jueves, 14 de febrero de 2008

14 de febrero

San Josemaría Escrivá en una tertulia con chicas

¿Qué os sugiere esta fecha?

Hoy es San Valentín, día de los enamorados, y a mí me parece muy bien que lo sea, aunque no entiendo para qué necesitan un día los que se quieren. Los enamorados convierten en fiesta cada una de las fechas del calendario.

He oído por la radio (lo decían en versos hiper ripiosos) que la mejor forma de celebrar el 14 de febrero era regalar unas gafas de sol de Óptica San Gabino.

El 14 de febrero es también San Cirilo y Metodio, evangelizadores de los pueblos eslavos. Juan Pablo II, pensando tal vez en su patria de Polonia, los nombró patronos de Europa. Yo les pediré que no se olviden de este Continente que tanto hizo por la expansión del cristianismo y que debe ser evangelizado de nuevo.

Para los que pertenecemos al Opus Dei y para algunos millones más que reciben el influjo de su espíritu, el 14 de febrero es una gran fiesta. Hoy hace 78 años comenzó la labor con mujeres en la Obra recién fundada, y hoy también, hace 65, en el oratorio de la calle Jorge Manrique de Madrid (hace sólo dos días celebré allí la Santa Misa) el Fundador de la Obra fundó la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

Mejor que yo lo explica el siguiente vídeo:

14 comentarios:

alejops dijo...

Don Enrique: ya sé que no le gusta seguir estas cadenas, pero le informo: tiene premio en "El Mundo de las Ideas".
¡Un saludo!

Benita Pérez-Pardo dijo...

Muchas felicidades!!!!!!!!!!!!

Hadasita dijo...

¡Muchísimas felicidades, D.Enrique! (por ser 14 de febrero, que lo de los premios que le dan de aquí y de allá supongo que es bastante secundario). Hoy estará especialmente encomendado en la Misa, junto con los otros sacerdotes de la sss+ que conozco, todos buenísimos por cierto. ¡Que pase un feliz día!

Lucía dijo...

felicidades!!!!

Anónimo dijo...

Ese cura es un crack. Se ve a la legua. Pues eso: felicidades!

Anónimo dijo...

Muchísimas felicidades, D Enrique , le tendré muy presente a lo largo del día de hoy , haré una visita a una ermita muy querida para la gente de la Obra.

Anónimo dijo...

Muchísimas felicidades!!

Mujer y Futuro dijo...

Muchas felicidades! Ha recibido un premio en nuestro blog!

Anónimo dijo...

Muchas felicidades, Don Enrique. Me ha gustado mucho el vídeo. Felicidades también a todas las mujeres de la Obra que pasan por su blog.

Juanan dijo...

Una preguntita: ¿se dice "Zirilo" o "Kirilo"?

Enrique Monasterio dijo...

Ni idea, Juanan. En la duda, escríbelo con caracteres cirílicos. Los inventó él.

Jesús Beades dijo...

"Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios —ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas— habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración (...)"

Camino, 946.

Enrique Monasterio dijo...

Muchas gracias, Jesús, por la anotación y también por felicitarme —implícitamente— en esta fecha. Y aunque tú no necesites más aclaraciones, con mucho gusto copio un comentario autorizado a ese punto de Camino.

«Ellas no hace falta que sean sabias». Expresión sumamente pegada a la realidad de la mujer en la época, en la que las jóvenes accedían escasamente a la Universidad. Ante una pregunta sobre el tema en 1972, San Josemaría respondió:
«Cuando yo escribía eso tenía muy presente el ambiente de la universidad en el mundo. No lo cambio, quedará así, pero en este momento os debo una explicación: yo no tuve más que una condiscípula, que era parienta mía, por cierto; era la única que había en la universidad, en la Facultad de Derecho. Y había otra en Medicina […] No se comprendía en aquella época.
Yo no he despreciado nunca a la mujer, hubiese sido despreciar a mi madre y a las vuestras y a la Madre de Dios. Yo tengo el concepto más alto de la mujer. Sé que podéis dar la vuelta a todas las criaturas que tenéis alrededor, si sois buenas cristianas y sois alegres, porque talento os lo ha dado muy grande Nuestro Señor. De modo que entiéndelo ahora de otra manera»

Esa situación fáctica de la mujer en aquella época no era impedimento en el pensamiento del Autor para que las mujeres, igual que los hombres, pudieran santificarse en el ejercicio de la tarea humana, profesional y social que de hecho se ofrece en cada circunstancia histórica. Josemaría Escrivá no exigía a las mujeres que pudieran venir a la Obra un empeño inhumano por lograr ser «sabias» en aquellas circunstancias: si lo pueden ser, bien; pero «no hace falta». La dinámica de la sociedad ha llevado a la actual situación de presencia creciente, en todos los ámbitos de la cultura y de la ciencia, de las mujeres y, por tanto, de las mujeres del Opus Dei. Álvaro del Portillo, anotando este pasaje del Cuaderno IV, escribe: «Al leer nuestro Padre estas líneas, conmigo, comentó sonriendo: 'Que me perdonen mis hijas, ahora que tengo no pocas sabias, esparcidas por el mundo'»
Es interesante hacer notar que en el año 1932 el Autor tenía planteada, de manera personal, una cuestión semejante. En su Cuaderno anota un esquema de la conversación que quiere tener con su Director espiritual:

“Entre otras cosas, es preciso decidir mi actuación personal. Le diré mi modo de verla y espero que lo apruebe. Dos caminos se presentan: que yo estudie, gane una cátedra y me haga sabio. Todo esto me gustaría y lo veo factible. Segundo: que sacrifique mi ambición, y aun el noble deseo de saber, conformándome con ser discreto, no ignorante. Mi camino es el segundo: Dios me quiere santo, y me quiere para su Obra”

Anónimo dijo...

Gracias d.Enrique por la aclaración, antes de que yo publicara mi comentario. Hay mujeres sabias, porque Dios las ha querido así. Y hay hombres no tan sabios, por la mismisima razón. Lo que le digo yo a mis hijos: teneis que trabajar los talentos que Dios os ha dado, sean los que sean, para que al rendir cuentas nos pueda decir "siervo bueno y fiel" ven conmigo para siempre.