martes, 14 de enero de 2014

El Cielo se parece a... (V)


Los Cielos cantan la Gloria de Dios (Salmo 18)


 ...a una sinfonía

Al comienzo de todo, cuando aún no existía la luz, y el cielo no era azul, y no había nubes blancas, ni pájaros de colores, ni montañas, Dios quiso crear un mundo de la nada para regalar parte de su belleza a las criaturas. Pidió entonces a los ángeles que compusiesen una gran sinfonía, y así se hizo. Aquel inmenso vacío oscuro se llenó de música en un instante. Millones de instrumentos, de voces y de sonidos jamás escuchados por nadie completaron el más bello de los conciertos, tal como Yahvé lo ordenó.
Él entonces abrazó aquella música recién nacida y, con sólo sus manos, convirtió cada acorde y cada nota en materia, en color, en luz. Así nació el universo. Era un mundo bellísimo, armónico y sin fracturas, como la gran sinfonía de donde nació.
Durante millones de años nada alteró los designios del Creador. El universo fue expandiéndose cantando la gloria de Yahvé, hasta que llegó el hombre, la criatura que Dios había designado para ser rey. Con él vino muy pronto el diablo, y después la catástrofe. Ya conocéis la historia.
Ahora el universo está en obras. Los hijos de Dios han de transformarlo hasta convertirlo en Reino de Jesucristo. Pero en medio del trigo crece vigorosa la cizaña, y el mundo sufre.
Tengamos paciencia. Dios ya ha encargado a sus ángeles que compongan una nueva sinfonía; la más grande y hermosa que sean capaces de imaginar. Miríadas de criaturas celestiales están en la tarea. Yo apenas he oído unos acordes y puedo aseguraros que no se ha escuchado jamás en el universo algo semejante.
Muy pronto Dios recibirá en su corazón esa sinfonía y de ella brotarán unos nuevos cielos y una nueva tierra donde vivirán los bienaventurados después de la resurrección. Será mejor que un paraíso. Será nuestro hogar. Jesús y María vivirán en él.  Y Dios lo blindará contra el Enemigo.
Una música inefable siempre nueva, siempre distinta,  llenará cada rincón de ese mundo. Cantarán las aves, los árboles del bosque, las montañas, los nuevos talleres de los hombres, y hasta las estrellas.
El Cielo parecerá entonces una grandiosa sinfonía.Y todos formaremos parte de ella.

17 comentarios:

Pedazo de anónimo dijo...

Me ha gustado mucho su relato.
Es una descripción del Cielo muy agradable.Habrá movimiento,cambio.ilusiones,bellezay muchas personas contentas.Gracias.

Doublebassist dijo...

Magnífica entrada! Yo espero poder participar de esa maravillosa música en su momento! Mientras tanto, seguiremos ofreciendo a Dios lo mejor del talento musical que sea capaz de dar. Esta semana será con Brahms y Bruckner. Y los dos huelen ya un poco a cielo!!!

pacita dijo...

Yo también espero disfrutar de esa sinfonía con todos aquellos q quiero ...quizás me quedo corta y todos los q no conozco

Anónimo dijo...

Muchas gracias por hablar en plural y contar también conmigo. La imagen de lo que cuenta es una maravilla y seguro que se queda corta.

Luna dijo...

Buenas noches, llevaba un tiempo sin aparecer 'físicamente' por aquí, pero no he dejado ni un día de leerle, D.Enrique. Con el Cielo como una sinfonía ha sabido conquistarme y hacerme que le dé las gracias por esa similitud. La música es una de mis pasiones y creo que si, he de elegir cómo imagino el Cielo, sin duda sería como el que acaba de describir.

Anónimo dijo...

¡Menuda imaginación! Plas, plas, plas !!!

Ana dijo...

Grande Pater !!!!!! Me encantó : bellísima Sinfonia disfrutaremos todos juntos...Grandeeeee !!!!!!!! A dormir que ya es muy tarde pleaseee...

Anónimo dijo...

Gracias don Enrique.le leo todos los días.y lo del cielo.cuánto.me va ayudar hoy

Llumla dijo...

Todo apunta, según leo, a que la nueva sinfonía sea aún mejor que la primera. ¡Oh feliz culpa!...

Hexamamá dijo...

¡Yo me pido poder bailar sin tropezar! ¡Y tocar el clarinete! Seguro que con un cuerpo glorioso se puede hacer las dos cosas a la vez, ¿a que sí?

totuela dijo...

Y bueno, me pregunto que debo hacer para entusiasmar a mis chicos de catequesis de comunion con el cielo, con la eucaristia, con el amor de Dios......estan tan saturado de todo que aunque yo me emocione hasta las lágrimas contandole cosas de Dios no consigo que lo hagan el centro de sus vidas ni por asomo...en cuatro meses recibiran a Jesús, llevan 3 años oyendo hablar de cosas de Dios y no veo ni pizca de emocion.
Don Enrique ayúdeme con algo. Es la primera vez que me animo a escribir en este blog, leerlo ya lo leo desde hace mucho, es mas no se si esto es un comentario para que le llegue a usted y me pueda contestar...en fin a quien me oiga por lo menos pido oraciones para mis niños¡¡¡¡¡¡mil gracias por todo

Todoslosnombres dijo...

Escuchando la música de algunos compositores -sinfonistas o no-, y la interpretación de algunos músicos, percibo algo de sobrenatural en sus creaciones. Y concluyo que son "mandados"* de los que se vale Dios para anticiparnos el Cielo sinfónico que nos espera.

El cielo se parece a una sinfonía; un cielo donde no habrá "director de orquesta..."

*Doublebassit: no os manda esa tarea sin concederos virtud natural, claro. ¡Afortunado!

Gracias Padre por sus letritas y por este V Cielo.

Pilar dijo...

¡Ah! ¿Esa es la famosa música celestial? Pues no suena nada mal ... Gracias, de nuevo

Antuán dijo...

Me gusta esta descripción del cielo aunque sea sin luz porque con un amanecer o una puesta de sol o incluso con un dia de lluvia acompañada también está bien. Ayer cuando salí a la calle estaba nublado y pude sacar una foto en blanco y negro que tengo un carrete a punto de acabar. Entré en una tienda a por un par de camisas y la musica no era precisamente sinfonia más parecia a rapera pero a mi me gusta todo. Adiosle

Juanma Suárez dijo...

Don Enrique, no sé si lo habrá leído, pero le recomiendo el primer capítulo, al menos, de "El Silmarillion", de Tolkien.

Ahí relata la creación del mundo como eso: una sinfonía en la que, de repente, "alguien", quiere crear una melodía aparte. Una bonita metáfora.

Merche dijo...

Juanma, eso mismo he pensado yo al leer esta entrada.
Totuela, a mí me ha pasado también eso que cuentas. A veces parece que no pillan nada de lo que les dices, y al cabo del tiempo resulta que sí, que se enteraban y no sólo eso, sino que te recuerdan con cariño y también lo que les decías. El Señor sabe lo que hace. ¡Ánimo! Y rezaremos por tus niños, por supuesto.

Fernando Q. dijo...

PRECIOSO.