martes, 19 de febrero de 2008

Esperanza


Si un día perdiese la Esperanza, la gran Esperanza de saber que mi vida es un camino, y el camino tiene un sentido y al final hay una meta; si un día dejase de ver a Dios en el horizonte, no sé que haría para seguir viviendo; tendría que refugiarme, quizá, en ese optimismo bobalicón y voluntarista de los que creen en el futuro "porque sí", sólo por eso.

Entiendo muy bien que una sociedad pagana o paganizada vea en el pesimismo el peor de los pecados y lo castigue con la excomunión y el destierro. El pesimismo es reaccionario. Lo que vale es el progreso, aunque nunca nos digan hacia dónde.

Yo, en cambio, puedo ser pesimista en todo lo epidérmico, en aquello que angustia a los paganos y a mí me sale por una friolera.

Quisiera ser siempre un escéptico sonriente, lleno de buen humor y de Esperanza.

H. Kloster


21 comentarios:

Anónimo dijo...

Kloster, tú lo que eres es un poeta, aunque a veces lo disimules

Altea dijo...

Gracias.

Néstor dijo...

¿Y dónde hay que firmar para ser así?

María dijo...

este Kloster... siempre he pensado que es la voz del ángel de la guarda...

Anónimo dijo...

¡Qué aguda, María! Y yo pensando si sería el gemelo de D. Enrique, su pajarito mascota, la actividad de uno de sus lóbulos cerebrales...

Anónimo dijo...

¡Qué aguda, María! Y yo pensando si sería el gemelo de D. Enrique, su pajarito mascota, la actividad de uno de sus lóbulos cerebrales...

Hadasita dijo...

Hoy me ha tocado la fibra. Tenía que hacerlo Kloster en persona, claro. Confieso que lo de la esperanza no acabo de entenderlo. Le doy vueltas a la encíclica del Papa; incluso la semana pasada asistí a una conferencia sobre el tema en el centro de Logoterapia de mi ciudad... Pero sigo sin entender la diferencia entre fe y esperanza. Al menos a mí me pasa que en mis crisis de fe, en mis noches oscuras, la esperanza no sé de dónde agarrarla: creo que, pese a lo que diga el populacho, es lo primero que se suele perder... También me cuesta anclar mi esperanza en un futuro del que apenas sabemos nada. Pienso que la esperanza -al igual que el amor o la felicidad- debería empezar a saborearse aquí de alguna manera, para que nos conquistara, ¿no?. Cuando tienes un billete para un tren que esperas, y esperas, y esperas, y no pasa... ¿la esperanza se reduce sólo a la fe en que quizás algún día pasará, puesto que compraste el billete? ¿No hay nada más sólido?

c3po dijo...

Muy admirado Kloster, suscribo punto por punto lo que dice. ¿Qué sería de nosotros sin la Esperanza?

Enrique Monasterio dijo...

¡Bienvenido, c3po!
A ver si le das alguna pista a la buena de Hadasita. Kloster se ha ido a esquiar a Sierra Nevada y me ha dejado solo con estos comentaristas.

Anónimo dijo...

D. Enrique, siempre que habla de Esperanza "está sembrado" y "toca las fibras". Aún recuerdo una meditación suya sobre ella hace ya bastantes años.
Yo me pregunto (y le pregunto, a usted y/o a Kloster): ¿Sólo existe la Esperanza con mayúscula? ¿No hay una esperanza humana, también importante para ser feliz, sobre todo para los no creyentes? ¿Hay una relación entre ellas?

Luis y Mª Jesús dijo...

la Esperanza nos sujeta, la esperanza la sujetamos

Hadasita dijo...

Espero que Kloster pase un buen día en la nieve. Y que me conteste a su regreso. Porque si es caridad enseñar al que no sabe, también debe serlo iluninar al que camina en tinieblas...

Anónimo dijo...

Hadasita, la Esperanza es precisamente la que nos lleva a seguir en el camino cuando la Fe se tambalea. Somos tan autosuficientes que queremos entenderlo todo, y si no lo conseguimos nos parece que estamos engañandonos a nosotros mismos. Con la Esperanza en nustra alma arrastramos a nuestra cabeza e incluso a nuestro cuerpo a seguir en el camino que un dia vimos y elegimos. Te hablo de experiencia personal y reciente, como arrastro el alma a seguir diciendo el sí que voluntariamente dí hace años, porque mi cabeza, tan lista se cree, empezó a hacer de las suyas.... Espero que haya sido de ayuda.

Anónimo dijo...

Hadasita no pierdas nunca la esperanza,te lo digo por esperiencia,después de esas noches oscuras ,vienen días soleados y el remedio más eficaz seguro que lo sabes,la oración.Un beso y me acordare mucho de ti.

c3po dijo...

Tengo un amigo que está pasando una temporada "un tanto chunga", pero rebosa un optimismo que asombra.

Cuando la gente le pregunta por su "secreto" se encoge de hombros y dice que él se limita a rezar, y a darle gracias a Dios por todo lo que tiene (y tambien por lo que no tiene).

Al parecer, el secreto está en hacer lo mismo que los escaladores, cuando no ven la cumbre y, a pesar de todo, siguen ascendiendo, con esfuerzo, confiados en que, a pesar de no verla, la cima sigue allí, esperándoles para premiar su esfuerzo. Y entonces, sacan fuerzas de su flaqueza y dan un paso más, y otro, y otro. Hasta alcanzarla. Pero siempre con la certeza de que la cumbre está allí.

A mí tambien me ha pasado alguna vez. Y me consuelo los días nublados pensando que, eppure, dietro le nuvole e il sole.

Atiza dijo...

Hadasita, hija...Mañana repasa una por una las caras de los que te escuchan (uf, más bien hablan, nooo?). No te parece suficientemente sólido? Verás como pensando lo que les puedes dar, te sientes..."hada madrina"!

Anónimo dijo...

Hadasita. Dices que no acabas de entender la diferencia entre la Fe y la Esperanza. Es que están muy relacionadas. La Fe es creer en algo que no vemos y la Esperanza es la seguridad de que algún día veremos a Aquél a quien ahora no vemos.Y seremos inmensamente felices porque estaremos permanentemente con el Amor de los Amores.
La Esperanza se sustenta en la Fe y la Fe es un don de Dios. Y Dios te da Fe si se la pides, te la da gratis; sólo es cuestión de ponerte delante de Él y pedírsela con humildad, sabiendo que a fuerza de puños no conseguimos nada; es Él quien nos lo consigue todo porque nos ama.Y lo mejor de todo es que nos ama exactamente como nos ha creado, así, como somos, con nuestros defectos, con nuestras caídas, también con nuestras tristezas. Hoy LE hablaré de ti, Hadasita, y le pediré que te haga notar cómo te arropa, cómo te quiere.
Un abrazo muy fuerte:
Sunsi

Atiza dijo...

Ay, D. Enrique! y yo que creo que hoy no empezó con buen pie...
Y cómo da la vuelta como un calcetín a esos minutillos, eh?
Me apunto el deseo...por si pudiera ser.
Me permite apuntarme, de vez en cuando a su "cole"? mis 25 representantes de la ONU...me tienen muy pero que muy vista y oída y una tiene necesidad de sacar a pasear su "fondo de armario" por otras pasarelas...

Hadasita dijo...

Mil gracias a todos, por vuestras palabras, y sobre todo por vuestra oración. Sigo sin entender mucho, pero es un consuelo incalculable saberse arropada. Gracias a D.Enrique por lo de "la buena" de Hadasita. A Kloster, por su oportunidad. A tiza y papel, decirte que me ha hecho gracia que asocies mi pseudónimo a las hadas, jajaja. Hadasah era el verdadero nombre de la reina Ester. Gracias a Sunsi, a C3po y al resto de anónimos, cuyo rostro y corazón Dios conoce de sobra, que es lo importante, puesto que es Él el mejor pagador... Cuento con vuestra oración, ¡¡¡y viva la comunión de los santos!!! ¡olé! Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Preciosa foto, ¡gracias!

La Dama Zahorí dijo...

Por algo la esperanza quedó en el fondo de la caja destapada por Pandora (aunque sea un mito pagano, creo que no viene mal para el caso). Cuando alguien queda desnudo, herido, maltratado, pierde todo menos la esperanza, que es lo único de lo cual no nos pueden despojar. Pueden prohibinos comer, dormir, hablar, pero nunca tener esperanza y que ésta nos aliente hasta que lleguen tiempos mejores. Cuando toda nuestra capacidad de decisión ha sido coartada, cuando creemos haber sido privados de libertad, no es eso lo que ha sucedido: es que la única libertad que nos queda es la esperanza