Este post saldrá a las 14,30 del 2 de diciembre. A esa hora estaré en el coche camino de Riaza, uno de mis refugios preferidos.
Claro que voy a "trabajar", pero lo pongo entre comillas, porque predicar un curso de retiro con 22 meditaciones sobre la Virgen no es propiamente un trabajo. Estoy deseando empezar: va a ser otra forma estupenda de vivir la Novena de la Inmaculada.
¿Y el blog? Entraré todas las tardes para "moderar" los comentarios y para comprobar que van apareciendo algunas cosas que he ido programando para los días 3, 4, 5 y 6.
Os pido que me echéis una mano con vuestra oración para que el Señor esté contento y el curso de retiro dé fruto.
Sigue haciendo mucho frío, pero parece que la nieve se retira.
10 comentarios:
"Pos!" aquí hace un frío!!...Intentaré no quejarme (más) y lo ofreceré por el retiro...
Hoy he oido la canción de La Morenita, y me he acordado de la Virgen de la ermita de Riaza. Mandele un recuerdo de mi parte, y no se olvide de decirle "Delicia de Dios". A Ella le gusta.
Thanks.
Me voy que vienen los niños del cole....
Eso está hecho.
No olvide la bombilla, porsiaca ...
Don Enrique cuente con ello, que me pongo ahora mismito. Y ya de paso, voy a abusar de confianza, y le pido que rece usted por mi madre que le hace mucha falta, por su enfermedad.
Un gran abrazo.
ana.
Súper encomendado el retiro. Qué no daría yo por estar allí... Excelente la idea de "post programados" para no dejarnos en el aire
aquí tb hace mucho frío. Me acordaré de su "trabajo". luis
Cuente con mis dos manos.
Dicen q en Sevilla no hace frío, pero antes de las 8 de la mañana, camino de la Facultad en moto... Y de vuelta de las prácticas pasadas las 9 y media de la noche... En fin, q las oraciones van hacia Riaza y se esperan de vuelta (no por el frío, sino por lo q de verdad importa)
LLevo unas semanas enganchada a su blog.¡Gracias! me está ayudando a PENSAR.
Ahora he empezado a hacer mis pinitos en mi propio blog que necesita paciencia y ánimos ¡cuento con los suyos!.Otra vez GRACIAS
22 meditaciones sobre la Virgen, ¡qué maravilla! No dejo de sorprenderme. ¡Cuánto me gustaría escuchar una predicada por usted!
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