domingo, 23 de agosto de 2009

37 grados en Ortigosa del Monte. Palabra.


Me he propuesto no decir ni una sola vez aquello de "...si aquí hace este calor, imagínate en Madrid". También procuraré evitar el "jo, qué calor" y no mentaré el cambio climático ni el calentamiento global.

Pero no me pidáis, porfa, que escriba en el blog. Mañana ya veremos.

Hoy, en Ortigosa se ha celebrado el tradicional concurso de lanzamiento de huesos de aceituna con gran éxito de público y crítica. Si hiciera un poco de fresquito seguro que se me ocurría algún comentario ingenioso sobre tan singular evento; pero como dice el búho, non panibus fornax (no está el horno para bollos).




1 comentario:

cristina v dijo...

Doy fe, de los 37 grados en Ortigosa del Monte. Estuve el viernes, y en el jardín se podía soportar pero dentro de la casa y sobre todo en el confesionario, a mí se me caía el sudor por el cogote, así que imaginaros lo que pasaría el sacerdote dentro, horas y horas...
Al marcharme, vi salir del pabellón a un sacerdote joven con un abanico enorme, fue una escena entrañable. ¿Qué seria de nosotros sin estos buenos sacerdotes?.