No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
lunes, 15 de septiembre de 2014
La Boda de Sol y Gonzalo
Este globo es
también un diario, una serie de recordatorios que guardo para no olvidar las fechas
y otras circunstancias de mil pequeños acontecimientos de mi trabajo como sacerdote.
Ahora caigo, por
ejemplo, en que no he hablado de la boda de Sol y Gonzalo, que celebré el sábado
por la tarde en la preciosa iglesia de San Antonio de los Alemanes. Ahora estarán
de viaje (los novios, no los alemanes), creo que camino de Nueva Zelanda y de
Australia. Se conoce que no han encontrado un lugar más lejano; pero
prometieron solemnemente invitarme a comer en su casa "a la vuelta".
¿Qué pintaba yo
en esa boda? La culpa es de Lichi y Amparo, los padres de Gonzalo, que llevaban
varios meses persiguiéndome para que oficiara la ceremonia. Es lógico: Lichi, si los cálculos no me fallan, es alumno de la cuarta promoción de Gaztelueta,
mi colegio. Allí estaban también Alfredo, que es de la tercera, y Alfonso, el
tipo más listo y trabajador de la primera promoción. Como yo soy de la segunda…,
pues eso; no pude decir que no.
Además estaba
Tadea, también hija de Lichi, que fue alumna en Aldeafuente. Aún tengo a la
vista en el escritorio de mi habitación el recordatorio de su primera Comunión. No
me preguntes por qué, Tadea, pero siempre pensé que tenía que encomendarte de
una forma especial. Ahora, al verte en la boda de tu hermano, recién llegada de
Sudáfrica, donde vives con tu marido desde hace años, creo que ya puedo guardar el
recordatorio en un cajón y sustituirlo por otro.
¿Qué más debo
anotar aquí y ahora? Sí, por supuesto; que Sol es —y estaba— guapísima y que Gonzalo
trataba de disimular los nervios. Que Lichi estaba aún más nervioso que el
novio, y Amparo, la madrina, tocada con una peineta española, parecía la hermana
mayor de Gonzalo.
Por último, hice
el propósito de volver a la Iglesia de San Antonio para verla con calma. Es una verdadera joya
del barroco madrileño, pequeña, de planta elíptica —una de las pocas que hay en
España—, y pintada al fresco en su totalidad, tanto la cúpula como las paredes,
como una diminuta Capilla Sixtina.
Por lo demás,
todos salieron muy contentos de la ceremonia, empezando por el oficiante.
La iglesia es preciosa, indeed. Enhorabuena a los viajeros. A tadea también la conozco. Bueno me acuerdo de su nombre, era muy pequeña cuando yo trabajaba en Aldeafuente, y era una niña preciosa. Supongo que seguirá siéndolo.
Que Dios os bendiga. ¿ sabes Gonzalo ? cuando tengais discusiones logicas en cualquier convivencia. Pide rapidamente perdon aunque tu no tengas la culpa, eso produce dos efectos uno de humidad y mortificacion y otro de fortalecimiento del matrimonio. No dejes nunca que una discusion dure mas de media hora, arreglalo rapido. Y asi vuestro matrimonio sera de hierro y no lo rompera nada ni nadie. Me estoy haciendo viejo doy consejos de abuelo.
4 comentarios:
La iglesia es preciosa, indeed. Enhorabuena a los viajeros. A tadea también la conozco. Bueno me acuerdo de su nombre, era muy pequeña cuando yo trabajaba en Aldeafuente, y era una niña preciosa. Supongo que seguirá siéndolo.
Que Dios os bendiga. ¿ sabes Gonzalo ? cuando tengais discusiones logicas en cualquier convivencia. Pide rapidamente perdon aunque tu no tengas la culpa, eso produce dos efectos uno de humidad y mortificacion y otro de fortalecimiento del matrimonio. No dejes nunca que una discusion dure mas de media hora, arreglalo rapido.
Y asi vuestro matrimonio sera de hierro y no lo rompera nada ni nadie.
Me estoy haciendo viejo doy consejos de abuelo.
Si,si cierto la iglesia preciosa
yo no la conocía (como tantas otras
cosas, la verdad)y espero visitarla
en alguna ocasión.
¿Dónde está esa iglesia tan bonita? A ver si saco un rato para ir a verla.
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