miércoles, 11 de septiembre de 2013

Segundo día

A eso que llega por ahí le llaman "gota fría" 
Hoy los asistentes a la convivencia hemos tenido retiro. Al terminar, enciendo el teléfono y lo encuentro lleno de mensajes. Mis amigos valencianos se han enterado de que estoy en su tierra y me proponen planes tentadores para los pocos días que me quedan.
Si dependiera de mí, permanecería veinte días más y visitaría a cada uno y a cada una; pero no puede ser: debo decir que no a casi todos. Haré una excepción con Sonsoles y José María, que acaban de celebrar su aniversario de boda y tienen una especial capacidad de persuasión. Sonsoles fue una de las primeras niñas que conocí cuando me nombraron capellán de Aldeafuente, y sabe muy bien que nunca niego nada a mis viejas alumnas. Mi ordenador es un almacén de fotos de esa familia.
No deis mucha importancia a mi entrada de esta mañana. Fue un pequeño desahogo innecesario. Ahora, al releerlo, me da vergüenza. Menos mal que Kloster no se ha enterado.

4 comentarios:

yankee dijo...

De vergüenza nada, a veces hay que contar las cosas. Ha hecho bien, así ha conseguido que entre todos recemos un poquito más de lo habitual, lo cual nunca está de más. Además, como usted sabe, "vergüenza sólo para pecar".

Fernando Q. dijo...

El dolor en ocasiones hace hueco en nuestro ánimo y se degrada en tristeza estéril. Me alegra ver que su ánimo ha mejorado con el día.

El otoño acecha...

Anónimo dijo...

:)

Todoslosnombres dijo...

Está claro que a Sonsoles (afortunada alumna) y José María (afortunado esposo), les ha tocado la lotería. Los demás deberán esperar y entender que Dios, con su sabiduría, no le ha concedido el don de la ubicuidad, del que seguro hubiera abusado.

Una cosita: no le perdono y sí le agradezco la entrada de ayer que me llegó al alma, a pesar de su disgusto, que lo siento. Es que, y disculpe la expresión, tengo a las sotanas en un altar y sus letritas me hicieron sentir que, además de poner su hombro para que los demás lloremos, también su fortaleza está en reconocer que se disgustan, y en desahogarse con la gente normal.

Pues mire que yo creo que Kloster sí se ha enterado... no sé, no sé.

Gracias por sus letritas; por sus lecciones.