domingo, 28 de diciembre de 2008

Hace cincuenta años, el Domingo de la Sagrada Familia...



...Me levanté temprano. Recuerdo que quería preparar muy bien el examen de Derecho Romano, previsto para la vuelta de las vacaciones, y como por entonces yo era un empollón compulsivo, sin apenas desayunar estuve un par de horas delante del libro. Vivía en Pamplona, en una pensión de la calle Tafalla, a pocos metros del recién inaugurado Colegio Mayor Aralar, del Estudio General de Navarra.

Hizo buen tiempo. Como era domingo, fui a Misa en la Iglesia de los Capuchinos donde un piadoso fraile de larga barba soltaba unos sermones que a mí me parecían interminables.

Comí en el Colegio Mayor: me invitó Ignacio, alias el Forqui, un viejo residente de quinto de Derecho. Al terminar, acompañado por alguien, fui corriendo hacia el viejo estadio de San Juan, donde Osasuna se enfrentaba al Athletic de Bilbao. El Athletic venía muy fuerte: en los dos partidos anteriores había ganado por 9-0 al Betis y a otro equipo que no recuerdo. Tuvo mala suerte el Osasuna: Marañón, el mejor de la plantilla, se lesionó a mitad de partido. El resultado final fue Osasuna 1, Athletic 8.

Al salir del campo oí todo tipo de lamentos:

—Si no se cargan a Marañón...

El caso es que yo estaba contento e inquieto. Contento, porque todavía creía en el Athletic de Bilbao. Inquieto, porque llevaba más de un mes tratando de pedir la admisión en el Opus Dei, y el director de Aralar no me dejaba:

—Espera un poco, piénsatelo bien —me decía—.

Y yo, que prefería no pensármelo mejor, no fuese a recular en el último momento, terminado el partido y después de la segunda mano de mus con mi amigo Juan Enrique, fui al Colegio Mayor decidido a resolver el asunto. Me metí en la capilla del centro y una hora después, temblando como un flan, escribí la carta más importante de mi vida.

En el bar Mauleón celebré el acontecimiento ante unos pinchos de morcilla y un par de vinos en buena compañía.

Han pasado 50 años y no parece que fue ayer; yo creo que, en efecto, fue ayer mismo. Si no, ¿por qué recuerdo con tanto detalle cada una de las horas de aquel domingo?

Al día siguiente, lunes, al despertar pensé que lo había soñado todo, incluso el resultado del encuentro; pero "El Pensamiento Navarro" me trajo a la realidad con un titular antológico. Decía, más o menos, "el Athletic vino a por 9 y tuvo que quedarse con 8".

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo celebro con Ud. Enhorabuena y rezo dando gracias. MJ

Anónimo dijo...

Felicidades D. Enrique. Se ve que le han merecido la pena estos 50 años.

Sus lectores se los agradacemos y rezamos por usted.

Anónimo dijo...

Aupa, y que le quiten lo bailao. Ya falta menos para dar el gran salto, aunque tampoco se pasa tan mal aquí. Ayer, celebrando los 40 de ordenación de un sacerdote amigo, decía lo mismo: jo, ¡¡¡qué alegría!!!

Anónimo dijo...

Son unas bodas de oro importantes.Enhorabuena por su fidelidad!!
MONTSE

Anónimo dijo...

mogollón de felicidades, D. Enrique.
50 años no son nada.
no me ha dejado abrazarle en la escalera, así que le abrazo en la distancia de su blog.

grandes abrazos. y 50 tirones de orejas blógicas.

emilio.

Nuevepornueve dijo...

MUCHISISISIMAS FELICIDADES! Se entiende que recuerde todo tan bien. Aquel partido y su "debut".
A por los siguientes 50!

Y, por cierto: FELIZ NAVIDAD. Soy uno de esos nosecuantos madrileños que hemos pillado la gripe. Llevo desde el 24 hasta esta mañana en cama, con una fiebre altisima, dolor de "todo"..., pero tranquilos: no me han robado la Navidad!

Pd. He leído su paseo por San Lorenzo bajo el sirimiri y no puedo evitar sentir una envidia tremenda!

Anónimo dijo...

Muchas felicidades!!
Ahora me imagino con quién le diste a la morcilla en el Mauleón.
Y la verdad es que "te conservas" bien... A por otros 50!!!

Juanluís dijo...

¡Feliz aniversario! Gran cifra redonda. Feliz Navidad también de paso. Me acordaré hoy especialmente por la fidelidad de generosos como usted. Un abrazo.

ARdV dijo...

¡Muchísimas Felicidades don Enrique! Daré gracias a Dios por usted, y por los lectores que nos beneficiamos de estos 50 años.

Anónimo dijo...

¡Muchas felicidades! Supongo que lo estará celebrando a lo grande, como se merece la ocasión de un número tan redondo.

Andrés Cárdenas M. dijo...

¡Felicidades D. Enrique!

Anónimo dijo...

Muchísimas felicidades don Enrique.
Supongo que le habrán hecho muchas fiestas en Gijón
Un abrazo fuertísimo de esta familia.
Lo del Athletic.....Pura anécdota!

Anónimo dijo...

Felicidades Don Enrique. Bodas de Oro , que fuerte, las plillaramos algunos....

Benita Pérez-Pardo dijo...

OooooooooH! 50! MUCHÍSIMAS FELICIDADES!!!!
Cómo mola el 50 aniversario!

Enrique Monasterio dijo...

Muchas gracias a todos. Rezad un poco para que llegue a la meta: eso es lo único importante.

Anónimo dijo...

¡FELICIDADES, POR ESTE MEDIO SIGLO DE ALEGRIAS. YA QUEDA POCO PARA LAS BODAS DE DIAMANTE!

...Y DESPUES DE ESTOS AÑOS, ¿PORQUE HAY TANTAS CRITICAS AL OPUS DEI, MAS QUE A LOS JESUITAS, DOMINICOS, FRANCISCANOS,...?...

Anónimo dijo...

La fidelidad de algunos, especialmente de los sacerdotes, es la piedra en la que otros nos apoyamos. Enhorabuena y ¡gracias!
Se lo dice un padre de ocho hijos, dos de ellos "escritores" de cartas.