Ocho
o diez gallinas de varias especies, diez o doce canarios de distintas razas,
dos hurones chicos y tres grandes, cinco o seis conejos, nueve perros, varios
gatos, nueve tortugas de agua y alguna de tierra, además de una tribu de
chavales imposible de controlar, forman la banda de secuestradores que hoy
mismo ha vuelto a delinquir.
A
la una de la tarde se ha presentado José María en mi cueva y me ha instado a
entrar en el mismo vehículo familiar que me llevó hace días hasta “El dedo de
Dios”. Esta vez conducía Hiurma y el trayecto ha sido breve. Pilar, la madre de
familia y jefa indiscutible de la tropa, con permiso de su marido, nos recibe
en su casa. Giovanni, que es un chaval silencioso con mirada de espía, me enseña
los animales de su granja doméstica.
Alguien
me trae un pajarito inmaduro que, al parecer, se cayó de una palmera y lo han
acogido con gran entusiasmo. Suponen que yo tengo que saber a qué especie
pertenece, pero la verdad es que no tengo ni idea; las crías se parecen todas.
―¿Y
cómo lo alimentáis?
―Con
galletas y agua.
Hemos
almorzado entre el alboroto general, croquetas, calabacines empanados, conejo,
papas “arrugás” y un postre delicioso preparado por Hiurma. Todo bien regado
con tinto de verano don Simón. Yo he tenido a mi lado a Alicia, que sonríe
siempre como en la foto.
A
las cuatro y cuarto de la tarde los secuestradores me han liberado a la puerta
de mi cueva.
11 comentarios:
Don Enrique, a este paso se vuelve de la isla con síndrome de Estocolmo...
Que bueno es tener amigos!
Muy bien familia!!!!!asi se hace
GENIAL LA EXCURSIÓN !!!!!! D.Henry: lo está pasando fenómenal, que bien...
Preciosa familia, lindos momentos, rica comida y ahora a descansar tranquilamente...
Gracias D.Henry !!! por compartir éstas experiencias únicas...
le devuelven cariño !!!el cariño tiene un efecto boomerang es algo maravilloso y usted da mucho y la gente que es buena se lo devuelve.
A triunfar !!!!
Goyo
Algo insólito y que San Josemaría aplaudirá: unos secuestradores y su víctima voluntaria, hacen que el trabajo ordinario se convierta en lugar de encuentro con Cristo.
El alma de esa banda, PILAR, la madre, buena.
O no veo bien, o Alicia es una niña muy feliz.
Gracias por sus letritas, aunque me hubiera gustado saber de qué iba ese postre delicioso.
jo! vaya buenas amistades que tiene por donde va. ya dije que mi trabajo a veces es como estar secuestrada, y parece que la demencia senil de la abuelita avanza sin piedad, ahora esta en fase digamos de hiperactividad verbal, y cansa mas que un dia de retiro aunque fuera una meditacion con otra y de rodillas.mas para ofrecer.
Ya puede darle Gracias a Dios por compartir con tan buenos amigos sus ratos libres. ¡que gente más buena! Adiosle
LOS SECUESTRADORES CONFIESAN;
No hemos podido abrir el blog hasta hoy, y viendo estos comentarios quisiera decirles que he tenido unas pocas de ocupaciones varias y liadillas por eso no lo he hecho.
Ahora veo que todos en casa nos sentimos muy felices y en esta banda de secuestradores tienen cabida todos los que lo deseen y necesiten cariñooooo, porque también eso nos hace felices, y recibir cariño y vida de los demás para los que vivimos.
La pequeñaja lo que es, es una pilla, se apoderó de ud. y no lo soltó ni a la de cuatro y ud. perdone que se lo diga se comportó como un abuelete para ella, ya que no vive ninguno y se le caía " la baba ".....(a ud) perdone el atrevimiento, con ella. ah!!! e incluso se sentó en la mesa con ella para mimarla.
PERO.....Lo que no permitimos el resto de los secuestradores es que se apoderara vd. del postre eh??? ahí perdió la batalla.... jajajajajajaja.
La unidad hace la fuerza.
Ah¡ "pa lo del postre" en casa decimos el postre de Isabel, porque lo copiamos de una vecina.... pero preguntaré a la cocinera si le pasan la receta es para chuparse los dedos... mejor dicho el plato.
bs.
El cocinero fue el Jefe de la casa, cuando le dejan claro !!!!
Pilar, sigue luchando por todos y cada uno de los "sueños" que tienes en casa; juntos formáis esa "banda" tocada por la Providencia, por la que todos nos dejaríamos secuestrar.
Saludos desde la Península.
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