Como es sabido, el día 19 de marzo, solemnidad de San José, es también el "día del Seminario", una fecha en la que la Iglesia pide al Señor por las vocaciones sacerdotales.
Es verdad que hay muchos chavales que jamás se han planteado la posibilidad de entregarse a Dios y a sus hermanos en el sacerdocio, pero el Señor sigue llamando y encuentra oídos limpios y corazones generosos que están dispuestos a responder.
Necesitamos sacerdotes; muchos sacerdotes que sean santos, alegres, piadosos, entregados, doctos y con sentido del humor. Este vídeo, elaborado en la diócesis de Toledo, nos habla de esto. Vale la pena verlo.
6 comentarios:
Alucinante, Don Enrique.
¡Caray! con los de Toledo. ¡Bravo colegas! Espero que sean muchos los que puedan ver este reportaje. Veo que hay un san José en uno de los patios donde es entrevistado un sacerdote. Le pedimos que siga llamando a muchos jóvenes a esta tan alta dignidad. Adiosle-pido
Cuanta generosidad.
Hay que pedir a San José que sean muchísimos más.
El vídeo es una maravilla. Gracias
Qué bonito el video!
Justo ayer mi sobrino de 7 años me preguntó si se puede ser futbolista y sacerdote a la vez... más mono...
Luego se lo comenté a su madre, y me dijo que en su casa juega a dar misas y que el miércoles de ceniza les puso la ceniza a sus hermanos. Pa comérselo vamos.
Es un vídeo precioso. Da un poco de envidia de esos chicos tan afortunados. Y un firme propósito de rezar mucho por ellos y por todos los que no salen en el vídeo. Dios les bendiga. Y a usté también
No se me olvidará la JMJ de 2011 que compartí con tres buenas amigas de este globo. Seguro que ellas recordarán la cara que se me quedó, cuando leí la frase del reverso de una fotografía pequeñita de Mother Teresa, que un señor nos iba entregando a la entrada de la carpa para la adoración al Santísimo: "la frase que está escrita, es para ti, solo para ti. Cada uno recibe una distinta".
Le di la vuelta, con más curiosidad que otra cosa, y leí : "Deja que Jesús te utilice sin consultarte".
Y en ello estoy. Aunque en ese momento -del susto- intenté cambiarla con la de al lado. Me alegro de que no quisiera y me dijera: no, monina, te ha tocado a ti. Te aguantas.
(Claro que a ti también te "tocó"...y ahí estás) Qué bueno es Dios.
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