domingo, 6 de mayo de 2012

Desde mi ventana



 Esto es lo que veo cada mañana cuando me despierto en Gaztelueta.
―No estoy de acuerdo, Iñaki. Tú dices que todo ha cambiado desde que nos fuimos de Gaztelueta: el chalet, los pabellones, los campos de deportes… Pero lo más importante no es eso.
―Te refieres al espíritu…
―Y a lo que veíamos desde aquí: el horizonte, el Abra, el Cantábrico, las nubes cargadas de agua que llegan del mar; la silueta del Serantes, que muda de color tres veces al día… Yo sigo teniendo ante los ojos ahora el mismo milagro. Claro que entonces no me daba cuenta.

3 comentarios:

Vila dijo...

Su Serantes, ay! su Serantes...

Feliz semana

MARTINA dijo...

Es un privilegiado Ud. con tener esa vista !!! No dan ganas de moverse de ahí !!

Antuán dijo...

Desde luego que es una gozada ver el mar desde la ventana aunque yo me las ingenio y tengo recortes de fotos de paises pegadas en la pared no se si le envidio mucho, soñar no me cuesta nada. Al pobre lo que le den Adiosle