lunes, 9 de septiembre de 2013

Mañana...


"Mañana" es la palabra más hermosa de esta noche.
He llegado a La Lloma sin más novedades que las previstas: el atasco de salida, la tormenta y aguacero de Alarcón, una parada para repostar...
Estoy cansado, pero mañana madrugaré más que nadie para ver cómo sale el sol recién bañado en el mar. Y recordaré a San Josemaría, que hizo también su oración en esta terraza contemplando el mismo amanecer hace cuarenta años. 
Mañana a las 8 diré Misa en el altar de San José.
Mañana. Hoy solo puedo dar gracias por haber vuelto.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta cuándo? Cómo? Para qué?

Cordelia dijo...

Poesía en prosa

pacita dijo...

Pues dé gracias a Dios de parte de todos los globeros!cada vez esta más cerquita de aquí.....a ver si también le mandan a dar un curso por Barcelona

Anónimo dijo...

Le pido que rece un Ave María por mis hijos en la Ermita, y que le lleve a la Virgen una flor, la que sea, por mi padre, que tantas le llevó, era - y es- un enamorado absoluto de Ella. Una confidencia,nos enteramos en su Misa de cuerpo presente: un sacerdote muy amigo suyo, tenía un pacto con él. Como eran te tierras cercanas, cada vez que uno de los dos iba por ellas, le mandaba un saludo a su Vírgen de parte del otro. El gran pacto era, que el primero que muriera, le daría de parte del otro, un beso a su Madre, pero "un beso de verdad, en el corazón", y seguía el curica, "estoy seguro de que habrá cumplido su parte". (¿quién soy?, Ella sabe quién soy).Gracias.

Llumla dijo...

Hoy ya es mañana. El sol es espléndido.

Todoslosnombres dijo...

Sí, es hermosa la palabra "mañana", y lo es más si nos espera un programa como el que usted tiene previsto desde su amanecer. Me alegra que sea en la "tierra de las flores, de la luz y del amor", la tierra de la Virgen de los Desamparados, y de mis abuelos. ¡Ché qué bonic!

Mañana... sin ir más lejos.

Gracias por sus letritas tan llenas de azul de cielo y de Mediterráneo.

Enrique Monasterio dijo...

Gracias, Anónimo teólogo, por tus precisiones. Si tuvieses nombre y cara, podríamos dialogar sobre esa cuestión.
Así, no.

Antuán dijo...

Gracias por ese optimismo que nos trasmite, por ese mañana tan esperado aunque a veces se diga que hay que vivir el hoy pero ¿por qué no desear el mañana? es un buen deseo de ofrecerse y ofrecer a Dios el futuro, tener ganas de seguir trabajando para Él. Por supues. Adiosle