La Iglesia en Irlanda
Os invito a leer y meditar la carta de Benedicto XVI a los católicos de Irlanda. El Papa expresa su consternación ante los abusos sexuales de jóvenes por parte de representantes de la Iglesia, y por la forma en que los afrontaron los obispos y superiores religiosos aquel país. La carta se leerá íntegramente en todas las iglesias de Irlanda.
El Santo Padre habla de su cercanía en la oración a toda la comunidad católica irlandesa en este momento doloroso y sugiere un camino de curación, renovación y reparación.
Por último nos invita a todos a pedir perdón y rezar por aquella tierra, Ésta es la oración del Papa:
Dios de nuestros padres,
renuévanos en la fe que es nuestra vida y salvación,
en la esperanza que promete el perdón y la renovación interior,
en la caridad que purifica y abre nuestros corazones
en tu amor, y a través de ti en el amor de todos nuestros hermanos y hermanas.
Señor Jesucristo,
Que la Iglesia en Irlanda renueve su compromiso milenario
en la formación de nuestros jóvenes en el camino de la verdad, la bondad, la santidad y el servicio generoso a la sociedad.
Espíritu Santo, consolador, defensor y guía,
inspira una nueva primavera de santidad y entrega apostólica
para la Iglesia en Irlanda.
Que nuestro dolor y nuestras lágrimas,
nuestro sincero esfuerzo para enderezar los errores del pasado
y nuestro firme propósito de enmienda,
den una cosecha abundante de gracia
para la profundización de la fe
en nuestras familias, parroquias, escuelas y asociaciones,
para el progreso espiritual de la sociedad irlandesa,
y el crecimiento de la caridad. la justicia, la alegría y la paz en toda la familia humana.
A ti, Trinidad,
con plena confianza en la protección de María,
Reina de Irlanda, Madre nuestra,
y de San Patricio, Santa Brígida y todos los santos,
nos confiamos nosotros mismos, nuestros hijos,
y confiamos las necesidades de la Iglesia en Irlanda.
8 comentarios:
¡Genial!. Es esperanzadora, animante, incisiva... esto es Un Papa. A por todas...
Gracias por darnos la ocasion de leerla.
Amén.
Gracias, don Enrique.
Qué dolor tan profundo...Espero que estas palabras santas de consuelo, reprobación y esperanza que ha escrito el Santo Padre, ayude a curar las heridas. Rezo por Irlanda e intentaré unirme al programa de reparación que ha trazado para todo un año.
O. Papathoma
Lo que más miedo me da de todo este asunto es el poso que va quedando después de cada escándalo. Los periodistas utilizan frases hechas del estilo "los abusos sexuales se cuentan por miles". ¿Por miles? Probablemente sean menos, aunque no por ello deje de ser terrible. Pero acabaremos, si no lo estamos ya, con una mente contaminada por la desconfianza. Llegaremos a dar por supuesto que todo hombre que elige la castidad es en realidad un pederasta o un enfermo en potencia. Llegará el día en que muchos padres no quieran dejar a sus hijos con sacerdotes porque se da por supuesta la desconfianza... como cuando vemos a dos hombres juntos y casi automáticamente pensamos que son gays. A veces pienso que el objetivo de tanta publicidad de estos escándalos es ensuciar nuestra mente, olvidar que es posible la transparencia, la vida sencilla, el comportamiento impoluto, delicado... en fin, que no sé. En todo caso, es un tema horrible.
H del M: te recomiendo el artículo que publicará mañana Rafael Navarro-Valls en El Mundo. Se titula "Pánico moral". Es largo, pero trataré de hacerme eco en el globo.
Historias del Metro, te doy toda la razón y me uno a tu comentario. Los pederastas son muchos menos de los que anuncian, y las victimas también. Eso no quita que el pecado cometido por los que tienen una responsabilidad espiritual deje de ser horripilante.
sé de parroquis donde los padres han pedido que las confesiones de niños sean fuera del confesonario, en un rincón de la iglesia donde los padres puedan ver a sus hijos todo el rato. Y otros padres que han dejado de llevar a sus hijos a clases de catequesis, decidiendo ir a iglesias protestantes por esta razón. Mucho que reza y mucho que reparar.
Yo solo añadiré que solo me queda mi más sincera oración pr el Santo Padre,se le ve derrumbado y con una profunda tristeza en su corazón
por sus hijos sacerdotes que no han sabido cumplir su sagrado celibato.
GRACIAS
Gaztelu, no soy quién para enmendarte la plana, perdona el atrevimiento, pero no creo que el Papa esté derrumbado: su dolor es grande y profundo, supongo que parecido al que Nuestro Señor tenía en la Cruz, donde todos los pecados de la Humanidad pesaban sobre Él.Creo que su dolor -como el de Él- nos purifica, y su fortaleza para corregir, con claridad, crudeza y caridad, nos da esperanza.Me uno a tu oración, un abrazo.
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