Cuando en aquel retiro hablé de
santificarse en la rutina de la vida ordinaria, Belén, madre de familia con
seis hijos pequeños, acusó el golpe:
—¿Vida ordinaria? ¿Rutina? No sé lo que
es eso. Yo le pido al Señor tener al menos un día a la semana de vida normal. En
mi casa todo lo que ocurre es extraordinario. Una nunca sabe por dónde van a
llegar las sorpresas, pero llegan siempre. He pensado invocar al Rey Herodes para
que me libre de mis seis inocentes leones, especialistas en catástrofes y sinestros.
—¿Y su padre?
—Su padre es mudo como Zacarías. Por eso invoco también a la prima de la Virgen, a Santa Isabel para que me enseñe a convivir con un
marido que no dice ni pío.
6 comentarios:
Ay, la pobre! Es genial!
Holla. Desde luego no hay por donde meterle mano al cuarto. Ni la habitación de Ban-G está mucho más apañada que esta. Yo no puedo presumir la verdad. haca poco me dijo alguien. ¿No ordenarías un poco. Y me dio por ahí una tarde. Pero dura poco. Hay que empeñarse sobre todo en mantenerlo. Asi como en el trabajo me es más fácil por que estas con más gente y no vas a cargar a los demás. Lo que uso lo limpio. Pero estando todo el día de pie. Llegas a tu habitáculo y lanzas los zapatos por los aires.. Os dejo. que tengo tarea. Adiosle
las virtudes, que algunas cuestan más que otras. Y el orden es el reflejo de muchas de ellas...
Feliz fin de semana
En la vida en general y en la familia en particular hay que ser siempre un poco funambulista,recuerdo un cuadro de un payaso de la habitación de mis hijos que me hacía pensar,porque el payasito mirando al cielo decía señor ayudame a mantener el equlibrio diario. Yo siempre le pido al Espiritu Santo fuerza para los equlibrios diarios.
Dicho esto las mujeres sois lo más maravilloso de la creación, pero a veces es dificil entenderos, si hablas porque hablas y si callas porque callas...Yo si veo nubes salgo por piernas y vuelvo en un ratito.
La vida es maravillosa y la familia es lo más
Antuán, el cuarto claramente no es de ningún hijo de Belén, que son pequeños. Ese podría ser perfectamente el cuarto de mis hijos de 19 y 20 años. Y maridos mudos... veo que por lo menos hay más de uno... igual hay epidemia y no nos hemos enterado
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