Profetas
Un gruñón sin nombre, un tanto vanidoso,
a quien he “censurado” su largo comentario en el globo, me dice entre otras (muchas)
cosas:
Tu
iglesia está en las últimas. Por si no bastara el follón de la pederastia y la
corrupción, el Papa se larga.
Añade unas delicadas consideraciones
muy originales sobre las “ratas” y el barco que se hunde, y termina así:
Vivimos
tiempos de gloria. El catolicismo se muere. Los protestantes durarán más, pero
también agonizan.
Pido
perdón a mis globeros por reproducir estas anónimas profecías. No
contestéis al profeta. No vale la pena. Mi respuesta es este texto de Chesterton:
“El
cristianismo ha muerto varias veces y ha resucitado otras tantas, porque Dios conoce
el camino para escapar del sepulcro. No es que haya sobrevivido durante dos mil
años. En realidad ha renacido en Europa al menos en cinco ocasiones: con los
arrianos y los albigenses, con los humanistas escépticos, después Voltaire y
antes Darwin. Cinco revoluciones que arrojaron la fe a los perros y en cada uno
de los cinco casos no pereció la fe, sino que perecieron los perros”
Y yo añado:
A pesar de nuestras miserias, el cristianismo sobrevive a todos sus enterradores.
13 comentarios:
Don Enrique, en la última frase creo que se le ha escapado el "los" o el "sus".
Todas estas cosas suenan a "repes", como los cromos. Si ya Chesterton (qué pozo de sabiduría) lo decía, hace ¿cuanto? ¿90 años?...
Y eso que chesterton no nombra la primera hecatombe del cristianismo, cuando los Apóstoles se escondían tristes, porque habían matado al Maestro para que no se extendiera su doctrina. Los que le seguían, sus discípulos, retornaban al pueblo. ¿Cuántos serían? ¿500? ¿1000? ¿cómo es que no desaparecieron?
Un amigo de un sacerdote que acabo de conocer le dijo:
Qué suerte vamos a tener: el vehículo de la Iglesia tendrá ahora dos motores, uno de tracción delantera que conducirá la Iglesia (el papa que venga) y otro de tracción trasera, empujando desde atrás (BXVI).
Espero que no se malinterprete como una Iglesia bicéfala o algo así. A ni la idea me ha gustado y me ayuda, pero está claro que quien la escribe no es un teólogo (y el anónimo no es un profeta tampoco).
Papathoma te la vas a ganar
Este pobre anónimo no sabe lo que dice. Y si dice que diga. As for me and my household, we will serve The Lord.
Me queda una duda. El Sombrerero loco es el gruñón?
O.
Pues si me han dolido mucho estas frases.Pero hablando mal y pronto "cuanta más mierda sacan"más se refuerza mi fe pensando q verdaderamente esto no es algo q llevan los hombres
Este blog está impregnado de piedad y misericorda. Pero en ocasiones hay que mostrar sin tapujos las miserias que el Maligno usa para atacarnos. Ayer me quedé estupefacto cuando, haciendo "zapping" vi en la Sexta al supuesto humorista wyoming comentando la situación de la Iglesia estos días. Qué repugnancia, que maldad. Y no digo más en atención a la distinguida audiencia...
Pero es que hoy, en la televisión pública de España, aprovechan para poner la película del codigo da vinci, basada en ese horroroso panfleto anti católico en supuesta forma de novela. No la leí, ni vamos a ver la pelicula en casa, pero nótese la MALDAD del programador de TVE.
Pediré por ellos ahora en Misa. Y por mi cabreo, que tampoco está bien...
Agradezco el ejemplo de valentia y humildad de Benedicto XVI , me ha ayudado mucho.
Me ha llegado este correo, lo comparto:
LA VERDADERA DE LA RENUNCIA DEL PAPA:
Y hay muchas cosas que no se pueden entender a las 8:00am cuando te hablan... para decirte escuetamente: “Daniel, el papa dimitió.” Yo apresuradamente contesté: “¿Dimitió?”. La respuesta era más que obvia, “Osea renunció, ¡Daniel, el papa renunció!”
El Papa renunció. Así amanecerán sin fin de periódicos mañana, así amaneció el día para la mayoría, así de rápido perdieron la fe unos cuantos y otros muchos la reforzaron. Y que renunciara, es de esas cosas, que no se entienden.
Yo soy católico. Uno de tantos. De esos que durante su infancia fue llevado a misa, luego creció y le agarró apatía. En algún punto me llevé de la calle todas mis creencias y a la Iglesia de paso, pero la Iglesia no está para ser llevada ni por mí, ni por nadie (ni por el Papa). En algún punto de mi vida, le volví a agarrar cariño a mi parte espiritual (muy de la mano con lo que conlleva enamorarse de la chavita que va a misa, y dos extraordinarios guías llamados padres), y así de banal, y así de sencillo, recontinué un camino en el que hoy digo: Yo soy católico. Uno de muchos, sí, pero católico al fin. Pero así sea un doctor en teología, o un analfabeto de las escrituras (de esos que hay millones), lo que todo mundo sabe es que el Papa es el Papa. Odiado, amado, objeto de burlas y oraciones, el Papa es el Papa, y el Papa se muere siendo Papa. Por eso hoy cuando amanecí con la noticia, yo, al igual que millones de seres humanos..nos preguntamos ¿por qué?. ¿Por qué renuncia señor Ratzinger?. ¿Le entró el miedo?. ¿Se lo comió la edad?. ¿Perdió la fe?. ¿La ganó?. Y hoy, después de 12 horas, creo que encontré la respuesta: El señor Ratzinger, ha renunciado toda su vida.
Así de sencillo...
El Papa renunció a una vida normal. Renunció a tener una esposa. Renunció a tener hijos. Renunció a ganar un sueldo. Renunció a la mediocridad. Renunció a las horas de sueño, por las horas de estudio. Renunció a ser un cura más, pero también renunció a ser un cura especial. Renunció a llenar su cabeza de Mozart, para llenarla de teología. Renunció a llorar en los brazos de sus padres. Renunció a teniendo 85 años, estar jubilado, disfrutando a sus nietos en la comodidad de su hogar y el calor de una fogata. Renunció a disfrutar su país. Renunció a tomarse días libres. Renunció a su vanidad. Renunció a defenderse contra los que lo atacaban. Vaya, me queda claro, que el Papa fue un tipo apegado a la renuncia.(...)
(...)Y hoy, me lo vuelve a demostrar. Un Papa que renuncia a su pontificado cuando sabe que la Iglesia no está en sus manos, sino en la de algo o alguien mayor, me parece un Papa sabio. Nadie es más grande que la Iglesia. Ni el Papa, ni sus sacerdotes, ni sus laicos, ni los casos de pederastia, ni los casos de misericordia. Nadie es más que ella. Pero ser Papa a estas alturas del mundo, es un acto de heroísmo (de esos que se hacen a diario en mi país y nadie nota). Recuerdo sin duda, las historias del primer Papa. Un tal..Pedro. ¿Cómo murió? Sí, en una cruz, crucificado igual que a su maestro, pero de cabeza. Hoy en día, Ratzinger se despide igual. Crucificado por los medios de comunicación, crucificado por la opinión pública y crucificado por sus mismos hermanos católicos. Crucificado a la sombra de alguien más carismático. Crucificado en la humildad, esa que duele tanto entender. Es un mártir contemporáneo, de esos a los que se les pueden inventar historias, a esos de los que se les puede calumniar, a esos de los que se les puede acusar, y no responde. Y cuando responde, lo único que hace es pedir perdón. ‘Pido perdón por mis defectos’. Ni más, ni menos. Qué pantalones, qué clase de ser humano. Podría yo ser mormón, ateo, homosexual y abortista, pero ver a un tipo, del que se dicen tantas cosas, del que se burla tanta gente, y que responda así..ese tipo de personas, ya no se ven en nuestro mundo.
Vivo en un mundo donde es chistoso burlarse del Papa, pero pecado mortal burlarse de un homosexual (y además ser tachado de paso como mocho, intolerante, fascista, derechista y nazi). Vivo en un mundo donde la hipocresía alimenta las almas de todos nosotros. Donde podemos juzgar a un tipo de 85 años que quiere lo mejor para la Institución que representa, pero le damos con todo porque “¿con qué derecho renuncia?”. Claro, porque en el mundo NADIE renuncia a nada. A nadie le da flojera ir a la escuela. A nadie le da flojera ir a trabajar. Vivo en un mundo donde todos los señores de 85 años están activos y trabajando (sin ganar dinero) y ayudan a las masas. Sí, claro.
Pues ahora sé Señor Ratzinger, que vivo en un mundo que lo va a extrañar. En un mundo que no leyó sus libros, ni sus encíclicas, pero que en 50 años recordará cómo, con un simple gesto de humildad, un hombre fue Papa, y cuando vio que había algo mejor en el horizonte, decidió apartarse por amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos, sin un cuerpo exhibido en San Pedro, sin miles llorándole aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivió aún siendo Papa: humilde.
Benedicto XVI, muchas gracias por renunciar
Hablando de perros." ladran,porque cabalgamos"
"a palabras necias oidos sordos", que me perdone San Josemaria por reinterpretar a mi manera lo que el dijo, que teimporte una mierda el que diran, "la vergüenza para pecar", y a la hora de defender la Iglesia, toma aire, piensa bien lo que vas a decir y luego no devuelvas a golpe de puños, se mas listo que el demonio, como ha demostrado don Enrique, no intentes imponer tus principios, defiende con buenas palabras pero siempre con respeto. Todos somos Hijos de Dios, aunque ni a cocorotazos unos tantos ni se enteren.
Estoy aburrida de anónimos queriendo hacer daño.
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