domingo, 19 de diciembre de 2010

Adviento (VIII)

Cuento de Navidad 


Cuando María y José salieron de Nazaret con el borrico yo ya llevaba unos cuantos siglos navegando hacia Belén. Me pusieron en marcha mucho antes y nadie me explicó mi destino. A mí, la verdad, tampoco me importaba demasiado; pero un buen día vino el ángel y me lo explicó todo.
Supongo que ya sabéis quién soy. Me llamo Oriente y soy la estrella de todos los belenes, la que vieron los Magos, la que les guió hasta la gruta.
¿Sabíais que hubo un cuarto mago? No pongas esa cara, Gabriel; los lectores más pequeños de este globo deben saber la verdad y yo se la voy a contar.
En realidad no era un mago, sino una maga. Fue una princesa india de veinte años llamada Asavis Duyatalac, que tenía un palacio enorme, joyas fabulosas de valor incalculable, centenares de vestidos y docenas de elefantes blancos como la luna.  Asavis, sin embargo, solo tenía una pasión: la astronomía. Todas las noches desde la terraza de su palacio contemplaba el firmamento y numeraba las estrellas dándoles nombre y apellido para no olvidarlas. 
Hasta que aparecí yo.
―¿Y tú quién eres? ―se preguntó con su vocecilla de cristal―.
―Me llamo Oriente ―le respondí al sentirme interpelada―. 
Asavis no estaba acostumbrada a que le hablaran las estrellas. Por eso, del susto, se quedó un buen rato con la boca abierta.  
―No tengas miedo, princesa ―le dije―, y cierra la boca, que te puedes resfriar. Estoy aquí para indicarte el camino. Dios quiere que vengas detrás de mí. Yo te llevaré hasta la cuna del Rey de reyes.
Aquella noche Asavis lloró de alegría y de miedo, porque sabía que todo era verdad. También ella ―como Melchor, Gaspar y Baltasar― estaba esperándome. En su corazón ardía otra estrella desde que era niña.
Al día siguiente habló con su padrastro y le pidió permiso para partir. No tenía necesidad de hacerlo, porque solo ella era la soberana del reino y propietaria de toda su fortuna; pero Federico ―que así se llamaba el padrastro―, comprendió que la marcha de Asavis podría servir muy bien a sus intereses, y planeó quedarse con el reino una vez que la princesa se hubiera marchado.
―Vete en buena hora, hija mía ―le dijo mientras se frotaba las manos de gusto―. Y, cuando encuentres a ese rey de reyes, me avisas para que yo también vaya a rendirle pleitesía.
Aquella noche, yo misma, le conté a Asavis lo que planeaba su padrastro. Ella me escuchó en silencio y al final me preguntó:
―Entonces, ¿qué debo hacer?
―No lo sé, princesa. Tú debes elegir. Yo soy un camino lleno de aventuras y peligros. Conmigo atravesarás desiertos, pasarás hambre y sed. Sentirás más de una vez la tentación de abandonar…, pero al final encontrarás lo que buscas desde que eras niña. 
―¿Y si te digo que no?
―Si dices que no, mañana te despertarás en tu cama de marfil un poco triste, pero serena. Pensarás que todo ha sido un sueño, que las estrellas no hablan y que debes olvidar la astronomía para cuidar de tu reino.
Asavis se quedó en palacio. No conoció a Jesús, y, de vez en cuando, sale a la terraza, mira hacia el lugar donde me vio por primera vez y repite como si estuviera convencida:
―Fue sólo una estrella; fue sólo una estrella.

16 comentarios:

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

¿De donde ha salido que los reyes magos se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar? ¿que relacion existe entre la estrella de oriente y la estrella de David? feliz navidad.

Isa dijo...

Me ha encantado don Enrique, me ha dado mucho que pensar, y eso es bueno. Ojalá todos nos demos cuenta que Dios nos habla de verdad y tengamos la valentía de seguirle, y no creamos que fue un sueño pasajero.
Gracias.

Antuán dijo...

¿Esto que es el principio de su segunda parte del Belen que puso Dios? si le digo la verdad no se desanime, solo he leido algún trozo. Mi hermano Pablo se lo está leyendo ¡increible! Perdonar mi falta de comocimiento: ¿tuvi o no tuvi? está es la cuestión. ¿y si le digo que no? anoche no me podia dormir buscando algo de musica tranquila y leer para amodorrarme me salio Radio Maria tiene sus cosillas interesantes. iba a ser pero no le tocaba todavía algo, alguien que hablara sobre la persona... interesante. para mi la Persona es la pregunta: ¿y si le digo que si? como dice Oriente seguirás un camino lleno de aventuras, pasarás sed y calor, quizá te arrepentirás... "si miras hacia arriba el techo es alto" lo dudo pues encontrarás lo que buscas porque está encerrado en el corazón colega y es una llamada apremiante que no se puede dejar pasar. De todos modos lo de la princesa no cuela, no digo que le gusten les estrellas, toma y a mi, sobre todo cuando salgo de noche de casa brillan mejor al amanecer pero es cuestión de 1/4 de hora y solo queda la estrella de la mañana. Maria. Dicho. Adiosle

Papathoma dijo...

Pues no se, David, probe a ver si me salia algo parecido a lo de D, Henry con "Si vas a Calatayud"... pero no. Va a ser que sacaron los nombres de los apocrifos.

Almudena dijo...

Yo no creo que el cuarto rey mago, el que no creyó, sea chica... ya vé... qué se le vá a hacer. Me gusta infinitamente más la tradicional, la que lo llama Artabán o algo así y cuenta que no pudo llegar a tiempo al nacimiento porque "se entretuvo" haciendo el bien a aquellos que iba encontrando en su camino,etc, etc. Hoy mi vena feminista-realista me impide creer que quien no creyó ni arriesgó fuera mujer.
Por lo demás, muy bonito el cuento oriental

Ignacio Sevillano dijo...

Feliz Navidad y me ha gustado mucho tu cuento.

Vila dijo...

Un cuento precioso y con un contenido que efectivamente te ayuda rezar; Decir a Dios que SI o que NO, ni mas ni menos.

Fuera del contenido demoledor que tiene el cuento, realmente estoy de acuerdo con que debieron de haber mas magos (o magas...) que viendo la estrella no la siguieron y que nos son desconocidos. Es la vida misma, hay quien sigue su estrella o camino y hay quien lo deja pasar.

Y ahora también saco yo mi vena feminista ¿tenía que ser de nuevo una mujer, como Eva en el paraíso, quien metiera a pata? ... Si no queda otra D. Henry...

Pascalle dijo...

Pues yo creo que más que el hecho de que el cobarde sea hombre o mujer, el cuento (bastante triste) invita a la magnanimidad; a ser más desprendido... (Buena idea para pensar un poco en navidad). Aunque quizá a la pobre chica (perdón: a la pobre maga) le pudo el racionalismo. No le habían enseñado que la razón no siempre es la mejor consejera.

Juana la Loca dijo...

O yo no me enterado bien del cuento o lo que la princesa esta haciendo es sacrificar su "sueño" para salvar el reino. O sea: ser consecuente con sus responsabilidades. Y de responsabilidad nos faltan a muchos unos cuantas kilos....

Miriam dijo...

Mmmm No sé, no me convence.
Triste para ser NAvidad
Quizás pensando que al pasar los años, la chica viajó a Jerusalen y se encontró con el Señor.
Entonces se me hace más fácil releer la historia
Gracias de todas formas

Vila dijo...

JuanalaLoca permíteme que haga una reflexión en alto, ¿qué te sugiere la frase del cuento?: "Estoy aquí para indicarte el camino. Dios quiere que vengas detrás de mí. Yo te llevaré hasta la cuna del Rey de reyes."

Muchos de los que viajamos en este peculiar globo con su peculiar capitán (dicho con todo el cariño del mundo D. Henry), creemos que nuestra vida tiene un sentido, que nuestro último fin es llegar a ser merecedores del Cielo.

Para ello hay infinidad de caminos y cada uno de ellos con diversas y variadas responsabilidades, pero lo que tengo claro es que ninguna de esas responsabilidades (como hija, esposa, madre, amiga, trabajadora o de cualquier clase) me puede separar de mi objetivo final como hija de Dios, no me puede separar de mi camino para llagar al Cielo.

Si fuera así, entonces debería plantearme qué responsabilidad es esa, pues tal vez es algo autoimpuesto y no realmente lo que quiere Dios de mi.

Te puedo asegurar que en los últimos meses las responsabilidades que he tenido que afrontar lo que han hecho es acercarme de pleno a Dios, y he tenido muy buenos amigos a mi lado que me han ayudado a afrontarlas, todo sea dicho de paso.

Me ha quedado un comentario un poco largo y un poco serio también.

Juana la Loca dijo...

Pense que este blog era Pensar por libre, pero veo que es pensar por libre siempre y cuando se coincida con el "capitán" como tu le llamas. Siento diferir y con ello herir sensibilidades. Sigo pensando que la princesa hizo lo que debía. Y Dios la sigue queriendo igual porque nunca deja de ser su Padre.

Marina dijo...

Juana la loca: ¿es que te han impedido opinar? Me parece que no. No te hagas la víctima, anda.

Vila dijo...

Juana te deseo una Feliz Navidad llena de felicidad y alegría, que puedas pasar unos días estupendos con los tuyos.

Lo bueno de este lugar es que efectivamente cada uno puede pensar como quiera, no herimos ninguna susceptibilidad al disentir.

Y hoy en algo sí estoy de acuerdo contigo, Dios ante todo es Padre y siempre nos va a recibir con los brazos abiertos tantas veces como nosotros se lo pidamos. Solo basta que queramos.

Feliz Navidad a todos también

Nico dijo...

Querida Oriente: Deberías haber sido más sincera, haberle dicho a la princesa más clarita la verdad, que si no te sigue se quedará muy triste en su jaula de oro y lo lamentará toda su vida, que eso que quiere y no tiene (porque para tenerlo hay que dejarlo todo y lanzarse a la aventura) es lo único que puede hacerla verdaderamente feliz.

Anónimo dijo...

Hola don Enrique!! Usted es un crack. Hace unos meses estuve en un curso de retiro en Valdemilanos con mi clase (soy de 2º de bachillerato).
el caso es que el sacerdote que dirigia el retiro nos contó este cuento y dijo que era "de un sacerdote" me encantó y enseguida supuse que era suyo. por eso me ha hecho mucha gracia ver que al meter en goolge "asavis duyatalac" (me hizo mucha gracia el nombre) salia su blog, que por cierto lo visito a menudo.
simplemente felicitarle por todo lo que hace.