lunes, 19 de octubre de 2009

Consenso


No lo entiendo, de verás. Estoy convencido de la buena fe de todos los que dicen que hay que poner de acuerdo a los abortistas con los no abortistas para elaborar una ley de consenso; pero, por más que reflexiono, no lo entiendo. Debe ser que lo mío no es la política.

¿Se trata de matar un poquito menos? ¿Es el tamaño del niño lo que molesta? ¿Se trata de permitir que maten las mayores de edad, pero no las niñas? ¿El homicidio es una "cuestión de conciencia"?

Al leer algunas de las declaraciones de esta mañana, he recordado a Salomón, que trató de consensuar un acuerdo entre dos madres partiendo al niño por la mitad.

14 comentarios:

Gonzalo GY dijo...

Pero es que llevamos mucho tiempo aguantando a determinado ppartido ppolítico -algunos de cuyos líderes se paseaban el sábado recibiendo aplausos- diciendo que la ley del 85, con su aborto salvaje y sus cientos de miles de niños exterminados desde el 85 es una ley "buena y de consenso".

Si desde posiciones de defensa de la vida estamos -o están, porque yo no puedo ni verlos- admitiendo esas compañías en nombre de "mal menor", a ver de qué vamos a quejarnos ahora de declaraciones como las de Obama hablando de "terreno común" entre provida y promuerte o de las de Bono hablando de consenso.

Si eso mismo es lo que pide el partido que legalizó en España la píldora asesina del día después o la experimentación con embriones... ese que tiene en sus filas -y el sábado daba clases de defensa de la vida- al mayor financiador de abortos del Reino...

Pues como todo es de locos, pues todo es de locos: A ver, vamos a ponernos de acuerdo, ¿entonces lo matamos dependiendo de en qué Comunidad Autónoma estemos o de si el padre lo sabe?

La permisividad con el aborto lleva a estos sinsentidos. Y ahora a ver quien le pone el cascabel al gato.

Saludos.

Isa dijo...

Pues la verdad es que no tenía ni idea de esto, pero yo si que no pillo nada...

Juan Carlos Llamazares dijo...

Lo cierto es que les trae sin cuidado la verdad. Sólo defienden sus intereses, o sus ideas, sean estas lo que sean. La verdad, y la ciencia, les trae sin cuidado.

Benita Pérez-Pardo dijo...

La culpa la tiene el relativismo...

Bueno, eso he deducido de lo que me ha mandado un prpfesor de la Uni de filosofía en versión divulgativa (esto es filosofia para no filósofos). De momento lo he colgado en mi blog por fascículos.
Cuando me recupere de la gripe intentaré hacer un análisis sobre el te,,a..

Almudena dijo...

Yo supongo que más que lo de Salomón, ésto sería aquello que dijo Jesús a propósito del divorcio: "por la dureza de vuestros corazones...". Y me explico, ante una falta total de sensibilidad moral o humana o como se quiera llamar, creo que hay quienes de buena voluntad, tratan de agarrarse al mal menor para intentar contentar a quienes quieren quitarse de enmedio todo cuanto les estorba. Lo malo es que con el mal no se puede pactar, no al menos pensando lograr un bien. Por cierto, cuánto bien haría un gobernante sabio en éstos tiempos... Y en cuanto a los políticos ¿Será posible tener un lugar en la política teniendo un mínimo de vergüenza? No quiero meterme con nadie, pero no lo veo muy claro...

Enrique Monasterio dijo...

¿Tienes la gripe, Benita? Mañana escribiré algo sobre eso.
Cúidate y no contagies mucho

Lucía dijo...

Lo malo es que en éste juicio, la verdadera madre intenta dejar que maten legalmente a unos cuantos para que no maten a muchos más. Pero permite que maten...

Detrás de los embriones, si seguimos así, vendrán una retahila de personas que se considerarán igualmente un "problema" para los demás: enfermos, ancianos, minusválidos...Empezarán por convencernos de que atacan la salud psíquica de los demás y terminarán por considerarlo un derecho. Y entonces consideraremos que es mejor una ley que deja matar a los más enfermos y ancianos y salva a otros en mejores condiciones...¡una locura!

Y todo esto para machacar las conciencias y hacernos perder la conciencia de quienes somos y poder manejarnos a su gusto.Y no se si me parece peor el que lo hace conscientemente o el que se deja llevar como una marioneta.

D. Enrique, si le parece muy negativo no lo publique pero yo lo veo así.

Anónimo dijo...

No se puede permitir ningún consenso cuando lo que está en juego no es la gloria de este u otro partido, sino vidas humanas. ¡Vidas humanas!
Monse

GAZTELU dijo...

Veo que borro mi comentario de ayer,no lo comparto pero lo respeto muchisimo,usted sabe mas que yo y ante todo es el propietario de este blog,con lo cual esta usted en su casa y hace lo que cree mas coveniente.
GRACIAS D.Enrique

Anónimo dijo...

DEBERIAN LANZAR YA EN DVD LA PELICULA "AMAZING GRACE" Y ENVIARLES UNA COPIA GRATUITA A TODOS LOS PARLAMENTARIOS CON CAPACIDAD DE VOTO. OJALA RESULTE QUE HAY ALGUNO QUE TIENE CONCIENCIA Y QUIZA ESA HISTORIA (VERIDICA) LES HAGA REFLEXIONAR.

D. ENRIQUE: HABLE CON SUS CONTACTOS DE CINE, SI NO LA HA VISTO, PARA QUE LA PUEDA VER. Es increíble el paralelismo que plantea -sin querer- con esta triste situación que nos toca vivir. Me da la impresión de que precisamnte por eso NO LE HAN DADO LA DIFUSIÓN QUE MERECÍA.

Viator iens dijo...

"Ej que yo, como crijtiano ah'piro a seguir a Crijto y no a Martínej Camino."

Léase lo anterior con falsísimo acento de la sierra de Albacete y se tendrá una divertida cita del Presidente del Congreso de los Diputados.

Al decir semejante majadería, al de Salobre se le ha puesto en la cara de hogaza la misma media sonrisa burlona que se le pintaba en aquellas mañanas de procesión del Corpus en Toledo en las que embutido en el oscuro, riguroso chaqué, su mirada roedora nos gritaba: "que tontos sois todos... y yo qué listo."

Menudo elemento. Menudo elemento.

Nada de lo que proponga éste puede ser bueno. Quien lo sabe lo dice.

Bernardo dijo...

Puede que el PP derogue la ley del aborto de Zapatero. Pero no habrá vuelta atrás de la inicua Ley de 1985 hoy vigente sin montañas de perdón. El daño es tremendo, y sobre todo es humanamente irreparable. Eso es en parte lo que más me duele: que no se puede deshacer ni compensar. Sólo podemos aspirar al arrepentimiento y sobre todo al perdón. Y llegará un momento en que los partidarios de la vida tengamos que acoger con los brazos abiertos a madres, médicos y políticos arrepentidos.

Enrique Monasterio dijo...

Bernardo, con tu permiso sacaré tu comentario de este rincón y lo pondré mañana como un post.

Galahad dijo...

No hay consenso. No puede haberlo. Aquí, como con Moloch y Baal en tiempos de los israelitas, no podemos negociar. Todos somos personas razonables, y con espíritu democrático. Pero aquí no se cede. Es una cuestión de principios. El bien no está dictado por el consenso.

Por cierto, también era una de las prácticas razonables que realizaban los adoradores de Baala en Cartago y en Oriente Medio: el sacrificio de niños inocentes, echados a las llamas.

Delenda est Carthago.