miércoles, 20 de marzo de 2013

Primavera


 Nunca se fueron del todo; pero ya están aquí
Llegó la primavera también a Molinoviejo. Comprendo que no es noticia, pero tenía muchas ganas de escribirlo.
A las 11 de la mañana la casa antigua se llena de sacerdotes de toda la diócesis que vienen a hacer su retiro mensual. Jesús, que es el predicador, me pide que asista a la tertulia después del almuerzo y aproveche para “presentar” mi último libro.
Los curas castellanos son sobrios de gestos. Manifiestan su adhesión a todo lo que digo manteniendo los ojos muy abiertos y asintiendo levemente con la cabeza.
Vendo cuatro ejemplares, y ya me parece mucho. ¡Si supierais lo que gana al mes un cura de pueblo! Un párroco de la Sierra, que pastorea un pueblo con mucho turismo de fin de semana, me dice:
―Yo compraría tres o cuatro ejemplares para ponerlos a la venta en la iglesia. Pero ya sabes cómo es la gente; se los llevan sin pagar.
―Eso es porque tus feligreses son ricos ―le contesto―, y pasan el finde en el pueblo. Los pobres nunca hacen eso.
Me ha quedado un poco demagógico, pero me temo que tengo razón.

9 comentarios:

Vila dijo...

El que llegue la primavera siempre es noticia. Molinoviejo debe de estar precioso. El otro día, medio nevado, el paseo por la finca fue espectacular y aunque la ermita era heladora se estaba muy a gusto.

Échele otro rezo a la Virgen de mi parte antes de irse, porfa.

Papathoma dijo...

Sugerencia: a quien esté dispuesta a aceptar la idea, propongo que antes del próximo retiro de curas diocesanos, cada una regale un ejemplar a un sacerdote.

El sitio para dejar el ejemplar y/o el dinero para comparlo, a convenir por los que vivís en Madrid, que sabréis mejor.

(Chicos, vosotros también podéis colaborar...es que desde pequeña he visto que este tipo de cosas las hacen las "señoras"... :)

Anónimo dijo...

¿Y no es mejor pagar un menú de comida?,seguro que cerca vuestro hay alguien que lo necesita.

Antuán dijo...

le doy la razón en eso los pobres saben lo que cuestan las cosas y las valoran por eso aunque supone esfuerzo pagan los demás se piensan que están ahí de exposición. Adiosle

Padre Ernesto dijo...

Anónimo: un libro es un regalo. Una comida, sólo una limosna. Nadie rechaza un regalo. Las limosnas sí; los curas tenemos suficiente para comer.
Y si hablas de otros pobres, a veces la comida no es lo primero.
Además un libro alimenta más que un par de huevos fritos.

Anónimo dijo...

No quiero ni es mi intención polemizar,pero que un libro alimenta más que un par de huevos fritos...lo voy a proponer mañana en el comedor social donde colaboro.

Pentamamá dijo...

Anónimo, que lo uno no quita lo otro... Y no sólo de pan vive el hombre.

Anónimo dijo...

Anómimo, no hace falta polemizar, creo que está todo muy claro, se ha hecho referencia a hacerles el regalo del libro a los sacerdotes, porque pueden hacer mucho bien con él...no hay que buscar las tres patas al gato, no??
Quizá ahora haya otros motivos más, pero mucha gente no ha tenido para comer porque no sabían ni leer, (actualmente no, yo misma estoy en paro y con dos carreras...) pero si es verdad que como dice El Padre Ernesto... no sólo de pan vive el hombre... creo que si sabes leer, anónimo, sabes también interpretar muy bien lo que se ha querido decir... no??
Y por cierto, muchas gracias por la labor que haces al colaborar en comedores sociales, gracias a tí mucha gente come... pero también gracias a otras, muchas personas se alimentan de sabiduría...que no es poca cosa tampoco.
Beatriz.

Papathoma dijo...

No son cosas incompatibles, Anónimo-sacapunta-a-todo.