martes, 14 de abril de 2015

Romería a la Virgen del Pino




El día de excursión se presenta espléndido según la agencia estatal de meteorología, que anuncia sol radiante en todas las islas y temperaturas en alza.
Salgo de Airaga a las 11 camino de Teror, donde me espera la Virgen del Pino, que es la Patrona de la Isla. Solo hay una nube, pero es muy gorda y se ha posado justo encima del coche. Acelero para quitármela de encima, pero me ha tomado cariño. La temperatura exterior baja tres grados.
El navegador que me traje de Madrid anda un poco despistado  y decide que tomemos una ruta alternativa. Pasamos por pueblos desconocidos que recuerdan por sus nombres a los de El Señor de los Anillos.
Me habían dicho que llegaría a Teror en 20 minutos. Tres cuartos de hora más tarde me detengo en una estación de servicio, y el chico de la manguera me dice que voy bien; pero me da un último consejo y me pierdo definitivamente.
La nube lo cubre todo. Es la hora del Regina Coeli y la temperatura exterior es de 14 grados. Corre una brisa húmeda que congela las ideas.
Al fin Teror, la ciudad de los balcones. 650 metros de altitud sobre el nivel del mar. Aparco   cerca de la Basílica y entro inmediatamente en el Templo. La Virgen, en lo más alto, parece inaccesible, pero tengo algunos recursos y necesito hablar con Ella cara a cara para hablarle de un amigo común.
A la salida doy un paseo por el pueblo. Hay dos o tres tiendas de ropa que hacen su agosto a cuenta de los pobres guiris. Ellos suponían que esto es el trópico y que había que venir con bañador y crema bronceadora. Craso error. Se dispara la venta de jerséis de lana.
Usted estuvo aquí hace un par de años…
La camarera del bar que hay en la plaza, una chiquilla de veintipocos años, tiene buena memoria. Y yo también.
En efecto. Y te pregunté cómo se llama este árbol tan grande.
Y yo le dije que Laurel de Indias.
Es verdad; pero no supiste decirme cuántos años tiene…
El año que viene se lo digo.
¿Estás segura de que vendré el año que viene?
Sí, porque viene a la Virgen, ¿verdad?
Me pide que rece por una cosa suya. Y yo le hago ver que ella está siempre aquí y que tiene a la Virgen más a mano que nadie. De todas formas llegamos a un acuerdo.
Regreso a Airaga tiritando. El viaje de vuelta dura exactamente dieciocho minutos. 
 

9 comentarios:

Raquel dijo...

Rece por nosotros don Enrique. Argentina y los argentinos...andamos muy necesitados

Anónimo dijo...

Cuando uno no se pierde, se suele tardar tardar menos a la vuelta...Jajaja. Muy bueno

Fernando M Díez Gallego dijo...

Rece mucho por Irlanda, por los irlandeses.
Desde Granada le mando un abrazo, Don Enrique.
Fernando

Edelmiro Casquero dijo...

Usted que está siempre tan actualizado, ¿qué opina del tema del "León come gamba"?

Antuán dijo...

Pues yo peregrinación a Fátima. Dos dias la ida y vuelta para quienes no habíamos estado allí ha sido una experiencia inolvidable. Pudimos ver la casa de los pastorcillos, los lugares donde se apareció el ángel y la Virgen, rezar el rosario en otros idiomas y estar en la procesión de las antorchas. allí rezamos por el Papa y allí entran todos. Adiosle-pido

Enrique Monasterio dijo...

No sé de qué hablas, edelmiro

Yomisma dijo...

Gracias antuan, hace mucho que no voy a Fatima. La ultima vez fue también la ultima de San Juan Pablo II. Ya va siendo hora, para verlo con ojos nuevos.
Quien se apunta?

Hermione dijo...

El laurel de las indias de la basílica del Pino se plantó en 1902. Es hermano de uno que hay Osorio todavía más grande. Por cierto si no conoce Osorio tendría que darse una vuelta. Es un lugar muy agradable.

Prof. SNAPE dijo...

Señorita Granger, es usted una sabionda presumida insoportable