viernes, 27 de junio de 2008

Pordioseros


No suena bien la palabra "pordiosero", pero su origen es claro: define a los mendigos que apelan a Dios para pedir limosna.

Me diréis que ya no hay "pordioseros", que los indigentes se limitan a solicitar "una ayudita" o a exhibir sus lacras, su pobreza o sus enfermedades para mover a compasión o para remover la conciencia de los viandantes; que algunos incluso "exigen" su limosna e insultan a quien no se la da; pero a los curas y a las ancianas que salen de la iglesia todavía se les pide en nombre de Dios. Será que los mendigos también hacen sus estudios de mercado.

Hace dos días, María, una rumana jovencita a la que conocí cuando era niña y pide limosna desde entonces en un castellano con acento de Chamberí, vino corriendo al verme y me pidió dos euros (ni uno más ni uno menos):


–Por a amor a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y "piritosanto".


–Pero hombre, María, ¿quién te ha enseñado eso?

–Yo, que lo sé.

Después de una breve catequesis sobre el Gran Desconocido, llegamos a un acuerdo monetario.




7 comentarios:

Antonia Macaya Fonts dijo...

Gracias por la historia que nos cuenta hoy. Creo interpretar muchos "silencios embotellados" entre las lineas de su escrito... Hoy a amanecido nublado en Tarragona, pero yo sé que ha salido el Sol como cada día. Un saludo de energia positiva para todos los que lean su blog en esta jornada.

Anónimo dijo...

Por amor a la Santísima Trinidad, María tendría que haber pedido 3 euros...y estoy segura que si los lleva encima, usted se los da....
Me parece que lo de pedir, es de las cosas más humillantes que puede o tiene que hacer una persona, no suelo detenerme a pensar en su razón... es para hacerlo. Pero he aprendido de usted que si no se puede dar siempre se puede rezar por ellos.

Conrad López dijo...

Eso es verdadera caridad, si señor.

Por lo demás ¿no es maravilloso ser verdaderamente pordiosero? Lo digo en serio.

Marta Salazar dijo...

ja ja ja, muy buena la catequesis!

Anónimo dijo...

A mi se me plantean muchos problemas con los "pordioseros": Me salen al paso tantos que no puedo ayudarles a todos con mi limosna. Por otro lado pienso que no podemos acoger en España a todos los que tienen hambre; pero ante el hambre, no debería de haber fronteras. Intuyo que algunos (los vagabundos solitarios) prefieren pedir en la calle y no ir a un albergue.
Es posible que no dé mi limosna a quien más lo necesita, aunque la limosna de un Avemaría siempre la doy). ¿Qué se puede hacer ante esta avalancha humana, que te mira a la cara?

Anónimo dijo...

D. ENRIQUE, COMO SABRA PORDIOSEROS LOS HAY Y EN ESTOS DIAS MAS.
TENEMOS QUE IR ...

... A CONTRACORRIENTE en ...http://vidasobrenatural.blogspot.com/

Luis Manteiga Pousa dijo...

Algunos mendigos lo son voluntariamente, algunos hasta puede que sean felices, pero la gran mayoría lo son porque han caído en el desastre. Somos muy frágiles, si la vida se nos tuerce podemos pender de un hilo.