El cuento de Taquito es para Ignacio y para otros chicos de su edad que van a hacer la primera Comunión. Pero ahora resulta que hay adultos la mar de perspicaces que ya han adivinado el final del cuento y pretenden colocar sus comentarios para que yo les aplauda.
Pues no, chicos. Quedáis censurados los seis. Esperemos al final: Ignacio, que de tonto no tiene un pelo, también ha empezado a sospechar cómo termina la historia.
Mañana, capítulo III. Pasado, el IV.
6 comentarios:
bravo, bravo, me encanta esta censura.
Como me dice siempre: Paciencia, jajajaja
Es un poco cruel el hacernos esperar. ¿No puede darnos unas pistas?
Los cuentos son como los paseos, lo divertido no es tratar de adivinar hacia donde nos llevan, sino disfrutar lo colorido del paisaje... anda, espero con ansias los próximos capítulos...
¡¿Cruel?! Pero si yo he hecho siempre lo mismo con mis niñas cuando empezaba a leerles cuentos largos por la noche: no sabéis con qué ganas se iban a la cama al día siguiente para ver cómo seguía!!!
A mí me ha encandilado. La pena es que solo sean cuatro entregas.
Lo que le ha enfadado a usted es que le han adivinado el final, porque iba a ser de lo más típico. Ahora debería agradecer a sus críticos, que le obligarán a inventar otro, en vez de zaherirlos ante la aprobación asegurada de sus incondicionales.
Lo siento, Sebastián, ni me he enfadado ni he cambiado nada. Sencillamente, quería que el cuento fuese leído por un niño, no por un sabiondo.
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