sábado, 29 de junio de 2013

Las dos alas de la Iglesia


Hace cuatro años escribí aquí una breve reflexión sobre la fiesta de hoy, San Pedro y San Pablo. Hablé entonces de raíces y alas, tomando como punto de partida un conocido poema de Juan Ramón Jiménez. Pedro es la raíz que mantiene en pie el árbol frondoso de la Iglesia y lo alimenta cada día; Pablo, las alas, las ramas, que por sustentarse de la savia que le trae la raíz, crecen y vuelan cada vez más altas y más libres.
Hoy en la meditación he preferido la imagen de las alas. Pedro y Pablo, se ha dicho, son las dos alas de la Iglesia. Las dos son necesarias para que esta Nave vuele hasta el último rincón del mundo.
Hay quien querría prescindir de una de ellas. Querrían una Iglesia sin raíces, sin convicciones, sin Pedro; o, por el contrario, una Iglesia anclada en la piedra, convertida toda ella en roca; inmutable, muerta y fosilizada.
Tengo en casa un viejo anuncio de Iberia que recorté de un periódico hace años. Tiene un eslogan que me gustó: “usa tus alas”. Cada vez que lo veo pienso en mi vocación. No puedo llevarla arrastras, porque pesaría demasiado. Debo usarla para volar, para no sentir el peso de mis miserias.
Mañana, cuando vuelva a leer ese anuncio, pensaré en San Pedro y San Pablo, las dos alas de la Iglesia, y pediré al Señor que no me deje desertar de las raíces, de la fe de Pedro, y que no me canse de volar, de navegar como Pablo en la cresta de la ola para que el mensaje de Jesús llegue hasta los últimos rincones de la tierra.

18 comentarios:

caminando dijo...

Me recuerda a otro poema....
(San Juan de la Cruz. Noche Oscura del Alma)

Tras de un amoroso lance, y no de esperanza falto, volé tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance.

5 Para que yo alcance diese a aqueste lance divino, tanto volar me convino, que de vista me perdiese; y con todo, en este trance, 10 en el vuelo quedé falto; mas el amor fue tan alto que le di a la caza alcance.

Cuando más alto subía deslumbróseme la vista, 15 y la más fuerte conquista en escuro se hacía; mas por ser de amor el lance di un ciego y oscuro salto, y fui tan alto, tan alto, 20 que le di a la caza alcance.

Cuanto más alto llegaba de este lance tan subido tanto más bajo y rendido y abatido me hallaba. 25 Dije: ¿No habrá quien alcance! Y abatíme tanto, tanto, que fui tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance.

Por una extraña manera 30 mil vuelos pasé de un vuelo, porque esperanza de cielo tanto alcanza cuanto espera; esperé sólo este lance. Y en esperar no fui falto, 35 pues fui tan alto, tan alto, que le di a la caza alcance.

Fernando Q. dijo...

la reflexion de don Enrique, certera; Esencia y Apostolado.
El poema de S. Juan de la Cruz, hermoso. Gracias, Caminando.

caminando dijo...

Si! Y el poema de san Juan es x lo de las alas de la iglesia, san Pedro, san Pablo, fe y esperanza, q a pesar de las miserias de cada uno Dios está por encima, arriba. lei hace poco q “Donde todo termina…abre las alas”, entonces la vocación, es lo q te hace volar hacia Dios

yomisma dijo...

Gracias don Enrique, la idea de "usar" la vocación para volar es inmensa.
(San Juan de la cruz en modo "copy-paste" pierde bastante)

Todoslosnombres dijo...

Pedro la roca; Pablo el evangelizador "alado" y sin reservas.

"No Pedro sin Pablo. No Pablo sin Pedro" ha sido el final de la reflexión del Evangelio de hoy.

¡Y también es el día del Papa!

Hoy sus letritas tengo que releerlas porque me llevan a la meditación. Gracias.

caminando dijo...

Claro q pierde... sólo lo puse xq me recordó esa poesía y lo uni a las palabras de d. Enrique... no tengo tanto dominio del teclado para escribirla entera...

Cordelia dijo...

Yomisma, me has pisado el comentario (el primero, porque el segundo no se me había ocurrido, pero coincido completamente). Gracias, don Henry.

Antuán dijo...

Usa tus alas!... está bien la idea del periódico, de vez en cuando dicen algo cuerdo. Dios cuenta con nuestra correspondencia a la Gracia. Como todos tengo mi pequeña experiencia y cuando vea que es demasiado me viene una antigua idea: ¡Fiel es Dios! quien saca adelante a su Iglesia y a nosotros. ADiosle-pido

Anónimo dijo...

Gracias Don Enrique,es cierto eso de las alas, dos alas, dos se necesitan para volar muuuuuuy alto...
buena aportación la de Caminando, ese saber asociar los clásicos místicos castellanos, (así que al margen quedan comentarios sobre "copy-paste", resulta un comentario poco constructivo....)
Acabemos como hemos empezado con esas alas porque lo importante es volar!!!

Olga dijo...

Gracias D.Enrique por su hermosa reflexión

Ana dijo...

Preciosa entrada D.Henry !!!!! Que Cristo Resucitado nos ayude a DIFUNDIR EL EVANGELIO A TODOS LOS CONFINES DE LA TIERRA... Volemos cada dia haciendo FELIZ A QUIEN TENEMOS AL LADO, practiquemos el PERDON Y EL AMOR siempre...

Ana dijo...

"Usa tus alas" para volar muy alto siempre... Trasciende a los enfados cotidianos, y da Gracias por la Vida, por la Salud, por el Trabajo, por la familia, por los amigos, etc. Buen Finde !!!!!! Gracias D.Henry por esta hermosa reflexion....

yomisma dijo...

Cuando pongas un nombre te tendré en cuenta, anónimo, mientras tanto, que te den.

caminando dijo...

Yomisma, tampoco es para ponerse así...cada uno pone lo q quiere no??? Como tu... lo de copiar y llegar es lo de menos... hay q saber trascender...

caminando dijo...

Pegar, no llegar...

yomisma dijo...

Si, caminando, tienes razon, cada uno pone lo que quiere.

caminando dijo...

yomisma, perdona si te moleste, me encanta este blog y me encanta escribir y leer, y justo lo q tu pones me parece un puntazo... mucho sentido comun y humor... escribo bien lo de San Juan...

Tras de un amoroso lance,
y no de esperanza falto,
volé tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

1. Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino,
tanto volar me convino
que de vista me perdiese;
y, con todo, en este trance
en el vuelo quedé falto;
mas el amor fue tan alto,
que le di a la caza alcance.

2. Cuanto más alto subía
deslumbróseme la vista,
y la más fuerte conquista
en oscuro se hacía;
mas, por ser de amor el lance
di un ciego y oscuro salto,
y fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

3. Cuanto más alto llegaba
de este lance tan subido,
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba;
dije: ¡No habrá quien alcance!
y abatíme tanto, tanto,
que fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

4. Por una extraña manera
mil vuelos pasé de un vuelo,
porque esperanza del cielo
tanto alcanza cuanto espera;
esperé solo este lance,
y en esperar no fui falto,
pues fui tan alto, tan alto,
que le di a la caza alcance.

Pedazo de anónimo dijo...

Al fin acabe de muchas cosas.Caminando gracias...hacia tiempo que no lo leía.