Al fin puedo salir al campo (bien
abrigado porque hace un frío que pela) con los prismáticos y la bufanda al cuello,
la mochila a la espalda y las botas de batalla en los pinreles.
Como estoy recién curado de un lumbago,
procuraré caminar despacio sin hacer movimientos bruscos y pediré a las aves
que no me obliguen a retorcer demasiado mi viejo esqueleto.
Faltan doce días para la primavera,
pero aún caen copos de nieve en Segovia. A pesar de todo ya han llegado los
primeros inmigrantes volátiles. Vienen de África a construir su nido en esta
tierra y a afinar sus voces para que suenen a gloria cuando llegue la Pascua florida.
Veremos si los pájaros también llevan
bufanda.Yo me conformo con verlos de lejos y darles la bienvenida a esta España nuestra alborotada y triste.
2 comentarios:
Que disfrute en Molinoviejo. Y que descanse también.
Desde Granada. Con la sierra llena de nieve.
Y de paso otra bufanda para España, porque como pille un catarro y se ponga todavía más triste...
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