miércoles, 25 de mayo de 2016

El sol, el móvil y la Virgen del Pino




Hoy, día de excursión, las asistentes al curso se han ido al sur en busca del sol. No sabían que, para variar, el sol hoy se quedaba en el norte.
Salgo rumbo a Teror a las once de la mañana. El sol se viene conmigo. El móvil no. Lo he olvidado en Airaga y me doy cuenta a los pocos minutos. Decido volver porque sin el móvil uno se siente desnudo, pero la carretera es estrecha y no veo forma de retroceder sin peligro. Al cabo de un rato ya no me preocupa mi desnudez; me siento libre. Nadie podrá localizarme hasta que regrese. El móvil puede sonar a sus anchas en mi dormitorio.
Es curioso cómo evoluciona la lengua. Hasta hace unos años "el móvil" aparecía sólo en las novelas policíacas: era lo que movía al delincuente a cometer el asesinato, y el detective lo buscaba afanosamente. Ahora es un teléfono criminal, y lo seguimos buscando cuando se nos pierde.
Como no tengo móvil, tampoco puedo hacer fotografías, ni mandar watchaps, ni consultar la brújula. Es fantástico.
En Teror nada ha cambiado. Junto al Santuario de la Virgen del Pino, el gigantesco laurel de indias no parece que haya crecido desde la última vez.
Entro en la basílica. Mis ojos, aún deslumbrados por el sol, tardan unos minutos en acomodarse a la penumbra.
Rezo el rosario y me quedo unos minutos más para cumplimentar unos encargos. Busco en la mochila el papel donde anoté las cosas que tengo que pedir y agradecer a la Virgen. ¡Vaya por Dios! No está; se habrá quedado en Airaga con el móvil. No tengo arreglo.
Trato de recordar lo que escribí… Al final, salgo de la basílica con la sensación de no haberlo dicho todo. ¿Qué será lo que se me ha quedado en el tintero?
Junto al laurel, una camarera ha empezado a distribuir las mesas de la cafetería que está enfrente. Creo que es la misma del año pasado, pero no estoy seguro. Ella, en cambio, sí que me reconoce:
—¿Has vuelto?
La última vez me trató de usted. Se conoce que yo estoy más joven o que ella tiene más confianza.
De regreso a Arucas, suena el móvil. Palabra de honor: estaba en el fondo de la mochila. 

4 comentarios:

Antuán dijo...

Yo también paso del móvil con bastante frecuencia. No esppero llamadas, si acaso mi hermana alguna tarde. Para hacer fotos está bien. Estuve en Molinoviejo, estos dias lla Virgen ha estado muy visitada por familias y colegios. ¡Estaba repleta de flores! A Ella nuestro cariño y oraciones. ¡Hay tanto que pedir! Adiosle-pido

Obdulio Genárez dijo...

Pues sí, así es.

Marilupe Represas dijo...

Eso sucede hasta en las mejores familias. Al móvil en México le llamamos "celular" claro está, por influencia de nuestros vecinos del Norte que le llaman "cel phone". Casi todos padecemos "celulitis", ya no podemos vivir sin dicho aparato que de pronto se volvió indispensable en nuestra vida cotidiana. Preciosa foto de Teror. Con la imaginación, nos vamos de viaje con Usted, pero lo mejor es que nos lleva a volar, por todo lo alto, hasta a Dios. Gracias mil y que Dios lo bendiga y la Virgen lo proteja. ML

PICHON dijo...

D ENRIQUE: NO HAY MEJOR BASILICA QUE LA DE LA VIRGEN DEL PINO. WAPA WAPA Y WAPA.Y NO HAY MEJOR VIRGEN QUE LA DE MOLINOVIEJO. QUE LE VOY A DECIR YO, UNA CANARIONA DE LOS PIES A LA CABEZA; AUNQUE AHORA DIGA VOSOTROS EN VEZ DE USTEDES Y TORTILLA DE PATATAS EN VEZ DE PAPAS. SALUDOS