viernes, 4 de mayo de 2007

Cambiar el mundo desde un blog


Hace un par de años se me ocurrió preguntar en clase:

—¿Creéis que ahora mismo sería posible que una sola persona cambiase el curso de la historia del mundo?


La primera reacción fue de desconcierto. La cuestión, en efecto, era demasiado genérica. Pero nos sirvió para empezar a hablar de algunos personajes singulares que sí influyeron decisivamente en la marcha de nuestra civilización.


Los alumnos se fijaron primero en los grandes inventores y descubridores; luego, en algunos reyes y políticos, también en quienes vencieron las batallas del pasado. A continuación pensamos en los intelectuales, en los santos, y en esos “momentos estelares” de los que habló
Stefan Zweig, cuando todo estuvo en pendiente de una sola persona. Pero el tema se nos escapaba de las manos.


Traté de reconducirlo con otra pregunta algo más concreta:


—Ahora, en el siglo XXI, ¿sería posible que uno solo se enfrentase con éxito a los grandes medios de comunicación que parecen modelar a su gusto la opinión pública, a los ideólogos que marcan las grandes líneas de la política, a las complejas maquinarias de los partidos, a las multinacionales…? ¿O pensáis más bien que la historia va en una dirección, y lo único que cabe hacer ya es tratar de caminar con ella para no quedar desfasados?


La pregunta, por supuesto, seguía siendo vaga, pero poco a poco llegaron a alguna conclusión: en otros tiempos sí que era posible todo eso. Ahora John Wayne, en solitario, no podría derrotar a los indios. Ni siquiera a la Coca-Cola.


Es cierto; los chavales ya no aspiran a transformar el mundo, sino a cobrar un sueldo razonable a cambio de no hacer nada. Vivimos una época resignada y conformista.


—Muchacho, las cosas son como son. La vida es así y no hay que tratar de cambiarla. No te hagas ilusiones: un poco de pasta basta.


Admoniciones tópicas de este estilo van forjando en viejos y en jóvenes esa mentalidad conservadora y pasota que uno encuentra por todas partes.


—¿Y a cuento de qué viene todo esto?


Perdonadme. En un blog hay que moderar la incontinencia verbal e ir al grano cuanto antes. He aquí el grano.


Leo en “20 minutos” que, con 23 años, la china Zeng Jinyan es una de las 100 personas más influyentes del mundo según la
lista hecha pública por la revista Time. Un honor que sólo otros dos chinos han obtenido este año: el presidente del régimen comunista, Hu Jintao, y el jefe del Comité Organizador de los JJOO de Pekín 2008, Liu Qi.


¿Y quién es Zeng? Simplemente, una bloguera de éxito que utiliza la ironía y el humor para hacer entender a sus lectores la situación de China y para luchar contra las injusticias; desde la discriminación de los enfermos de sida y hepatitis B hasta los arrestos arbitrarios, las desapariciones o la corrupción de las autoridades.


Este es su
blog, censurado en China, pero que le ha dado fama dentro y fuera del país asiático, hasta el punto de que miles de personas entran a diario para pedir ayuda, para hacer consultas y emitir sus opiniones. Abridlo, y si entendéis algo de chino, ya me contaréis lo que dice.


En todo caso, Zeng parece tener las cosas muy claras y asegura que ella y otros activistas tienen como meta "impulsar que en China haya una sociedad civil", con más facilidades para el asociacionismo y más libertad para opinar.


Al llegar a este punto, debería empezar a sacar consecuencias, pero hoy es sábado y tengo pocas ganas de escribir. Quizá mañana, o pasado. Pero reconozco que noticias como ésta ayudan a seguir creyendo en la fuerza creadora de la libertad.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un sólo blog quizás no tenga una influencia enorme, pero uno va tirando el hilo y va viendo que hay muchas interrelaciones entre los blogs. Y lees de unos y de otros, y te dices "mira qué curiosa la visión de este", "mira qué simpático este modo de ver este asunto"... y vas aprendiendo de todos. Y descubres que los blogs amigos de mis blogs amigos blogs amigos mios son.
También aprendes que hay blogs que destilan azufre por cada enlace y que envenenan el alma y que hay que dejarlos. Que cada cual tome lo que quiera en este mercado de ideas, pero es bueno que haya mercado.

Yo creo que ha llegado la hora en que todos hablemos y a todos se nos pueda escuchar, y esto es muy bueno, porque el poder de los grandes medios de crear opinión disminuirá.

Por supuesto que hay que caminar con la historia, vivir el momento que nos ha tocado vivir. Pero vivirlo no significa tragar con lo que otros quieran hacer de nuestro hoy, sino hacer cada uno el dia de hoy de modo que el de mañana también sea nuestro, no de los que nos manipularon. Eso implica que a dia de hoy he de pensar y actuar por libre. Y esto implica no renunciar ni a pensar ni a actuar.

¿Se imagina un mundo con un pensamiento único? ¡qué horror! Incluso con un pensamiento único que lleve a la gente a ser buena gente.
Las dictaduras no es sólo que sean injustas, es que en el mundo de hoy ya no tienen sentido. Las fronteras físicas se las salta Internet en un segundo. Los hombres pueden no poder moverse, pero sus ideas vuelan y hay que dejar que vuelen, a algún oido llegarán que las reciba.

Anónimo dijo...

Claro que creo que hay algunos hombres capaces de cambiar la historia. Igualmente creo que todos podemos ser dueños de la nuestra, que no es poco.

La blogsfera es un ámbito cada vez más importante dónde por ahora, podemos seguir "disfrutado" de la libertad.

Ahora este "estado nodriza", quizás hijo del "estado de bienestar" que adormeció conciencias me está fastidiando bastante.

Se supone que en España vivimos en un estado democrático de Derecho con libertades fundamentales pero sólo se supone...

Ahora nos quieren imponer la asignatura obligatoria "educación para la ciudadanía", que pretende "formar conciencias". Por favor, que nos dejen de insultar, eso es una ley más "castrista" que otra cosa.

Primero los porteros se quedan "inéditos" y ahora los Derechos fundamentales se reducen a comer, beber y tener una nómina!!!

Ángel dijo...

un grano no hace un granero ...

Jesús dijo...

Estoy totalmente de acuerdo... De lo que se trata es de cambiar el mundo y no de quejarse. Y para eso, hay que trabajar. Un saludo,
Jesús V.
Podemos intercambiar links. Yo he puesto uno al suyo en mi blog:
http://jesusvelez.wordpress.com

Marta Salazar dijo...

"Es cierto; los chavales ya no aspiran a transformar el mundo, sino a cobrar un sueldo razonable a cambio de no hacer nada. Vivimos una época resignada y conformista",

impactante esta descirpción viendo lo que ocurre hoy... en que el BCE ha tenido que empezar a comprar bonos soberanos de Italia y Espana... precisamente hoy, lunes negro en los mercados debido al endeudamiento fiscal (y privado) de algunos países,

muchos saludos

Edit dijo...

Un hombre puede cambiar el mundo. Sea a través de la filosofía, de los inventos o descubrimientos, de una ideología novedosa, de una conducta social digna de imitar.
Son muchos los nombres que vienen a la cabeza: Gandhi, Luter King, Santo Tomás de Aquino, Kant, Platón, Hegel,
los Curie, Benjamín Franklin (pararrallos), Thomas Alva Edison (Focos), Samuel B. Morse (telégrafo)...
Cada uno desde su lugar, haciendo de su labor una tarea extraordinaria puede cambiar el mundo.
Si pensamos en los demás y damos lo mejor de nosotros estamos cambiando el mundo.

Oliva dijo...

En mi tierra que es la de todos, pero en la que pisa mis pies en estos momentos y gracias a dios que no está en cima, hay un refran que dice: "Muchos poquitos hacen un muchito". Ahí quedas eso,.A buen entendedor pocas palabras bastan.