jueves, 28 de febrero de 2008

La sonrisa de Sole


Soledad Pérez de Ayala es profesora titular de la Universidad Complutense de Madrid, donde explica filología inglesa. Está casada, tiene tres niños pequeños, y desde hace algún tiempo padece un cáncer.
Soledad es una de esas personas heroicas —hay miles— que han sabido recibir la enfermedad como un don de Dios y nunca pierden la sonrisa. Hace un par de días fue entrevistada en televisión. Éste es el video.
 

20 comentarios:

La Dama Zahorí dijo...

No había pensado en eso de concebir la enfermedad como un don de Dios; lo había visto más bien como una prueba.
Explíquelo mejor, d. Enrique, por favor

Anónimo dijo...

Qué gozada ver gente así... ¡Dios lo primero! ¡Dios cuida de nosotros!
Enhorabuena y gracias

Anónimo dijo...

¡Impresiona! Impresiona ver a una mujer tan alegre y tan confiada. Parece que en vez de cancer le hubiera tocado la lotería. Qué serena.

Me encanta oirla decir que el tiempo "perdido" por el cansancio también da gloria a Dios.

Luis y Mª Jesús dijo...

que dulce...

Enrique Monasterio dijo...

Laurita: te contestaré dentro de dos o tres días con un "refrito" largo que publicaré en dos o tres capítulos.
De momento me resulta imposible seguir el ritmo que me imponéis los comentaristas del blog. Te agradezco mucho, mucho, de verdad, que estés aquí y me leas; pero te pido que esperes un poco.
Por otra parte, Sole responde en parte a tu pregunta.

Anónimo dijo...

Gracias por colgar este vídeo, D. Enrique. Me hacía falta justo en este momento y como ella lo ha explicado.

Anónimo dijo...

¡Qué lección tan grande de confianza en Dios nos da Sole!A mí ya me gustaría tenerla y no quejarme muchas veces por tonterías.

Anónimo dijo...

Sole, way to go! I know you are not afraid to be closer to God. Take us with you in your heart and keep teaching us your secrets. Thanks!

zocadiz dijo...

el dolor es un enigma.
Pero, como diría C.S.Lewis: es el megáfono con el que Dios habla a los hombres.
Y Sole lo escucha directamente. Habla cara a cara con Dios.

Anónimo dijo...

Bunas tardes D. Enrique: Menudo video, la verdad que fortaleza, pero hay que vivir asi, sino no hay vida por delante. Estoy con Cristina al telefono aprendiendo a mandarle algún comentario. Hasta el día 3.

Altea dijo...

¡Qué mujer más inmensa! Un auténtico regalo para los demás.

Benita Pérez-Pardo dijo...

UUUUaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuu!

Anónimo dijo...

que pasada..... no se sabe muy bien pero cuando tienes una enfermedad,y la vives cerca de Dios,te parece un don, porque sin ella no valorarias el levantarte cada día, el tener una familia que te quiere,unos amigos que te ayuda ....y otras muchas cosas más.Es una sensibilidad especial hacia las cosas de los demás,y una alegría de vivir,que te hace estar contenta,....aunque le digo una cosa la gente no entiende que puedas sonreir,pero fuera de broma con la gracia de Dios,la sonrisa sale sola.....GRACIAS D.ENRIQUE POR AYUDARME A TENER ESTA FE QUE ME MANTIENE.PI

Anónimo dijo...

Tengo la suerte de conocerla bastante y no os podéis imaginar como vive su día a día. Es una bendición y realmente da mucha paz.

Anónimo dijo...

Es mi amiga desde pequeño. Siempre ha sido un ejemplo de bondad y equilibrio. Y además siempre con los pies en el suelo.
Ella sabe que la quiero y que en mi casa rezamos por ella todos los días. Estas familias son un regalo de Dios. Y su marido un valiente también.

maria jose dijo...

D. Enrique, muchas gracias por poner este vídeo. soy supernumeraria de la Obra y vivo en Ibiza. Cuando oigo, o me cuentan cosas así, veo que cada uno tiene que dar testimonio del Señor dónde esté. Le envié un correo, pues recibo fluvium. De paso, rece por Ibiza, hay gente muy, muy buena. Un cordial saludo. María José Lucas Martin.

Anónimo dijo...

Sole ¡mucha suerte y que Dios te ayude para ver crecer a tus hijos!.
además de tener a Dios en tu vida, tienes una gran familia y amigos!. Eso tb te ayudara mucho.

Anónimo dijo...

Animo Sole!!! Estamos contigo. Eres la bomba. GUAPAAAAA

Anónimo dijo...

¡Qué paciente, qué serena, qué dulce es esta mujer! Con tanta grandeza de espíritu qué pequeña parece su enfermedad...quizá ese sea el secreto para afrontar las cosas...

Anónimo dijo...

Impresiona su entereza. ¡Qué gran mujer! Todo un ejemplo.