sábado, 12 de mayo de 2007

Parábola (incorrecta) del halcón y la avutarda



El halcón peregrino es una de las aves más bellas de nuestra avifauna.

Es pequeño y ligero. Mide poco más de medio metro desde el pico a la cola y pesa unos seiscientos gramos.

La avutarda es enorme, gorda y torpe de movimientos. Su propio nombre, “Otis tarda”, la describe perfectamente. Mide más de un metro de altura y puede pesar casi ocho kilos.

El halcón vuela a velocidades increíbles. Cuando caza, sus picados alcanzan los 400 kilómetros por hora. Su cuerpo ahusado y musculoso y sus alas afiladas le permiten surcar los espacios abiertos como dueño y señor del aire.

La avutarda vuela de milagro. Un poco más de peso o un poco menos de ala, y se quedaría en tierra como una gallina. De hecho, es el ave voladora más pesada del Planeta.

El halcón, con su plumaje bruñido, adherido al cuerpo como una armadura y con sus garras poderosas se asemeja a un guerrero, siempre a punto de entrar en combate.

La avutarda, con su enorme bigote y su mirada miope y altiva está pidiendo a gritos un monóculo. La avutarda pasea por los sembrados con aire displicente, como un gobernador británico gordinflón en las Colonias.

El halcón es ornitófago. Se alimenta de aves que caza al vuelo. Mata palomas, pero también avutardas a pesar de la enorme diferencia de tamaño. Su técnica es prodigiosa. Se eleva por encima de la futura presa y se lanza sobre ella como un misil, las alas plegadas, hasta golpearla en la cabeza con la espuela. Luego la remata con un certero picotazo en las cervicales.

La avutarda, cuando ve llegar al halcón, emite unos ladridos roncos y se eleva torpemente. La buena señora sólo tiene una defensa. Cuando se acerca el halcón, le presenta la popa y defeca sobre la cara del agresor con tal tino que lo ciega y le obliga a renunciar a la caza.

Y me diréis, ¿Dónde está la parábola? ¿Cuál es la moraleja?

Ha comenzado la campaña electoral y, con ella, un singular combate entre candidatos. Algunos, los más nobles, van a la cabeza del adversario. Otros prefieren la táctica de la avutarda.




12 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno, pero si te fijas en tu parábola reflejas muy bien la realidad: tanto uno como otro ataca al adversario, pero no produce ningún benefio. Están tan preocapados por sacarse trapos sucios que al final acaban todos sangrando y con la cara llena de "restos fecales".

Muy buena la entrada, me he reído mucho.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por "linkearme" y por la visita al blog.

Sonsoles

Juanan dijo...

Yo estoy tan asqueado de la partitocracia (porque de democracia tiene poco) que no sé quién es el halcón. Nada más que veo torpezas y contradicciones por todos lados. Y mucha escatología (de la de bajos vuelos).

Jesús Sanz Rioja dijo...

Ay, lo que me he reído. Sería cuestión de contárselo a algún candidato.

Enrique Monasterio dijo...

Conste que no tengo ni idea de quién es el halcón y quién la avutarda. Las parábolas son sólo historias inocentes

Anónimo dijo...

Buenos días y feliz Domingo a todos!

Supongo que todos hemos sido halcón y avutarda. Cuando la única defensa con que se cuenta es un esfínter con puntería, se hace lo que se puede.

Posdata: ¿El cóndor pesa menos o más que la avutarda?

Enrique Monasterio dijo...

El cóndor, el quebrantahuesos o el buitre negro, con más de dos metros de envergadura (de ala a ala)pesan bastante menos que la avutarda, en efecto.
He escrito que la avutarda pesa 8 kilos, y me he equivocado. Pasa de los 10. Sólo algunas especies de cisne se aproximan a ese peso.

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja, muy bueno.

Pues yo me he hecho el propósito firme de no ver, en la medida de lo posible, cómo se despellejan ó defecan en el adversario.

Que se trabajen la campaña y que se agoten y pierdan la voz, que no pienso escucharles.

BarakKhazad dijo...

Hum... personalmente, el halcón me resulta mucho más simpático que la avutarda, pero su elegancia no es argumento que justifique la parábola, y la discriminación entre uno "bueno" y apropiado y otro que no lo es...
El halcón es un predador, una máquina de matar agresiva y violenta, que asesina a sus semejantes. Sí, para comer; sí, porque está en su instinto. Pero así es, despiadado e inclemente. La avutarda sin embargo se alimenta de semillas, brotes y pequeños insectos.

Cito la Wikipedia: "La avutarda [...] tiene un porte majestuoso y tiende a correr cuando es molestada antes que volar. [...] Es el Ave nacional de Hungría."
http://es.wikipedia.org/wiki/Otis_tarda

Está claro que el panorama político español, por desgracia, y el de demasiados países, está plagado de aves "cagonas", pero la verdad, soy incapaz de identificar a ningún partido con la elegancia y el savoir-faire del halcón. Y de haber alguno, desde luego, no querría que ejerciera en política su agresividad y técnicas de caza. No me parece de rigor. Para gobernantes-halcones acúdase a Rusia. Aquí, yo no los quiero.

Jorge M. Hernández dijo...

Aclarar un par de cosas; lo primero es que los halcones peregrinos no dan caza a aves tan grandes como las avutardas ( hembras en torno a los 4-5 kg máx y machos que pueden llegar a los 15-16 kg).
Lo segundo y esto si me ha molestado al leerlo; "El halcón es un predador, una máquina de matar agresiva y violenta, que asesina a sus semejantes", "despiadado e inclemente".
De esto lo único realmente cierto es que se trata de un predador...del resto mejor no hablo y el que lo ha hecho solo denota un desconocimiento total sobre el halcón (y mucho me temo que sobre más cosas).

Y tercero y último aclarar tambien que el acto reflejo de defecar efectivamente existe pero se dá cuando el halcón ataca a un vecino de las avutardas, el sisón, aunque tambien he de decir que el sisón no trata evidentemente de defecar en la cara del halcón...digamos que el pavor o miedo que le tiene el sisón a ese tremendo bolido que se le viene encima le hace "aflojarse de carga extra" o como dirían otros "cagarse literalmente de miedo".

Por favor... no habléis por hablar...documentaros antes de contar algo tan "alegremente".

Enrique Monasterio dijo...

Jorge: no hace falta que te pongas tan serio en defensa de la dignidad del halcón. Todo esto es una broma. Fíjate que el mismo comentarista luego habla del savoir-faire del halcón.
Y, por cierto, yo he visto a una pareja de peregrinos atacar en vuelo a una avutarda.
¿Por qué se defecan? Tu interpretación es muy legítima, pero habría que preguntárselo a ellas. Y me temo que no te dirán nada.

Jorge M. Hernández dijo...

Enrique: Yo tambien he visto a una pareja de halcones atacar a un aguila real hembra adulta (ya sabes que las hembras son mayores que los machos), pero eso no significa que la den caza ni que un aguila real forme parte de la dieta del halcón.
Quizás efectivamente me haya puesto un poco serio pero es que cuando la gente trata de "humanizar" comportamientos de ciertos animales...o lo que es peor (aunque no es el caso) crear leyendas basadas en comportamientos dados a la ligera estos (los animales) no suelen salir muy bien parados, solo eso.
Por último decirte que si se le pueden preguntar cosas a los sisones, avutardas o halcones, es cierto que no te contestaran de viva voz pero para aquellos que sepan y quieran escucharlos y tengan la paciencia suficiente el simple hecho de observarlos nos sirve de contestación a algunas de nuestras "preguntas".
(Sigo pensando que un sisón o una avutarda no defeca con la intención de cagar en la cara de nadie...aunque eso no significa que no ocurra)