sábado, 21 de septiembre de 2013

La luna de otoño

Tengo unos prismáticos formidables que me regalaron hace años. Demasiado buenos para un pajarero jubilado; pero a veces me sirven para contemplar la luna. Hoy quiero mirarla a la cara antes de acostarme. Está llena y tan luminosa que ha apagado casi todas las estrellas
¿Por qué no se deja mirar la luna? Juega al escondite conmigo ocultándose una y otra vez  detrás de las pocas nubes que hay en el Cielo. Quiere que me quede un rato a su lado. La noto cansada. Tiene los ojos tristes.
No me he vuelto romántico ni quiero decir más cursilerías que las necesarias. Me siento en un banco y vuelvo a apuntar a la luna con mis prismáticos. El que me los regaló había escrito una breve nota: “con estos prismáticos podrás distinguir con toda claridad el color de los ojos de cada pájaro, aunque estén a contraluz”.
Tenía razón. No está triste la luna. Ahora lo veo perfectamente; es que se le ha metido una nube en el ojo derecho y llora.

8 comentarios:

Cordelia dijo...

Anoche volvía conduciendo a casa, con la luna amarilla y enorme delante de mi, y me pareció que sonreía. Claro que yo no tengo prismáticos y venía cantando a pleno pulmón la banda sonora de el rey león. Igual se reía de mi...

pacita dijo...

Kloster!!!! mira a ver q le pasa al Pater.....siii tienes razón , tiene q ir unos días a Bilbao

Luna dijo...

Buenos días luneros, en una entrada que habla de mi tocaya no podía por menos que decir algo. Primero, Luna llena fue el 19 pero su redondez dura un par de días... En fin, también yo juego con ella y viceversa. Pero es fiel compañera, sé que siempre está ahí aunque haya días de Luna nueva y se esconda por más tiempo.
Gracias por decirnos cómo se encuentra pues andaba preocupada.
¡Feliz domingo!

Natalia dijo...

Hola Don Enrique y demás blogueros: quizás la luna llorase por el atentado terrible en Nairobi ayer. Os pido oraciones por los muertos, heridos y por los asesinos también. Y doy gracias por los que no estábamos allí, alguna misión tendremos que cumplir. Un abrazo y gracias por su blog tan especial.

yankee dijo...

Hombre..... motivos para estar triste no le faltan a la pobre luna, pero para estar contenta también tiene muchos. Probablemente tuvo un mal día. Seguro que hoy ya se le ha pasado.

Pedazo de anónimo dijo...

Éso es lo que tiene ser nube,van sin dirección haciendo de las suyas...jeje!

Todoslosnombres dijo...

Mi abuela nunca se creyó que el hombre pisara la luna. Yo sí lo creí pero nunca quise ser astronauta para ponerle el pie encima. Nunca he querido que me sea desvelado el misterio que esconde en su cara cuando crece o mengua a cuartos, o cuando está completamente llena o cuando se convierte en Luna Negra y, ya no está.

Quiero que su secreto siga iluminando mis noches.

"Shadow moonlight shadow... la, la, la"

Gracias por sus letritas D. Enrique, y que sea un otoño bien bonito para todos (el mío empezó hace mucho).

yomisma dijo...

¿Por qué será que en casa, cada vez que hay luna llena, hay bronca?