miércoles, 16 de enero de 2008

La poda


Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no lleve fruto, lo cortará; y todo el que dé fruto, lo podará, para que dé más fruto.

El Señor habla a los suyos, a los que comparten con Él la cena de despedida. Les promete una “poda” dolorosa, no como castigo por su esterilidad, sino como premio por haber dado fruto.

Hoy he vuelto a leer estas palabras, y he pensado en algunos amigos míos que están sufriendo esa poda en su carne y no entienden la razón de tanto sufrimiento. Tienen fe, pero están al límite de sus fuerzas.

A veces el sacerdote no sabe qué decir. Oigo mis propias palabras:

—Ten ánimo. Esto pasará. Lo que ocurre es que el Señor te quiere mucho, y ahora se apoya en ti…

Yo sé que es la verdad. No me siento hipócrita cuando hablo. Estoy viviendo mi sacerdocio, porque esas palabras ya no son mías, sino de Cristo. Pero me veo más mezquino que nunca: debería estar dispuesto, también yo, a recibir esa caricia del Cielo, y no me atrevo a pedirla. ¡Tengo tanto miedo!


18 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si me convence, pero pensare en ello. Gracias

Benita Pérez-Pardo dijo...

La verdad es que los jardines "cuidados" los están podando todo el día...

maria jesus dijo...

Cuesta mucho encontrar sentido al dolor,sobre todo si el que lo sufre es un niño

Marta Salazar dijo...

yo he tenido muy pocas podas, pero les tengo pánico!

nos pasa a todos!

el sábado por la noche, conversábamos con unos amigos médicos justo de este tema y ella me explicaba que, cuando llegara el momento de una gran operación o algo similar, me iba a sentir tan "abandonada" por traducirlo de alguna manera que se me iba a pasar incluso el miedo.

Espero que sea así, pero lo entiendo perfectamente... y espero que nos cuente más...

Hadasita dijo...

Si entra en mi blog, el 16 de diciembre (domingo del Gaudete, por cierto), me envió usted -o Dios- unas palabras bien parecidas, y sobre ello puse una entradita... Debió de ser Dios (así lo sospeché en aquel momento), porque todavía me consuelan...

Anónimo dijo...

Creo que el dolor nos hace más humanos y más receptivos.Si no se le da la espalda, se ve a Dios mucho más cerca . Lo que pasa es que , demasiadas veces, eso se comprueba después. Lo que de verdad cuesta es estar convencido de ello mientras dura la poda.

Historias del Metro dijo...

Depende de qué tipo de podas. Hay desengaños dolorosos, medianos, terribles... yo les tengo miedo a esos, pero sé que se pueden superar, que tienen un final, y que en el fondo siempre son para mejor. Lo que me cuesta es pensar en la enfermedad sin salida, larga y dolorosa... en haberte curado y recaer... en tener la espada de Damocles durante años amenazándote, y que, después de una larga batalla, la muerte (ya sé que no es el final...) termine por ganar, y deje solos a tanta gente que te puede necesitar... marido, hijos... eso sí que me da miedo.

chita dijo...

Gracioa dom Enrique no se sienta hipócrita con sus palabras ,a mi en momentos de poda me dan la vida

Anónimo dijo...

La poda pequeña o grande aceptada, produce paz y serenidad pero algunas veces,hay que tener una fe muy grande para identificarse con la voluntad de Dios.

c3po dijo...

Dios es un gran jardinero y sabe perfectamente cuándo y cómo podar.

No es por nada, pero me siento un verdadero experto en esto de las podas.

Hoy, sin ir más lejos, me han dado el alta por un infarto (el segundo en dos meses) y, durante estos días ne he hecho otra cosa que hablar con Dios y darle las gracias por permitirme arrimar el hombro a la cruz.

En esas circunstancias, además, es muy conveniente rezar la Bendición de Viaje y, de camino hacia Urgencias, pedirle a la Virgen y a los Angeles Custodios que "el viaje" termine de la mejor manera posible.

Y se nota mazo cuando la peña se pone a rezar por uno. Jo! vaya si se nota!

Escribiría un montón de cosas más, pero tengo que irme a cenar y eso, en mi casa, es sagrado.

Saludos y hasta otra.

Benita Pérez-Pardo dijo...

C3P0.- cuenta con mi equipo y con "Mis Jefes"!!. Además les encanta C3P0 :)

La verdad es que de podas sé entre poco y nada- y tengo que reconocer que también doy gracias a Dios por eso!.

patzarella dijo...

es que sí da miedo...
podar y podar....

Anónimo dijo...

La poda... una buena metáfora. Pero no somos árboles y el ser humano tiene una repugnancia espontánea al dolor y al sufrimiento y siempre se pregunta ¿por qué a mí?. Juan Pablo II decía que había que cambiar de pregunta: "¿para qué?".
Si no se contempla con los mismos ojos que Cristo, que agarra la cruz y después resucita, no tiene sentido.

En casa hay motivos para pensar que la poda es dura. Lo que más me cuesta es explicárselo a mis hijos adolescentes.

c3po dijo...

Bueno, pues ahora que tengo un poco de tiempo, os explico mi secreto particular para llevar la poda con deportividad y un cierto aire de británica dignidad.

Cójase un crucifijo, normalito, de tamaño discreto; a ser posíble, con una buena reproducción del crucificado. Personalmente, prefiero los de estilo románico, por su sencillez.

Póngase el crucifijo en la palma la mano y contémplese con detenimiento la escena, mientras un@ intenta ponerse en el lugar del crucificado.

Ahora, imagínese un@ al crucificado jurando en arameo, ciscándose en la madre de Pilatos, en los muertos más frescos del Sanedrín, o aguantando mecha para tumbar el último RWRPP (Romam World Record de Permanencia en el Patíbulo).

Inmediatamente un@ se da cuenta de que algo no cuadra. De que, forzósamente, las cosas fueron de otra manera.

Y entonces un@ vuelve a la contemplación, y a la petición, y al ofrecimiento. Y llega la paz que nada ni nadie puede turbar. Y así, un día y otro.

Al final le pillas el tranquillo, porque, además, es un juego la mar de adictivo, muy interactivo, muy portatil, con diversos niveles de dificultad y, lo mejor de todo, es que se trata de un ejercicio apto para todas las edades y presupuestos.

Haced la prueba!

chita dijo...

gracias c3po seguire tus consejos

Anónimo dijo...

Un comentario para c3po. ¿Tú crees que puedes explicar el sufrimiento tal cual lo haces? ¿Un juego la mar de adictivo?.Entiendo el fondo, pero no estoy de acuerdo con la forma en que lo expones. Dudo que pudieras decir esto mirando a los ojos de alguien que sufre y que no ha tenido la suerte de recibir la misma formación que tú. ¿No crees que pensaría que te está choteando? Es bueno desdramatizar , pero hay maneras y maneras.

Enrique Monasterio dijo...

Bueno, pues ahora intervengo yo. Eso de "mirar a los ojos", anónimo mío, se está convirtiendo en todo un latiguillo literario, de tanto repetirlo.
Mira tú también a los ojos de mi amigo c3po, que sabe muy bien lo que es sufrir, y aprende un poco. El buen humor ayuda, y mucho, a llevar la cruz sin poner cara de víctima.
Y, sí: amar el dolor y sonreír puede ser un juego fantástico, porque, para un cristiano, el dolor tiene sentido, no es el colmo de los males, como tampoco lo es la muerte.
El dolor puede ser una alegre poda, y la muerte, sólo una puerta para llegar a la meta que todos buscamos.
Como ves, Chita, que también lo está pasando "regular", ha entendido perfectamente la reflexión del androide enmascarado.

Anónimo dijo...

Si he ofendido a alguien que lo pasa mal, lo siento. La verdad es que,aunque no lo parezca, soy una persona relativamente joven con una invalidez por enfermedad. Tengo un hijo con tanstornos graves que requieren ingresos periódicos. Gracias por sus consejos. Le explicaría muchas cosas acerca de podas pero pienso que no es necesario que me justifique. Con que lo sepa Dios, es más que suficiente.
Me gusta mucho su blog...procuraré aprender .