domingo, 14 de diciembre de 2008

Alegría, a pesar de todo




“Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca”.

Lo escribió San Pablo desde su prisión, a pesar de que el Apóstol no tenía muchos motivos para estar contento. Él mismo lo cuenta en esta carta, pero, al final, pide a los cristianos de Filipo que se fijen en lo único importante: en el Señor, que está cada día más cerca.

Esta mañana tendré que hablar de la alegría, que no es propiamente una virtud, sino un síntoma; un magnífico síntoma compatible con la crisis, con la pobreza, con la enfermedad, con la vejez… Incluso con la riqueza, aunque a los muy ricos les resulte tan difícil conseguirla.

Hablaré de la alegría y de la cohorte de virtudes que la escoltan: la cordialidad, que es la alegría del corazón; el buen humor, que es el desbordamiento sereno de la alegría; el entusiasmo, que es lo que los antiguos llamaban la pasión de la esperanza; el optimismo, que algo tiene que ver con la Esperanza; el sentido de humor, que es capaz de convertir las lágrimas en carcajadas; la simpatía, que no consiste en hablar mucho, sino en saber escuchar y en dar paz a los tristes; y la humildad, sin la cual es imposible la auténtica alegría.

Y la risa, naturalmente. ¿Qué haríamos sin la risa? 

Cuando en la Santa Misa diga a los asistentes “daos fraternalmente la paz”, tal vez les pida que esta vez se den también la alegría; que se rían juntos. Una buena carcajada compartida puede ser un cántico litúrgico tan agradable a Dios como el más sublime motete gregoriano.

7 comentarios:

Juanma Suárez dijo...

Don Enrique, me encanta esta entrada. Yo lo he intentado explicar mil veces, pero nunca tan bien y tan claro. Me gusta porque ya sabe que a veces, de forma "amateur", me dedico a tratar de hacer reír a la gente. Tengo un amigo cómico que tiene un lema: "si el reír alarga la vida, yo os haré inmortales". A casi lo consigue, la verdad.

Anónimo dijo...

Habibualmente el que busca estar alegre no lo consigue, quiza lo consiga sólo en apareciencia, la alegría es un resultado.

CRIS dijo...

Pues no sé cómo serán sus Eucaristías, Don Enrique...pero en cualquier parroquia, más que emocionantes y alegres, parecen funerales, tanto por los que asisten, como por los que ofician...

Yo, la verdad, es que las celebro en mi comunidad y siempre con mucha alegría, entre otras cosas, además, soy salmista, así que me toca "animar" a la asamblea...Muchas veces he experimentado entrar hecha polvo y salir llena de felicidad...pero no de esa que dura un ratito...no.

Muchos jóvenes, yo creo que no van a misa precisamente por este motivo, por que no se transmite ni la grandeza, ni la alegría, ni la emoción del sacramento que se está celebrando...

Al menos, esta es mi opinión.

Respecto a la vida...¡Por supuesto! Yo siempre intento estar en el Polo Positivo...aunque estoy con Luis en que la alegría, nace...no se hace...

¿No es un distintivo de los cristianos?

Un abrazo

Anónimo dijo...

Únicamente no es compatible con la enfermedad de la depresión.

"Una pierna rota no tiene el mismo nivel de sufrimiento que una depresión profunda, ya que la primera afecta de un modo remediable y parcial (se escayola y se toma un calmante y ya está), mientras que la segunda puede desenfocar por completo la explicación del sentido de la vida. Este sufrimiento hace más daño. También por ser menos comunicable: todos ven el hinchazón de la pierna, pero no es fácil apercibirse del dolor del espíritu."

YEPES STORK, Ricardo
Fundamentos de Antropología.

Hay ocasiones en que la tristeza no es consecuencia de estar lejos de Dios; en que no es la falta de actividad la que precede a la depresión, sino que es la depresión la que precede a la falta de actividad; en que la ausencia de motivos externos de tristeza no es la demostración de que la tristeza no existe, sino la alerta de que hay una enfermedad interna; en que no es la búsqueda de mimos y cuidados el origen de la invención de una enfermedad, sino la consecuencia de un sufrimiento interno fuerte.

Lo más parecido al infierno no es el cancer ni ninguna enfermedad del cuerpo, sino la imposibilidad de estar alegre.

Somos muy comprensivos con el enfermo, cosa lógica muy buena y loable, pero a la gente con depresión la cargamos con nuestra incomprensión, con lo que aumentemos su sufrimiento.

Y como guinda les pedimos que estén alegres.

Anónimo dijo...

Alegría da ver cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa. También las personas tenemos nuestro sitio en la iglesia. El sacerdote tiene su vestimenta, sus albas,cíngulo, amito, estola, casulla...
Las velas ha poder ser de verdad y sin chorretones
Las flores donde la Virgen y el Sagrario y también de verdad
Las luces que no sean de ahorro mejor que mejor
Ornamentos limpios, mantel planchado, vinajeras monas etc.
Los bancos ordenados y nuevos pues mejor porque no te caes. Ocupar primero los asientos delanteros es de educación. Eso ayuda
El que ayuda al sacerdote, discreto afeitado, bien vestido
Las músicas que sean religiosas no de los últimos roqueros.
El feligrés respetuoso, los niños educados, silencio general y recogimiento.
El orden da alegría, el saber a lo que vas y encontrarlo...Esto le vale al mayor pero al joven le da una paz inmensa a la vez que se le educa. Para emociones fuertes están el parapente, la montaña rusa, una cita a ciegas, el juego, etc.

Uno cualquiera dijo...

Disiento totalmente con el ultimo comentario, no asi con el articulo, ya que estoy de acuerdo en que a los cristianos se nos tiene que notar la alegria, ya que hemos recibido la Buena Noticia...

De ahi a que las velas tengan que ser de verdad, la luz incandescente y no de bajo consumo... (como si a Dios se le diera gloria con la factura de la luz...) o que los ornamentos necesiten unos requerimientos minimos.... no se, para mi eso casi aleja la alegría, la viste y la disfraza demasiado.
Prefiero una Eucaristia al aire libre, sin mas ornato que la obra de Dios, con el sacerdote, y los fieles vestidos (y sudados) de trabajar en la viña del señor.
Y cada uno en su sitio, si; pero creo que ese sitio es el mismo para todos: al lado de su projimo, ni mas ni menos, en una asamblea en la que todos sean hermanos e iguales.
El resto: flores de verdad o de plastico, velas de parafina o de cera.... sacerdote rasurado o afeitado, musica mas o menos moderna... para mi es juzgar al libro por las tapas.
Vayamos a lo real, nada hay mas sagrado que el projimo, el hermano... y nada da mas alegria que compartir el amor de Dios con él, en su vida, en su realidad; no recitándole salmos, si no haciendo en el lo que Jesús nos dijo: amarlo como a uno mismo.
(Amarlo, apoyarlo, ayudarlo... no necesariamente trabajar por su conversión o rezar por el; eso viene solo; estar a su lado aqui, en este mundo, como habria querido nuestro hermano mayor que estuvieramos, a las duras y a las maduras).
Fantastico blog, espero nadie se sienta ofendido, nada mas lejos de mi intención...

Anónimo dijo...

Gracias uno cualquiera por la réplica.
Dices algo que me preocupa y no llego a comprender aunque sí. Dices que..."o que los ornamentos necesiten unos requerimientos minimos.... no se, para mi eso casi aleja la alegría, la viste y la disfraza demasiado."
Considero que el orden exterior es para evitar distracciones. Aquí creo que el asunto es... que tu eres hombre y yo mujer jajaja. Las mujeres nos fijamos en todo, el mantel planchado, etc mil detalles que el hombre tiene como una deficiencia natural a no darse cuenta.(jajaja)
Esto no tiene nada que ver con frialdades absurdas, sino con respeto, delicadeza, cariño incluso en las cosas más sencillas.
Nadie disfraza nada, al revés intenta por el exterior acercarse al Misterio. Si se rebaja demasiado, desaparece. Si a otra persona (un hombre por poner un caso) eso le da igual no sale perdiendo, no le aleja, el recogimiento lo tendría más asegurado.
No es incompatible la celebracion al aire libre con personas sudadas como tu dices, con ese recogimiento o solemnidad. Ahora bien, si la señora sudada de al lado, me canta eso de "pon tu mano en la mano del hermano que te da la mano..." pues como que me da más repelús del necesario. Si es un hombre con su aroma distribuyendolo a la asamblea como que no importa tanto, lo veo como mu macho.
Un saludo.