15 días de encierro en Airaga son demasiados, incluso para
mí, que ya me he acostumbrado a estos periodos de silencio y soledad. Y eso que
aquí dispongo de un patinillo de 20 metros cuadrados bien provisto de flores
rojas, donde se posa de vez en cuando una pequeña alpispa (lavandera cascadeña
en la Península), que se ha acostumbrado ya a mi presencia y con la que mantengo
largas y elocuentes conversaciones.
En el patinillo está también el coche, un “Volkswagen up”
blanco, el modelo más pequeño de esa marca. Tiene la ventaja de que cabe
perfectamente por la puerta y no necesito hacer demasiados cálculos para evitar
roces con la pared.
Ahora estoy sentado frente al ordenador con un mando a
distancia al alcance de la mano. Sirve para entrar o salir con el automóvil. Aprieto
el botón y comienza a deslizarse la puerta silenciosamente. Al otro lado, a dos
metros, hay un muro blanco que encauza el Pasaje del Párroco Páez; ése es mi
paisaje.
De mañana no pasa; aprovecharé que las chicas se van de
excursión, para irme yo también a visitar a la Virgen del Pino, Patrona de la
Gran Canaria, que tiene su casita en Teror, a media hora de Airaga.
Teror es un pueblo precioso lleno de balcones, y sus gentes
son cordiales y charlatanas. Hablaremos por los codos y seguro que traigo algo
al globo.
6 comentarios:
Que disfrute de la soledad y poder pensar... por libre. Ánimo en la atención espiritual de las chicas. Desde Granada le mando un abrazo y una oración de ayuda.
Cordialmente
Fernando
Qué aliterativo lo del pasaje del párroco. Mola.
Páselo bien en la excursión, si se acuerda háblele a la virgen de los globeros, que buena falta nos hace (a algunos al menos). Mañana guardia...
... donde se ponga Bilbao
Recuerdos a la Virgen, que hace unos meses que no subo a verla. Ella ya sabe.
Disfrute de la excursión. Y cuéntenos después. Estaremos esperando.
¿No que Toshiba llo había manumitido?
Kloster: ¿entiendes algo? Yo no.
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