domingo, 13 de mayo de 2007

Los ojos de María



Acabo de predicar un Retiro espiritual. He dado tres meditaciones y he asistido a una charla estupenda. El charlista nos ha hablado de la Santísima Virgen y ha concluido con una anécdota divertida:

“Cuando yo tenía 6 o 7 años, mi abuela, que estaba muy orgullosa de su nieto mayor, consiguió que me vistieran de monaguillo con una sotana roja y un roquete. Me subieron al púlpito de la iglesia y, para que se me viera bien, me puse sobre una una banqueta. Desde allí recité esta poesía:

Unos dicen que son negros,
Otros azules tus ojos,
Pero yo sé por la Salve
Que son misericordiosos.”


Ignoro si los asistentes dijeron “Amén”. Como estaban en Granada, posiblemente dijeron “Olé”.




6 comentarios:

patzarella dijo...

Cada vez que lo leo no puedo evitar una carcajada. Y es que me gusta mucho su estilo: lo que dice y cómo lo dice. M e encantaría aprender =)

Si algún día puede ¿me enseña?, algún tip no me vendría nada mal.

saludos,
lp

Anónimo dijo...

¡Qué bonito cuarteto!

E. G-Máiquez dijo...

¡Olé!

Anónimo dijo...

¡Hola!: Descubrí hace poco su blog y me ha encantado. Por cierto, me parece que sé quién es su amigo Heinz Kloster. Un abrazo.

P.D.: Sé un poco de alemán.

Anónimo dijo...

¡¡Hermoso!!

Carlos RM dijo...

Por un momento pensé que el charlista tenía 607 años, en vez de seis o siete. Lo que es ser de letras...