lunes, 29 de diciembre de 2014

Los pastores


Estaba amaneciendo cuando oí la voz de María:
—Me parece que alguien quiere pasar.
Yo había cerrado la entrada del establo con unas tablas y las ramas de un olivo para protegernos mejor del frío. Así que me levanté para mirar a través de un pequeño ventanuco.
Inmediatamente reconocí el rostro de uno de los pastores.
—¿Qué ocurre, Rubén?
El pastor bajó la mirada como avergonzado:
—Ha nacido el Niño, ¿verdad?
—Ya veo que lo sabes todo… Sí, y es precioso.
Sonreí para tranquilizarlo y quité las tablas de la puerta.
—¡Es verdad! —exclamó—; está en el pesebre, como dijo el Ángel.
Detrás de Rubén entró su hijo, el pequeño Zabulón, y  siete pastores más. María se había incorporado para recibir a sus visitantes y no dejó de dar las gracias sonriente a cada uno cuando se postraron ante Jesús. A Zabulón, como era sólo un chiquillo, le dio además un beso y un abrazo mientras le decía algo sobre su madre, que hizo llorar al pequeño.
El último en marchar fue precisamente Zabulón. Quería quedarse con nosotros y sólo accedió a irse cuando su padre le autorizó a volver a cuando quisiera:
—¿Te gustaría encargarte de traer ropa y comida, y de hacer lo que te pida la madre de Jesús?
—El niño respondió que "claro" con su media lengua de trapo, y lo tuvimos varios días a nuestro servicio.  Incluso nos trajo un perrillo, según él "para hacer guardia".
Tres días más tarde llegó al establo, me tomó de la mano y dijo:
—Tienes que venir a ver tu nueva casa. El Ángel me ha pedido que te la enseñe.
Yo, que ya había aprendido a confiar en el pequeño pastor, le seguí sin  dudar un instante. Desde ese mismo día vivimos en el centro de la ciudad, en una casita tan espaciosa que incluso me sirve de taller. Los vecinos nos han recibido con alegría, porque necesitaban un artesano que arreglara el horno.
Hemos empezado a ganar dinero y, aunque Zabulón dice que prefiere ser pastor como su padre, lo cierto es que me ayuda mucho y aprende deprisa a trabajar la madera.


7 comentarios:

desde Granads dijo...

Gracias mil !!!!!

desde Granads dijo...

Ayuda a rezar y a meterse en la escena

Rocky Balboa dijo...

Aunque ultimamente no comente, muchas gracias por estas escenas tan bonitas y que tanto sirven en estos días. Me alegro de que la inspiración vuelva!

Vila dijo...

A Zabulón le conozco, y a ese perrillo también (incluso recuerdo muy bien su nombre ;) ).

Estas escenas efectivamente serían capítulos adicionales estupendos para la 16ª edición del Belén que puso Dios.
(me lo pido para los Reyes de la próxima Navidad, ¿vale?; pero también con dedicatoria especial, porfa.

Gracias mil!!!

Enrique Monasterio dijo...

Gracias, Vila; pero no... El belén no se toca.

yankee dijo...

Vila tiene razón. Yo de momento voy a imprimir todas estas entradas sobre San José y las voy a unir con una grapita.

Papathoma dijo...

Esa es otra idea: reunir las escenas de S. José que ha ido escribiendo.