Mi amigo Kloster está entusiasmado.
—¿Has visto? —me dice—. Un grupo de informadores y columnistas agnósticos de toda la vida han abandonado repentinamente su incredulidad y se han convertido.
—¿Al catolicismo?
—Casi. De momento, sólo al anglicanismo.
—A ver, explícate.
—Por lo visto no les gusta nada que el Papa haya admitido en la Iglesia Católica con un estatuto propio a los que ellos llaman anglicanos “conservadores”, y defienden tan apasionadamente a los anglicanos “progresistas”, o sea a los que no cambian, que se pasan tres pueblos. Ensalzan la fidelidad de estos últimos con pasión de auténticos conversos. Nunca había oído una apología tan sincera y entusiasta del cisma de Enrique VIII y sus consecuencias.
—Ya, y tú crees…
—Elemental, colega. Una de dos, o aprovechan que el Támesis pasa por Londres para atacar a la Iglesia, y no puedo pensar que sean tan sectarios, o nuestros agnósticos se han hecho anglicanos.
—...y entonces...
—Si es así, ya están un poco más cerca de la Iglesia.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
martes, 27 de octubre de 2009
Conversos
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11 comentarios:
Enrique, estoy de acuerdo con lo que escribes en tu comentario, pero ¿para qué liar más las cosas? No lo publico, porque prefiero quedarme en un tono amable, levemente irónico, que no ofenda a nadie.
Es curioso: hay gentes que se ven obligadas por su autoimpuesto status progre a intentar ser la sal de todos los platos.
Lo critican todo y, particularmente, aquello que revela comprensión, afecto, apertura de miras. Debe porque ver diluirse el 'enemigo tenebroso' contra el que dicen luchar y que, en realidad, sólo existe en su imaginación.
Yo últimamente estoy intentando ser optimista, así que no le voy a dar un tono ni sarcástico al comentario. Pues mejor, poco a poco irán descubriendo la verdad, irán despojándose de tanta soberbia y se convertirán al Catolicismo. Estoy segura.
jajaja, excelente, jeje
Si, se va a poner de moda el anglicanismo, ya lo verá.
¡Qué bueno!
Con una frase de Don Quijote digo: "ladran, luego cabalgamos" Y menos literario pero igual de cierto eso que dijeron dos galos de sus invasores: "estan locos etos romanos"
Puede poner el link al sitio donde lo ha leido?
Este finde asistí a un Congreso. En la cena del último día coincidí en la mesa de los organizadores. Pensé que me darían la turra hablando sólo de temas profesionales de alto nivel... Pues no: toda la conversación fue anti-obispos, anti-Iglesia, anti-religión...ridiculizando e insultando. Bien, sólo se me ocurrió repetir varias veces -en silencio- una oración que me envió no hace mucho un sacerdote amigo, y...voilà: a partir de un momento cambiaron las tornas y no hubo una sola calumnia más. Viendo el éxito, creo que entiendo por qué me la envió y el porqué de tanto odio. Y como dice un conocido escritor en este mismo blog... huele a azufre.
Alonso: Oí una tertulia radiofónica "progre", que no mencionaré. O sea que no puedo poner el link
Olga, a eso se le llama ahogar el mal en abundancia de bien. Olé!
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