Hace mucho tiempo que no escribo en el blog aquello de que "es grande ser cura".
De verdad que lo es. Lo pienso todos los días de la semana. Y cuando termino una jornada como la de hoy, domingo, lo difícil hacer es examen de conciencia y pensar en uno mismo en busca de errores o de faltas... ¡Claro que las hay, y muchas!, pero yo prefiero dar gracias a Dios una y otra vez por las toneladas de cariño que he recogido desde la mañana a la noche, y de forma especial, en cada una de las visitas que hice esta tarde.
¿Quién ha dicho esa tontería de que los curas renuncian al "amor humano"? ¿Es que no son humanos todos mis amores? Dios, nuestro Señor, nos enseña a tener corazón de padre, de madre, de abuelo, de hermano, de amigo..., y nos hace capaces de sintonizar con cientos de personas casi con una sola mirada.
Hoy he estado con Ana, Eusebio y sus hijas, con Carlos, con Carmen y Luis, con Manolo y Antonia, con Leo y su padre enfermo...
Mi última visita ha sido al tanatorio de la Paz. Allí he estado unos pocos minutos; he rezado un responso ante el cuerpo sin vida de una madre buena que el Señor ha querido llevarse al Cielo, y me he encontrado con otros amigos, que arropaban a los hijos de la fallecida.
Al regresar a casa ya era de noche y la lluvia hacía difícil la circulación. Creo que por la radio hablaban de fútbol, pero yo no oía nada. No es que pensara en cosas muy espirituales, la verdad; recordaba a Carlota, la hija pequeña de María, que ya tiene año y medio y come pepinillos en vinagre.
De verdad que lo es. Lo pienso todos los días de la semana. Y cuando termino una jornada como la de hoy, domingo, lo difícil hacer es examen de conciencia y pensar en uno mismo en busca de errores o de faltas... ¡Claro que las hay, y muchas!, pero yo prefiero dar gracias a Dios una y otra vez por las toneladas de cariño que he recogido desde la mañana a la noche, y de forma especial, en cada una de las visitas que hice esta tarde.
¿Quién ha dicho esa tontería de que los curas renuncian al "amor humano"? ¿Es que no son humanos todos mis amores? Dios, nuestro Señor, nos enseña a tener corazón de padre, de madre, de abuelo, de hermano, de amigo..., y nos hace capaces de sintonizar con cientos de personas casi con una sola mirada.
Hoy he estado con Ana, Eusebio y sus hijas, con Carlos, con Carmen y Luis, con Manolo y Antonia, con Leo y su padre enfermo...
Mi última visita ha sido al tanatorio de la Paz. Allí he estado unos pocos minutos; he rezado un responso ante el cuerpo sin vida de una madre buena que el Señor ha querido llevarse al Cielo, y me he encontrado con otros amigos, que arropaban a los hijos de la fallecida.
Al regresar a casa ya era de noche y la lluvia hacía difícil la circulación. Creo que por la radio hablaban de fútbol, pero yo no oía nada. No es que pensara en cosas muy espirituales, la verdad; recordaba a Carlota, la hija pequeña de María, que ya tiene año y medio y come pepinillos en vinagre.
3 comentarios:
Buena tarde de Domingo , Don Enrique , la verdad es que ha sido completita , por lo que leo ha habido de todo. Ya me gustaría que me cundiese el tiempo como a usted; y por lo que respecta a los amores humanos de los curas , si me descuido puedo decir que tienen casi tantos más que los que no son curas.
Ahora quiero aprovechar para mandarle a usted y toda la gente que pasa por su blog que es mucha , la dirección de un blog que intento mantener pero sería de ayuda los comentarios de gente experta . Gracias
www.solavieya.blogspot.com
si algún domingo se escapa por torrelodones y le apetece un cafetito nos avisa y se pasa por casa!!
D Enrique, es que Ud. vive como un cura....
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