No
es un jefe de Estado que abdica en un sucesor ni un presidente de gobierno al
que hayan vencido en las urnas. Cuando tomó posesión de su carga (he escrito “carga”,
sí) él pensaba que permanecería al frente de la Iglesia el resto de su vida.
Sabía que debía ser el padre común de millones de personas, y comprendió que esa
paternidad era real; la recibía como un don de Dios, una gracia del cielo que le
ensanchaba el corazón para que todos los cristianos cupiesen en él.
Ha
ejercido su ministerio abnegadamente. Se ha entregado a todos y nos ha ganado
con su sonrisa humilde y un tanto tímida, su magisterio lúcido y claro, su
generosidad en el afecto y su fortaleza en el gobierno de la Iglesia. Tuvo que relevar
a un santo que nos dejó huérfanos con su muerte; pero consiguió que no lo echáramos
de menos. El corazón de aquel gran Papa seguía latiendo en el pecho de su sucesor.
Ahora
“renuncia” a su ministerio; se va. Cuando conocimos la noticia muchos pensamos
que los padres no dimiten jamás, y quizá nos sentimos un poco defraudados. Lo
reconozco; esa fue mi primera reacción.
Hoy,
al pensar en el queridísimo Benedicto XVI, me lo imagino recogiendo sus cosas
personales, haciendo la maleta para un viaje sin retorno. Tal vez se asome a la
ventana, procurando no ser visto, para contemplar por última vez la plaza de
San Pedro. Quizá ya no reprima las lágrimas.
Algo se muere en el alma cuando un amigo
se va. Se lo cantamos
tantas veces a Juan Pablo II, y rematábamos la copla con aquel no te vayas todavía, no te vayas por favor…
“Sede
vacante”. ¿Se quedará vacante también su corazón de padre?
No.
Los dones de Dios son irrevocables. Es cierto que algo se muere en mi alma con la marcha
del amigo; pero en el pequeño convento de clausura donde vivirá el Papa,
caben millones de corazones, el mío también. Benedicto XVI no ha renunciado a ser padre.
16 comentarios:
Estimado y leido, muy leido, Don Enrique, no sabe cómo he llorado al leer este artículo, dicen que las lágrimas son liberadoras, pues así ha sido; una vez más (soy muy llorona) han canalizado un montón de sentimientos (inquietud, tristeza, incertidumbre) que en estos momentos afloran. Al final, siempre es lo mismo: estamos en sus manos, y será lo que el Espiritu Santo quiera.
Un cordial saludo, Berta
Sinceramente estoy nerviosa, no digo que sea un duelo, pero para mi es un duelo personal, .... si ya encomendaba, ahora hay que pelarse los labios...Dios sabe mas y, como bien a dicho Berta, lo que el Espiritu Santo quiera.
Como con Juan Pablo II, cada uno tiene ese momento de recuerdo personal con Benedicto XVI. El mío es en Valencia, en cuenteo de las familias. Lo vimos como un abuelo encantador y nos conquisto el corazón. Pensaremos mucho en el, y le deseamos que sea feliz ahora y siempre.
Efectivamente el mejor lugar de encuentro con el Papa será el Sagrario que cada uno tengamos más cerca de casa porque- de seguro- que el Santo Padre en el Sagrario del convento de clausura donde se marcha nos tendrá muy presentes en sus oraciones .
Y ojalá que sepamos coresponder con generosidad y más oración a su entrega.
Yo también pongo el mío, que cada vez está en más personas, gracias a Dios.En algunas de un modo especial, como éste Papa.
Lucía
Cuesta un poco aceptar esto pero es así: algo se muere en el alma. él sabe lo que hace y lo que es mejor para la Iglesia y su manera de servirla con la oración que estará acompañada de la nuestra. Adiosle-pido
Siempre he pensado que un sacerdote no es más que eso: un padre (¡y es tanto!). El Papa viene a ser como el padre de todos los padres y los hijos del mundo, así que cuando Joseph Ratzinger (que Benedicto XVI es el Papa) esté trabajando y rezando en ese convento, seguirá siendo padre, pero habrá dejado a otro la "carga" de ser el padre de todos de manera visible.
Es curioso que el anterior Papa se nos fue (se lo llevó Dios) estando muy enfermo, dándonos ejemplo en sus propias carnes de que TODOS SOMOS NECESARIOS aunque no lo parezca a los ojos humanos.
Este Papa se nos va en plenos usos de sus facultades, con una de las mentes más lúcidas de las últimas décadas trabajando a toda máquina, demostrándonos que también hay que ser humildes para aceptar nuestras limitaciones y aceptarlas con toda la naturalidad del mundo, porque son limitaciones que Dios permite para que luchemos por cosas buenas.
Si el próximo Papa es negro ya me imagino a muchos preparándose para el fin del mundo y a otros celebrando el final de la Iglesia y la venida del anti Cristo. Nosotros nos divertiremos con todos y rezaremos por ellos y, por supuesto, por el Papa que venga.
Es asombrosa la lección de fe del papa. Curiosamente, el otro día leía unas palabras suyas acerca de la conversión: "Conversión es ir contracorriente, donde la "corriente" es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusorio que a menudo nos arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal, o en cualquier caso prisioneros de la mediocridad moral". Con su ejemplo, sabiendo que la corriente humana vería su renuncia como signo de debilidad (moral o espiritual), ha decidido arrastrarnos y mostrarnos una vez más la certeza que tiene en la Providencia y en que, hasta un papa tan inteligente y con cualidadea tan santas como éste, todavía necesita convertirse cada día, (¡¡y aún cuánto más nosotros!!) Su renuncia, contemplada bajo esta nueva perspectiva, es un claro ejemplo de fortaleza de la Iglesia, y que, gracias a poder contar con la gracia de Dios, podemos presumir de estar tan vivos y con un amor por Cristo igual que hace 2000 años con los primeros cristianos (compartiendo virtudes y defectos). Es para mí un honor poder vivir en un momento histórico con tan bellas señales, regalos de Dios y de su vicario en la tierra. Qué opina páter?
Benedicto XVI,ayudó en la sombra a Juan Pablo II,hasta el ultimo latido de su Papado y luego recogio el pontificado con la misma humildad .
Se nos ha ido un amigo,como se nos fue otro y otro y otro.
Pero Benedicto XVI tendreis que reconocer los defraudados de su dimision que ha sido un gigante de la Verdad y de la contriccion cristiana.
Un Papa lleno de realidades.
Qué preciosidad don Enrique. Muy emocionante su adiós.
Aprovecho para brindarles una bonita iniciativa para apoyar con la oración el cónclave.
Se trata de "adoptar" un cardenal y rezar en concreto por él hasta el final del cónclave. Está en www.adoptacardinal.org
Comprendo que el Papá este deseando marcharse al convento .Habrá sufrido lo que no sabemos y ha sido muy juzgado en cada uno de sus gestos y palabras..oraciones para el próximo Papá que sea fuerte física y mentalmente para llevar el timón de la barca .
Pues yo, tras la primera conmoción por lo inesperado, creo que siento más alegría por ver que:
* El Papa ha hecho lo que ha visto en la oración como la voluntad de Dios, el Papa es fiel.
* En la Iglesia hay libertad, el Papa ha actuado libremente: sin la coacción de la costumbre, de lo que siempre se ha hecho así; sin la coacción de la huida ante los graves delitos que se cometen dentro de la Iglesia; sin la coacción de los medios de comunicación, del qué dirán.
* Dios reparte sus dones y su voluntad como quiere y nosotros no tenemos por qué entenderlo. Y cuando le dejamos actuar nos llevamos estas sorpresas.
* A pesar de lo que dicen algunos, la Iglesia está viva y no es inamovible. Es inamovible en cuanto al mensaje recibido, lo contrario eliminaría su razón de ser, pero se adapta porque Dios la adapta y renueva a través de los que le sirven fielmente.
En fin, siento algo de pena, pero es una pena alegre si esto puede ser.
Don Enrique no se puede expresar mejor el sentimiento que nos embarga a todos estos días. Preciosas palabras para un papa bueno, intelectual, valiente y leal. Leal, sí. Sobre todo cuando le pide al Espíritu Santo que le alivie de su carga ahora que se siente incapaz.
Isabel, bonito comentario.
Isabel,me gusta mucho lo que dices
Que preciosidad y que bien describe como nos sentimos tantos. Gracias don Enrique por "prestarnos" sus palabras.
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