! que nos ayude a construir un Mundo mejor en donde reine la Paz, el Amor y la Alegría... Como dijo nuestro querido Papa Francisco en la JMJ 2013: DIOS ES LA ESPERANZA, NO PERDAMOS LA ALEGRÍA !!!!!!!!

Fr. J.H dijo...

Anónimo ateniense. Lo que expresa ese "estudio cuantitativo" es el ideal de la felicidad burguesa.
Vente a África y verás lo que es la auténtica felicidad. Misioneros pobres, pobrísimos, que entregan su vida entera a Dios y a los pobres. Nunca he visto sonrisas ni carcajadas más sinceras.
Los santos son felices de verdad, no con una felicidad tipo Walt Disney. Lo suyo es un anticipo del cielo.

Anónimo dijo...

Fr JH, me parece muy bien que haya en África esa gente feliz que comentas pero no comparto que digas que esa felicidad es la "autentica" y que las otras no lo son. Yo me encuentro muy feliz pero no pienso, ni de broma, irme de misionero a África. Yo me encuentro fantásticamente con mi felicidad burguesa y también he sido feliz de niño con un balón y unos amigos, de joven bailando y bebiendo hasta las tantas, etc. Y también he sido feliz estando en la UCI al borde de la muerte. No veo por que dicen algunos que la felicidad esta solamente "a su manera" estando cerca de Dios.

Ateniense.


Fernando Q. dijo...

Ver un regalo de Dios en todo lo bueno que nos llega. No acostumbrarnos a lo fácil. Saber que todo pasa, que está vida es un tránsito a la de verdad. Sentido sobrenatural que nos hace elevarnos ante la adversidad. Confiar en Él. Confiar en Ella. Ayudar al prójimo. Perdonar al que se niega a serlo...

mezclamos todos los ingredientes en la coctelera del alma, y se nos diluyen las preocupaciones. Garantizado.

Anónimo dijo...

¿Por qué será que no te creo, ateniense?
Quizá porque, si te creyera sería aún peor.

caminando dijo...

Ateniense, sabes q te digo, q tienes razón, a mayor satisfacción en las relaciones personales, más felicidad, y a mayor éxito profesional más felicidad, totalmente deacuerdo, yo tengo una teoría que debe estar tb basada en la tuya, xq al final salimos todos de la misma olla:
A) El bienestar emocional consecuencia de unas relaciones personales satisfactorias: mi mejor relación Dios, imposible pedir más, para ti bienestar, para mi, estar en gracia de Dios, a parte d la q me dan mis amigos y mi familia

B) El logro de metas profesionales y económicas. El saber q con mi trabajo saco a mi familia adelante y en esa espiral d donación crecemos cómo personas, y q hay una cosa q yo llamo, economía sumergida, q es invertir sin q se vea con mi trabajo de cada día, en la gente que quiero y ver en poco tiempo q sumerge al 100x1, es un logro que veo cada día, y q me lleva a una meta profesional muy alta. Y me hace my feliz. Xq para ti q es bienestar, q es felicidad,? Para mi eso.... Y lo siento xq no se expresar muy bn x escrito...

Anónimo dijo...

Lo importante es que seamos felices, cada uno a su personal manera. Cada caminante, siga su camino.

Ateniense

Papathoma dijo...

Ahí está el quid del asunto: ¿cómo ser feliz si te falla uno de esos pilares -o los dos-?
Por otra parte, conozco a mucha gente que no es feliz a pesar de sus logros y de haber alcanzado sus metas (o que no hace felices a los que tiene más cerca) y a otros que inexplicablemente son felices en medio de situaciones tremendas. No puede depender solo de eso.
P.D. Por experiencia personal te comento, Ateniense, que aunque tú no estés cerca de Dios, puede que Él sí esté cerca de ti.

Anónimo dijo...

Querido Ateniense soy Goyo, simplemente decirle que usted aunque no lo crea esta cerca de Dios. Dios a veces se esconde, otras veces parece que lo tocas,otras parece que es de colores, otras parece que no tiene color,pero siempre esta ahi, basta observar los amaneceres de verano o el canto temparenero de un jilguero o las preguntas de los niños, Dios es inmenso juega con nosotros al escondite pero siempre esta ahi. Busquelo, encuentrelo amelo, vale la pena, pero le repito probablemnte usted este muy cerca de el aunque a veces no lo note. Un abrazo GOYO

Madreconcarné dijo...

Sé que no tiene mucho que ver, pero me encontré esto y, a pesar de todo, me hizo gracia.
http://blogdrajomeini.blogspot.com.es/2013/06/la-virgen-del-aceite.html

yomisma dijo...

Que bueno!!