No es la primera vez que se recurre al "efecto dominó" para la publicidad de un producto; pero siempre es eficaz. Ver cómo se van derrumbando las piezas una a una tiene un extraño efecto hipnótico, muy útil para que el espectador no quite la vista de la pantalla.Este anuncio se lo debemos a Yayo. Me lo acaba de enviar.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
lunes, 12 de diciembre de 2011
Los lunes, ya se sabe...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
La publicidad me da igual, pero la música me encanta.
jajaja tiene razón -sin que sirva de precedente eh- se me ha quedado la vista pegada a la pantalla y luego al leer su comentario me he echado a reír.
Ya ve, hoy me interesaba primero más la imagen que la lectura de su posible ingenioso comentario.
Puff hoy he tenido un lunes de vuelta de puente largo... un súper lunes como usted diría.
Publicar un comentario