Nunca he entendido por qué la palabra “serio” goza de tanto prestigio en castellano.
—Muchacho, estas cosas que escribes no son serias.
—En efecto, mi querido Kloster. Nunca he pretendido ponerme serio. Me encanta saber que no he caído en ese error, y te agradezco el elogio.
Tampoco entiendo por qué hay que vestir de pingüino enlutado al personal para celebrar los acontecimientos más solemnes. En el África subsahariana (léase negra) los vestidos de fiesta son auténticas sinfonías de color de una belleza insuperable.
En nuestra tierra, en cambio, tenemos verdadero pánico a los colores vivos. El rosa siempre es sospechoso de no sé qué desviaciones; el azul al baúl, decían los pintores; el verde, para los civiles; el rojo para los horteras, y el amarillo, mejor ni nombrarlo.
Hace años oí una sevillana muy significativa:
—“Tú no tienes traje negro, tu no vas a ninguna parte”.
Y si hablamos de cosas espirituales, el fenómeno es aún más llamativo. Llorar en una iglesia es correcto y hasta loable; reírse, no. Francamente no lo entiendo.
Todas estas consideraciones podrían servirme de esquema para un ensayo más extenso y “serio”. Pero hoy no estoy de humor: es 1 de mayo, y lo que toca es coger la pancarta, gruñir, agitar pendones y exhibir rostros huraños ante las cámaras.
En cambio, os invito a ver este vídeo. Juan Pablo II se ríe a carcajadas, como un niño, gracias a un payaso español, que pasará a la historia por conseguirlo.
12 comentarios:
Qué gusto verlo reir así!!! A ver si vamos aplastando esas caras "toscas" que dan pena cuando revisten todo de una seriedad arrolladora y no dejan espacio a una risita, sonrisa, o carcajada...
por cierto, ¿quién es Kloster? Ya varias veces que lo menciona...
Te lo diré en secreto, pero que no salga de aquí: Kloster en alemán significa monasterio
Que sepa que estas consideraciones me han alegrado el día (para empezar). Tiener ud. toda la razón y creo que esa entrada la visitaré cada vez que necesite salir de la trampa de la seriedad. Muchísimas gracias!
"Llorar en una iglesia es correcto y hasta loable; reírse, no. Francamente no lo entiendo"
Pues yo tampoco; deberíamos extraer la carcajada del patrimonio de los frívolos.
Mi hermana Sonsoles me acaba de enviar un mail para que viera este video que ha puesto D. Enrique Monasterio en el blog. Me he vuelto a emocionar, hasta llorar, al ver al Papa reirse tanto con mis tonterías. Es una dicha inmensa haber sido el juglar del dulce Cristo en la tierra. Yo acudo a su intercesión con frecuencia, ¡Me ayuda muchísimo! Qué agradecido es Juan Pablo II. Que Dios lo bendiga por toda la Eternidad.
A mí también me ha mandado mi hermana Sonsoles el link para que lo viera. Y también me he emocionado mucho. Mi padre, que era muy sabio, cuando volvió Diego de Roma, de su primera actuación ante el Papa, con 18 años, le dijo: "Diego, esto que has hecho es, seguramente, lo más importante que hagas en toda tu vida"
Hoy tenía el día nebuloso, pero se me acaba de aclarar.
Oiga, voy a dejar el Blog.
Antes escribía todos los días. Tenía cosas que contar. Pero ya no se qué decir. Prefiero pasear de anónimo por la blogosfera, maravillado de tantas cosas que tiene la gente que contar.
ELIMINARÉ EL BLOG EL QUINCE DE MAYO.
Adiós
Es hermoso ese video. Lo vi cuando era más chiquita y casi lo había olvidado...
Tiene razón, D. Enrique: la risa plena, la alegría profunda y los colores vivos hacen mucho bien y ayudan a sanar algunas heridas.
Pero ¿sabe? De todas formas, pienso que es un error confundir lo serio con lo gris o lo huraño... Puede haber risa, alegría y colorido y que todo ello sea serio: "real, verdadero, sincero, sin burla, doblez o disimulo". Ésa es la definición del D.R.A.E. A mí, así, no me importa ser seria.
Ricardo, no te rajes. Se te da bien el blog... Tómate un tiempo y ¡anímate a volver después!
Totalmente de acuerdo.
¡muchas gracias por este video! En casa nos hemos reído y reído y reído. ¡qué bueno gente era este Papa!
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