miércoles, 18 de septiembre de 2013

Una escena corriente




Vuelvo a casa a las 8 de la mañana, después de celebrar Misa en un centro cercano, y coincido en la puerta de entrada con dos chavales de bachillerato que vienen al colegio. El más alto lleva una mochila negra con un anuncio; el otro la lleva floreada.
Me dicen que viven “ahí enfrente”, o sea, que son de aquí mismo, de Vallecas y no manifiestan un particular entusiasmo por comenzar las clases.
Se adelantan unos pasos y charlan entre ellos. El de la izquierda lleva sueltos los cordones de los zapatos, y luce un zurcido descarado en la popa del pantalón. Al otro le pesan los pies más de lo normal y los arrastra a duras penas. Eso sí; va repeinado con gomina.
Hablan del partido del Madrid y de los goles de Ronaldo.
―Tiene mucha potra ―pontifica el de la izquierda―.
A la altura de la cripta, se desvían y entran sin dejar de charlar. Yo me quedo parado para observarlos. Hacen una genuflexión pausada y en silencio delante del Sagrario. A continuación se dan la vuelta y van hacia clase.
―¿Potra? ¡Qué dices! ¿Llamas potra a los tres recortes que hizo en el área… …?
Como veis, nada fuera de lo normal; pero yo regreso a casa un poco más contento, y pienso en los años de oración y de trabajo que han hecho posible que esta escena se repita cientos de veces cada mañana en Tajamar.

7 comentarios:

Carlos dijo...

La escena "corriente" tiene un contenido de gran calado. Gracias por su publicación: tonifica.

Todoslosnombres dijo...

Qué agradable sensación deja esa escena tan corriente.

Secuencias que se repiten y que llevan la huella de su trabajo y su oración, para que no haya nada "fuera de lo normal": jóvenes genuflexiones pausadas y en silencio delante del Sagrario.

Padre, ¿usted tiene potra o buena estrella?

Gracias por sus letritas.

Merche dijo...

Sí, así es. Yo también me quedaba encantada cuando mi niño iba a Tajamar y veía esas escenas "corrientes". ¡Ojalá fueran también corrientes en todos los colegios públicos y privados, laicos y religiosos!

Cordelia dijo...

Hace casi 30 años aprendí a hacer eso mismo en Aldeafuente. Ayer volví a ver a mi tutora de entonces. Y comentamos cómo esa educación deja un poso difícil de borrar. Gracias por la parte que me toca.

Ana dijo...

"De rodillas y en silencio frente al Sagrario": que lindas lecciones Pater que se graban en el corazon de los jovenes...
DIOS TODO LO PUEDE !!! Gracias por sus palabritas de todos los dias D.Henry que reconfortan el alma...
A dormir que ya es muy tarde pleaseee...

Anónimo dijo...

Es la primera vez que comento..y no he podido resistirme, tantos años viviendo al lado de Tajamar.. y mi madre sufriendo porque eramos chicas!! y no podiamos entrar. Me ha traido buenos recuerdos de la infancia y de ese colegio, orgullo del barrio!!

Clara dijo...

Sin hacer de menos a otros, diré que los antiguos alumnos que conozco de Tajamar tienen una garra y un espíritu combativo que llama la atención.

De paso digo que me ha emocionado la historia.